Carla Suárez y el día que aprendió a jugar unos cuartos de final

"Quería ser agresiva pero no he podido. No he sido competitiva y no estuve a la altura de la exigencia de la rival. Son situaciones de las que hay que aprender y tratar que partidos así ocurran el menor número de veces posible". Carla Suárez acababa de perder en los cuartos de final del Open de Australia de 2016, frente a Agnieszka Radwanska, por un contundente 6-1 y 6-3. Era la quinta vez que la tenista española tenía la opción de superar la barrera de los cuartos de final de un ‘Grand Slam’.

No jugó bien. Los nervios, la presión de superar tal eliminatoria en uno de los cuatro grandes, en un estadio y ante una de las mejores del mundo. La cabeza, tan difícil de controlar para un tenista. Un cúmulo de aspectos a manejar que a través de la experiencia espera dejar de lado o saber controlar. “Creo que en cuartos (de final) nunca he jugado contra una rival inferior a mí en cuanto a ranking, pero creo que ahora soy mucho más madura que los cuartos que he podido jugar antes. Una buena lección que aprendí fue aquí con Radwanska hace dos años. Creo que me va a servir bastante, tengo las cosas más claras. Estoy más tranquila”, confesó este domingo en la sala de prensa tras vencer 4-6, 6-4 y 8-6, en 2 horas y 17 minutos, a Anett Kontaveit. El próximo martes podrá poner en práctica la lección aprendida aquel día.

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La grancanaria sigue teniendo como mayor punto débil la agresividad. Reconoce que sus entrenadores Marc Casabó y Óscar Serrano le insisten cada día para que saque esa furia. Mientras la encuentra, espera que el instinto competitivo, clave para estos partidos, no le falle: “Siempre lo he tenido, lo que pasa que a un alto nivel o contra jugadoras que realmente lo necesito más, es cuando ahí me cuesta sacarlo”.

La tenista de 29 años es la actual número 39 del mundo, su peor puesto en el ranking desde 2011. Aunque escalará al menos ocho peldaños tras Australia y parece que se ha recuperado del bache de 2017: “Estoy a mejor nivel que el año pasado seguro. Que hace dos… no lo sé”. 2016 fue una gran año para Carla Suárez. Ganó el torneo de Doha, fue una de las cuatro jugadoras en alcanzar al menos la cuarta ronda en todos los ‘Grand Slam’, junto a Madison Keys, Radwanska y Serena Williams, llegó a ser sexta en el ranking WTA en febrero y terminó como decimosegunda a las puertas del Torneo de Maestros.

"Puedo decir que me siento bien"

Física y mentalmente Carla Suárez se parece mucho más la tenista de 2016 que a la de 2017. A ello hay que sumarle la madurez de superar un gran bache y de las derrotas en el pasado. “Sí puedo decir que me siento bien”. Este domingo Carla Suárez, con un set abajo y 4-1 en el marcador, remontó con cinco juegos seguidos para llegar al tercer set, donde volvió a darle la vuelta al partido cuando Kontaveit sacaba para ganar. “Me he dado cuenta de que estaba nerviosa. Estaba todo el rato pensando que ella estaba más cansada que yo, lo veía, lo estaba sintiendo”, aseguró la tenista de 29 que intentó alargar los puntos para provocar el fallo de su rival. “Pero yo también estaba nerviosa”, reconoció.

En los cuartos de final se enfrentará a Caroline Wozniacki, número dos del mundo. “Hemos jugado muchas veces juntas, se cómo juega, lo dura que es, y será un partido complicado. Lucha cada bola, juega agresiva, tiene un montón de experiencia en estas rondas”. Hasta en siete ocasiones se han visto las caras. Cinco triunfos para Wozniacki por dos de Carla Suárez, que venció en el último encuentro en Madrid, en tierra batida. “Cuando llego a estas rondas juego contra jugadoras que están o entre las cinco o entre las diez primeras. Ganarle a ese tipo de jugadoras no es fácil y si no estás al 100% lo pagas caro”. Venus Williams en dos ocasiones, Simona Halep en otras dos rondas, Serena Williams, Eugenie Bouchard, Jelena Jankovic… cuando la grancanaria ha llegado a cuarta ronda o cuartos de final en un gran torneo, se las ha visto con una rival muy complicada. Gane o pierda, parece que Carla Suárez está de vuelta.