La mejor versión de un Nadal voraz minimiza y devora la resistencia de Ferrer

Rafa Nadal, número uno del mundo, logró el pase a semifinales de Roland Garros (donde se enfrentará a Andy Murray)tras derrotar a David Ferrer que le ganó el primer set del torneo, antes de perder los siguientes tres. El mallorquín se impuso (4-6, 6-4, 6-0 y 6-1) en dos horas y 35 minutos en “un partido muy duro. David es uno de los mejores del mundo en tierra. Lo siento por él, está haciendo una gran temporada, pero estoy feliz de haberme clasificado”. Nadal reconoció haber cometido algunos fallos en el primer servicio, que le hizo sentir los problemas de espalda que viene arrastrando a lo largo del torneo, pero que luego pudo corregir: “La victoria se ha jugado a muy poco, David ha cometido fallos en los puntos de rotura que ha tenido”.

El número uno del mundo, que busca levantar su novena Copa de los Mosqueteros, se alzó con un partido que no pintaba bien. Disputado tarde, en una jornada lluviosa que retrasó el programa. Con viento y mucha humedad en la pista Suzanne Lenglen, la segunda más importante, más lenta que la central. El lugar preferido del mallorquín. El inicio recordaba al duelo de cuartos que ambos disputaron en Montecarlo hace algunas semanas y que se saldó con victoria de Ferrer, la primera del levantino en tierra batida en una década. Y también la primera de las tres que concedió Nadal sobre arcilla antes de aterrizar en París, un balance nunca visto en el historial del mallorquín desde que inició su reinado sobre la tierra batida.

Justo esa serie es la causante de que este año Nadal llegue a Roland Garros con menos favoritismo que en pasadas ediciones. Hasta hoy, el número del mundo apenas había tenido que forzar para ganar sus partidos porque sus rivales eran de escasa entidad. Contra Ferrer, el primer jugador importante que encontraba en su camino, concedió el primer set, pero el levantino acabó sumando su tercera derrota consecutiva en la tierra batida de París contra Nadal. Lo hizo de forma extraña, como si su mente no hubiera podido mantener el duelo durante los cinco sets.

El de Jávea dominó el primero, rompió en el cuarto juego y, aunque Nadal recuperó el servicio en el siguiente, el dominio era del número 5 del mundo que cerró la manga tras romper el saque de su rival en el décimo. Ninguno de los rivales que hasta ese momento había tenido el mallorquín, había conseguido arrebatarle un set. Herido en su orgullo, Nadal aceleró, fue más agresivo y su maquinaria de tenis comenzó a ponerse en marcha. Empezó a ganar puntos con su segundo servicio y el partido cambió de rumbo.

Rompió el servicio de su rival en el tercero y en el sexto remontó hasta tres bolas de rotura a favor de Ferrer que, a partir de ese momento, entendió que había vuelto el gran Nadal. El mallorquín ya no perdió su servicio hasta el final del segundo set, que cayó del lado de Rafa. La moral de Ferrer se desmoronó. El levantino perdió diez juegos consecutivos, incluido un set (6-0) en el que no logró ningún punto con su segundo servicio. El partido que había comenzado dominando se había convertido en una montaña insalvable. A medida que Ferrer se encogía, emergía la figura de Nadal que no tuvo piedad de su amigo.Comenzó rompiendo en el primer juego del cuarto set y, de nuevo, remontó tres bolas de rotura en el siguiente. Ferrer ya no estaba para fiestas. Nadal se colocó con 3-0 y dos servicios rotos a su rival. Aunque el levantino hizo un último intento de engancharse al partido y, de paso, romper la racha de diez juegos consecutivos de su rival. Pero el mallorquín apretó el acelerador y cerró el partido antes de que la noche hiciera acto de presencia.

Rafa Nadal comentó que había tenido su mejor día respecto los problemas de espalda que viene arrastrando. Además destacó que en su remontada supo “buscar las soluciones y encontrarlas Estoy contento porque he aguantado los momentos difíciles. David ha salido con más intensidad. No entiendo por qué me falló el revés, lo había entrenado mejor que en toda la temporada y venía con buenas sensaciones. Estaba tranquilo porque pensaba que venía con un buen nivel”.

En cuanto a su rival por un puesto en la final, Andy Murray, afirmó que “es un jugador muy completo en cualquier superficie. No hay ningún problema en que no sea un gran jugador en tierra. Tiene un talento muy bueno para posicionarse en la pista y además puede sacar a un gran nivel y ganar así muchos puntos. Jugar contra Andy es un desafío, es alguien que aprecio, un ganador, es bueno verle en su mejor nivel, en las semifinales de un grande. Lo merece. Tendré que jugar bien para poder ganar”.

Además, el español se quejó por haber tenido que jugar su partido en la pista Suzanne Lenglend, la segunda en importancia del estadio, y no en la central: “Me ha sorprendido, esperaba jugar en la central, lo hubiera preferido. Hay que entender otras situaciones, pero me hubiera gustado jugar en la central. De la central a las otras pistas hay muchas diferencias, es muy distinto”.