Es noticia
El rugby español se resetea de su 'annus horribilis': la vista, puesta en Australia 2027
  1. Deportes
  2. Rugby
UN PROYECTO A LARGO PLAZO

El rugby español se resetea de su 'annus horribilis': la vista, puesta en Australia 2027

La temporada no ha podido ser peor para el deporte oval. A los malos resultados deportivos se han sumado las críticas a la nueva directiva, a la que se cuestionan sus decisiones

Foto: La Selección Española de rugby en un partido en El Molinón. (EFE/Eloy Alonso)
La Selección Española de rugby en un partido en El Molinón. (EFE/Eloy Alonso)

Domingo de película en El Central. Si algo podía salir mal….. Así comenzó una especie de crónica de autobombo federativo escrita hace nueve meses y titulada Cinema Paradiso en el Central. Aludía a lo que había ocurrido dos días antes con aquel histórico triunfo ante Portugal que parecía servir para que la Selección Española de rugby acudiera por segunda vez a una cita mundialista. La misma crónica, por cierto, acababa con un agorero "to be continued". Lo primero que continuó tras el pitido final fueron abrazos, sonrisas y alguna que otra lágrima. Lo siguiente ya es de sobra conocido. Después de 242 días el XV del León regresó el pasado 12 de noviembre al césped del estadio Nacional Complutense de Madrid con muchas caras nuevas e ilusiones renovadas para medirse a Namibia. Era la mejor forma, y tal vez la única, de pasar página a nivel deportivo.

Sin duda, 2022 ha sido el annus horribilis del rugby español. Y lo que es peor, lo ha sido por méritos propios. No hace falta buscar culpables externos. Un ejercicio de sinceridad es suficiente para elaborar un diagnóstico certero tras el varapalo de World Rugby. Sirvan estos ejemplos a modo de resumen: la Selección sufrió un daño reputacional difícilmente reparable por los errores de unos y la desidia de otros. Los responsables directos e indirectos del despropósito han sido enviados al rincón de pensar, al menos cuatro personas están siendo investigadas por un juez y algunos jugadores han precipitado su retirada del XV del León. La tormenta perfecta en el momento más inoportuno.

placeholder Lanzamiento en el partido de España ante Namibia. (EFE/Rodrigo Jiménez)
Lanzamiento en el partido de España ante Namibia. (EFE/Rodrigo Jiménez)

Mientras, los twitteros más activos, no siempre con buenos modales, exigen saber "toda" la verdad. Y no es de extrañar. El sudafricano Gavin van den Berg sigue jugando a rugby en Portugal porque ningún organismo le ha inhabilitado para ello. Tal vez el que se olvidó de denunciarle en primera instancia debería dar alguna explicación. Otra cosa es lo que pueda sucederle ahora si la justicia ordinaria se decide a investigarle por un delito de falsificación de documento oficial. Todo lo contrario le ha ocurrido a Jano Cherr, que se ha vuelto a Argentina tras fracasar su ilusoria idea de jugar en Donibane Lohizune pese a estar inhabilitado. Y eso que hasta la mismísima Federación francesa intercedió para levantarle el castigo. Esta vez la FER no cedió a los caprichos del argentino.

El acuerdo con Alcobendas

En lo extradeportivo, a los nuevos dirigentes ya se les mira con lupa por su decisión de llegar a un acuerdo con Alcobendas a cambio de que los madrileños desistieran de seguir adelante con sus pleitos contra la Federación. El precio a pagar por esta especie de pacto entre caballeros ha sido la condonación de una deuda de alrededor de 60.000 euros, algo que muchos han entendido como un trato de favor que puede tener consecuencias a corto o medio plazo por el agravio comparativo hacia a otros clubes a los que se obligará a abonar una multa caso de ser sancionados. "La peor forma de injustica es la justicia simulada", que decía Platón. Ahora bien, solo de pensar en el hipotético y para nada improbable caso de que la justicia hubiera dado la razón a Alcobendas, pone los pelos de punta pensar en las consecuencias. Entonces sí que el rugby español habría tocado fondo.

Lo que está claro es que, pese a todo, el caso Van den Berg sirvió para resetear al rugby español. Tal vez sea la última oportunidad en mucho tiempo para volver a engancharse al vagón de cola. A partir de ahora se van a establecer nuevos filtros para conseguir una mayor implicación de jugadores, clubes y federaciones en la detección de cualquier tipo de irregularidades o manipulaciones con el objetivo de que un jugador foráneo obtenga la calificación de jugador en formación, la famosa F. El nuevo presidente de la Federación Española de Rugby (FER), Juan Carlos Martin, fue tajante sobre esta cuestión a la hora de hacer balance sobre sus 100 primeros días de gestión en el cargo. Hasta en tres ocasiones repitió la palabra "nunca" para subrayar que no volverán a repetirse los errores del pasado.

placeholder Este año no ha sido el mejor para la Selección Española de rugby. (EFE/Chema Moya)
Este año no ha sido el mejor para la Selección Española de rugby. (EFE/Chema Moya)

Quedan más de cuatro años para la disputa de la próxima Copa del Mundo, tiempo más que suficiente para dar margen para que las jóvenes promesas se vayan asentando. En una reciente entrevista en el programa Tercer tiempo de la COPE, el exinternacional y uno de los mitos del rugby español Julio Álvarez decía: "Hay que apostar por lo de casa porque basarse en extranjeros no tiene futuro". Cuando España se la tuvo que jugar en marzo contra Portugal a vida o muerte para conseguir un billete al Mundial, el XV que salió al campo estaba compuesto por diez jugadores foráneos. De los cinco españoles tan solo dos (Jordi Jorba y Alvar Gimeno) disputaban la competición doméstica. ¿Y los cambios? Entre los ocho del banquillo tres eran argentinos y otro camerunés. Una cosa que quede clara: jamás nadie cuestionó el compromiso inequívoco de estos jugadores con la Selección. Al contrario. Vinieron a echar una mano, dieron siempre la cara y, como el resto, se la partieron.

Dos tercios de la Liga española

La idea del seleccionador Santiago Santos era ir metiendo poco a poco jugadores jóvenes y de la cantera. Eso es, al menos, lo que decía en público porque a la hora de la verdad, cuando supo que en diciembre de 2021 expiraba el plazo para españolizar a Kawa Leauma y a Gavin van den Berg, no dudó en convocarlos para que debutaran con Los Leones. Como es lógico, esta decisión tuvo que provocar muchas frustraciones. A año y medio de disputar un Mundial la apuesta cortoplacista y, como se ha sabido ahora, hecha a cualquier precio, resultó nefasta. Parece que el rugby español solo aprende a base de golpes.

La primera convocatoria de Santos a la vuelta del verano frente a Tonga dejó ver el volantazo del seleccionador en sus postulados con la incorporación de ocho debutantes. Además, de los 32 convocados, dos tercios jugaban en la liga española. Ya se encargó de señalar esta circunstancia la propia FER en la nota de prensa enviada a los medios de comunicación. Lo curioso es que ante los oceánicos solo hubo un representante del actual campeón de liga en equipo titular, Afa Tauli de la Santboiana y otro del subcampeón entre los suplentes, Julen Goia del Ordizia. En lo positivo, resulta alentador la llamada de jugadores jóvenes como Kerman Aurrekoetxea, Gorbei Allende, Mario Pichardie, Matheo Triki o Gonzalo Vinuesa, Guillermo Moretón o Rapahel Nieto.

placeholder El Molinón acogió un partido de la Selección Española de rugby. (EFE/Rodrigo Jiménez)
El Molinón acogió un partido de la Selección Española de rugby. (EFE/Rodrigo Jiménez)

Que nadie olvide que justo hace un año el equipo M20 quedó campeón de Europa y que solo hace dos meses reeditó su título continental en Portugal frente a Holanda. Así que hay futuro. Ahora se trata de cuidarlo y de dar la oportunidad a los más jóvenes. Para el Mundial de 2027 falta mucho. En lo que parece que no se intuyen cambios a corto plazo es en la figura del seleccionador pese a su actitud silente ante la grave crisis que ha atravesado el rugby español durante estos últimos meses. "Respetamos mucho su trabajo, es el seleccionador con más victorias en la historia de nuestro rugby y no es urgente abordar ahora esta cuestión sobre su continuidad", acertó a decir el vicepresidente de la FER Gabriel Sáez para eludir la cuestión de fondo. Parece que aflora la idea de darle una salida digna en vez de apostar por un cese traumático.

El lavado de cara a nivel deportivo

Aún se echa en falta también alguna explicación sobre varias ausencias notables. Muchos aficionados se preguntan cómo fue posible dejar fuera de esa primera lista, sin haber lesiones de por medio, a jugadores que disputan el TOP 14 como Guilleme Rouet (Aviron), Asier Usarraga (Castres), Martín Alonso (Stade Rochelais), Joel Merkler (Stade Toulousain) o Samuel Ezeala (Clermont). Tampoco parece lógico que Joshua Peters, actual jugador de Newcastle Falcons, lleve meses desparecido de las convocatorias. Algunas dudas ya se han despejado. Merkler, que acaba debutar con su nuevo equipo, fue convocado de nuevo junto a Martín Alonso para jugar contra Namibia y fue el MVP del partido. Lo de Ezeala parece que ya no tiene remedio. Estaba entre los convocados por Francia para jugar frente a Sudáfrica. No llegó a debutar, así que todavía existente posibilidades de que lo haga con España. Eso sí, muy pocas.

La primera alineación de Santos fue interpretada como una declaración de intenciones. Lo primero fue descubrir que había otorgado la responsabilidad de la capitanía a Jon Zabala, un getxotarra de 26 años que ya tenía experiencia de llevar el brazalete en las categorías inferiores de la selección. Tomaba el relevo de Fernando López, otro pilier que dijo adiós al XV del León tras el fiasco clasificatorio del Mundial de Francia. Junto a Zabala saltaron al campo otros ocho españoles, esto es, casi dos tercios del equipo era gente nacida en España. Nada que ver con el pasado más reciente.

En la convocatoria cuatro caras nuevas. Todos consiguieron debutar contra Tonga. Dos de ellos, Gonzalo López-Bontempo y Nicolás Rocaríes, cosecha del 2000, lo mismo que el medio de melé titular Kerman Aurrekoetxea que demostró entenderse a las mil maravillas con el benjamín del grupo Gonzalo Vinuesa (2001). Los otros dos debutantes Raúl Calzón (1997) y Alex Suárez (1995) todavía tiene muchos años de rugby por delante. Tocaba frotarse los ojos, quitarse las legañas y comprobar de qué pasta está hecha esta nueva selección. El lavado de cara resultó esclarecedor a nivel deportivo.

placeholder La Selección Española agradece el apoyo de la afición en el Wanda. (EFE/Chema Moya)
La Selección Española agradece el apoyo de la afición en el Wanda. (EFE/Chema Moya)

Antes del partido los oceánicos estaban en el puesto 16 en el ranking de World Rugby, es decir, uno por debajo de España. Lo que se vio en el campo no dejó lugar a dudas. El marcador fue contundente (6-40), si bien es cierto que los tonganos consiguieron esa amplia ventaja en los minutos finales. Si España prescinde de los jugadores franceses con sangre hispana corriendo por sus venas o de los nacionalizados por residencia, el panorama se ensombrece contra rivales potentes. Por cierto, es justo todo lo contrario de lo que hace Tonga, ya que ahora alinea a ex all blacks o a tipos despreciados por otras federaciones por sus manifestaciones xenófobas, pero con un currículum brillante como Israel Folau.

En el segundo partido frente a Namibia, otro equipo mundialista, al equipo se le vio con más soltura pese a su juventud. Debutaron otros dos chavales bastante jóvenes como Mario Pichardie (titular) y Mateo Triki (desde el banquillo) y dos tercios de la alineación inicial eran jugadores de casa. El cambio generacional es un hecho. La política de buscar fuera sin mirar antes bien el fondo de armario es algo del pasado. La apuesta por la juventud es inequívoca a falta de concretar quién formará parte del staff técnico capaz de conseguir enderezar el rumbo de una nave que siempre zozobra cuando el éxito se roza con la punta de los dedos.

Hay tiempo de sobra para corregir lo malo y apuntalar lo bueno que hay en el rugby español. Sería un acierto no perder de vista el modelo portugués que apostando por jugadores de casa y con un técnico de prestigio como Patrice Lagisquet ha logrado clasificarse para el mundial de Francia. El presidente de la FER tiene ahora año y medio por delante recuperar el optimismo de una selección sumida en una profunda depresión después de acostumbrarse a ver que lo que conseguían en el terreno de juego lo perdían luego en los despachos. Si lo consigue, podría estar otros cuatro años más en el sillón presidencial. El objetivo es Australia 2027. Si en ese espacio de tiempo se puede dar un susto de los gordos a alguno de los grandes, sería el momento de empezar a soñar con un despegue que antaño algunos se han empeñaron en frustrar con decisiones arbitrarias, injustas e irracionales.

Domingo de película en El Central. Si algo podía salir mal….. Así comenzó una especie de crónica de autobombo federativo escrita hace nueve meses y titulada Cinema Paradiso en el Central. Aludía a lo que había ocurrido dos días antes con aquel histórico triunfo ante Portugal que parecía servir para que la Selección Española de rugby acudiera por segunda vez a una cita mundialista. La misma crónica, por cierto, acababa con un agorero "to be continued". Lo primero que continuó tras el pitido final fueron abrazos, sonrisas y alguna que otra lágrima. Lo siguiente ya es de sobra conocido. Después de 242 días el XV del León regresó el pasado 12 de noviembre al césped del estadio Nacional Complutense de Madrid con muchas caras nuevas e ilusiones renovadas para medirse a Namibia. Era la mejor forma, y tal vez la única, de pasar página a nivel deportivo.

Club de Rugby Cisneros
El redactor recomienda