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La ecuación de Quartararo para los circuitos rápidos y el increíble error de Espargaró
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Más líder del Mundial que nunca

La ecuación de Quartararo para los circuitos rápidos y el increíble error de Espargaró

A pesar de las repetidas quejas sobre la falta de velocidad de su Yamaha, el francés ha sido capaz de ganar y hacer sus mejores resultados en algunas de las pistas más rápidas

Foto: Fabio Quartararo celebra la victoria en el Gran Premio de Cataluña. (EFE/Andreu Dalmau)
Fabio Quartararo celebra la victoria en el Gran Premio de Cataluña. (EFE/Andreu Dalmau)

En el Circuit de Catalunya se daban todos los ingredientes para que Fabio Quartararo cosechara un gran resultado, habida cuenta su óptimo comportamiento en pistas en las que existen largas rectas y la velocidad máxima es elevada, a pesar de que su moto es claramente inferior al resto en este sentido. Puede resultar un contrasentido, porque Quartararo, como también hizo toda la larga saga de pilotos ilustres que le precedieron en el equipo de fábrica de Yamaha, ya sea en MotoGP o en la anterior categoría de 500, se queja de falta de potencia y velocidad punta en su Yamaha YZR M1. Y no le falta razón en su protesta.

Sin embargo, tiene la capacidad de sobreponerse a esa situación y lograr un buen resultado, como sucedió hace una semana en Mugello. Su moto era 11,9 km/h más lenta que la moto más rápida –la Ducati de Jorge Martín, que voló a la escalofriante velocidad de 363,5 km/h. No obstante, él fue capaz de acabar segundo, o como hizo en Portimao, donde ganó, a pesar de que su velocidad punta era 12,1 km/h más baja que la de la moto más rápida.

Su moto fue 5,7 km/h más lenta que la moto más rápida en Montmeló, pero eso no ha impedido que se anotara la victoria, la segunda de la temporada, con un contundente margen. Una diferencia enorme en una carrera en seco que no se veía desde 2019, cuando Marc Márquez ganó por más de 11 segundos a Cal Crutchlow. ¿Cómo es posible?

placeholder Quartararo, durante la carrera en Cataluña. (EFE/Enric Fontcuberta)
Quartararo, durante la carrera en Cataluña. (EFE/Enric Fontcuberta)

Más allá de la velocidad punta

Es muy sencillo. La velocidad punta no lo es todo. Los pilotos, por lo general, tienden a quejarse siempre de las prestaciones de su moto. Si su motor tiene una respuesta muy brusca, quieren uno más dócil; si le falta brío, piden uno más salvaje. En una costumbre muy suya la de pedir más y más potencia, y una moto que corra más que las de los demás. Pero la velocidad máxima nunca asegura la victoria.

Hay que tener en cuenta que ese momento en el que el motor responde en máximas prestaciones solo dura unos pocos segundos, mientras que lo que hace un propulsor es pasarse la mayor parte del tiempo en aceleración constante. De esa aceleración, de la eficacia con que se realice, depende por completo la velocidad punta. Y en ese sentido la curva que da acceso a la recta resulta crucial para que la aceleración sea lo más eficaz posible. El Circuit de Catalunya tiene una curva muy rápida que emboca en la recta de meta, donde se marca la velocidad punta, y precisamente una de las virtudes de la moto de Quartararo es su enorme velocidad de paso por curva. Es decir, que cuanto más rápido pueda salir de una curva, mayor ser su aceleración y la velocidad máxima que pueda alcanzar.

Por eso Catalunya, Mugello y Portimao, con sus rapidísimas curvas de acceso a meta, ayudaron a que, con una velocidad máxima inferior a las Ducati, las motos más rápidas de la parrilla, Quartararo pudiera ganar el suficiente terreno en los metros iniciales de la recta como para que no fuera alcanzado por las Ducati de Martín y Zarco y la Aprilia de Espargaró, que eran claramente más veloces en términos de velocidad máxima. En los circuitos donde la curva de acceso a la recta es más lenta, como sucede en Losail, Termas y COTA, es donde Quartararo ha cosechado sus peores resultados de la presente temporada.

placeholder Aleix Espargaró se quedó sin podio por su error. (Reuters/Vincent West)
Aleix Espargaró se quedó sin podio por su error. (Reuters/Vincent West)

Momento crucial

El éxito de Fabio Quartararo en el Gran Premio de Cataluña parece un guión de película. Y ha aguado la fiesta a la hermosa historia que estaba escribiendo Aleix Espargaró este fin de semana, que desgraciadamente ha tenido un final inmerecido con su surrealista error. Quartararo anunció la renovación de su contrato con Yamaha por dos temporadas más en la víspera de la primera jornada de entrenamientos, poniendo fin a las muchas especulaciones sobre su futuro. Especulaciones que alentó el propio piloto francés desde la pretemporada, descontento con el rendimiento de su moto.

Se habló de muchos millones al principio, pero la realidad de la situación en MotoGP es que los pilotos, incluso las grandes figuras del campeonato, ya no se manejan en las cifras de hace unos años. La negociación de Quartararo ha sido en clave técnica, porque el francés ha pedido garantías de mejora en su moto para asegurar que no vuelva a verse en inferioridad de prestaciones, como está ahora. Es imposible asegurar por contrato que tu moto va a correr más que la competencia o va a tener 10 CV más que las otras motos, pero al menos se pueden dar muestras de una actitud decidida para mejorar.

placeholder La felicidad de Quartararo por continuar líder. (EFE/Enric Fontcuberta)
La felicidad de Quartararo por continuar líder. (EFE/Enric Fontcuberta)

Un gesto importante por parte de Yamaha es incorporar como consultor de su equipo técnico al ingeniero Luca Marmorini, que fue ingeniero de diseño en la Fórmula 1 con Toyota y Ferrari. Y que también ha trabajado con Aprilia en MotoGP. Ya conoce sobradamente la dinámica de las dos ruedas. Esto tiene mucho más valor que el que haya un cero más en tu nómina.

Lo cierto es que esta situación no podía haberse dado en un lugar más idóneo, porque el Gran Premio de Cataluña fue crucial para la carrera deportiva de Quartararo. Aquí logró en 2018 su primera victoria en el Mundial, en la categoría de Moto2. Dos semanas después era segundo en Assen, y esos resultados despertaron el interés del equipo Petronas Yamaha, que por entonces buscaba un joven piloto para incorporarlo a su proyecto en MotoGP. Y eligieron a Fabio, que en 2019 se convirtió en la revelación del campeonato. Todo empezó en Montmeló. Puede que hoy también haya sido el momento definitivo de consolidación y despegue de la carrera del francés.

En el Circuit de Catalunya se daban todos los ingredientes para que Fabio Quartararo cosechara un gran resultado, habida cuenta su óptimo comportamiento en pistas en las que existen largas rectas y la velocidad máxima es elevada, a pesar de que su moto es claramente inferior al resto en este sentido. Puede resultar un contrasentido, porque Quartararo, como también hizo toda la larga saga de pilotos ilustres que le precedieron en el equipo de fábrica de Yamaha, ya sea en MotoGP o en la anterior categoría de 500, se queja de falta de potencia y velocidad punta en su Yamaha YZR M1. Y no le falta razón en su protesta.

Fabio Quartararo
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