Por qué la F1 no sufrirá sin Lewis Hamilton como le ocurre a MotoGP con Rossi

El paddock de la Fórmula 1 daba por hecho que era una simple cuestión de tiempo que Mercedes solucionara los problemas técnicos que borraron a las flechas plateadas de los puestos de cabeza. Sin embargo, han pasado cuatro carreras y por primera vez en casi una década los Mercedes no pasaron en Imola al Q3. Y lo que es más doloroso aún, Lewis Hamilton se vio doblado por Max Verstappen, con quien unos meses antes se disputaba el título mundial con el británico. Una situación que ha reactivado las especulaciones en torno al futuro del siete veces campeón del mundo.

Algo a lo que no es ajeno el propio piloto, pues con su silencio durante casi dos meses y sus enigmáticas declaraciones dio carta de naturaleza a los rumores. Además, Aparte de todo, ahora que las cosas vienen mal dadas, muchos seguidores de la Fórmula 1 le estaban ‘esperando’, porque la oleada de críticas y dudas acerca de su calidad como piloto han sido absolutamente desproporcionadas.

Críticas injustas

Como bien recordaba en una reciente entrevista el piloto australiano Mark Webber, “es absolutamente injusta la dureza con la que están juzgando a Lewis y lo rápido que están subestimándole. En Bahréin condujo brillantemente hasta el tercer lugar, pero la estrategia no le favoreció en las siguientes carreras. Además que nadie olvide que más cuanto más acorralado está, es más peligroso. Nunca le falta motivación, por eso es probablemente el mejor de todos los tiempos".

Es muy debatible que Lewis Hamilton sea el mejor piloto de la historia como dice Webber, pero es indiscutible su grandeza, además de ser la principal estrella mundial a nivel mediático de la competición en la actualidad. Sin embargo, bien por su activismo político o por su particular forma de comportarse últimamente, a caballo entre el victimismo y la permanente búsqueda de atención, ha polarizado de forma muy significativa su figura. Ahí radica gran parte de ese irracional desprecio hacia su indiscutible talento de una parte de los seguidores de la Fórmula 1.

Otros excampeones del mundo vinculados en el pasado con Mercedes, como Nico Rosberg y Mika Hakkinen, se cuestionan también cómo Hamilton tiene que afrontar un mundo desconocido para él: luchar con un coche poco competitivo y un compañero de equipo que le está superando. Hakkinen, por ejemplo recordaba que "Russell no llegó a Mercedes para ser el número y no se va a doblegar ante Hamilton, porque para él será esta situación un desastr. Pero George, que viene de Williams, lo llevará mucho mejor. Me pregunto cómo se comportará Lewis en las reuniones del equipo", -continuó su reflexión el piloto finlandés- "Apuesto a que está enfadado, ¡me lo imagino! Muchas quejas y lamentos. Ahora que las cosas no van bien, seguro que empezará a pensar en cambiar de equipo".

Parece probable que Hamilton tome más el camino de la retirada que el de cambiar de equipo, sin opciones en RedBull o Ferrari. Por tanto, de no aguantar el calvario que le espera a partir de de Miami si Mercedes no da con la tecla que solucione sus problemas, quizás diga adiós a final de año.

¿Un vacío como el de Rossi en MotoGP?

Le ames o le odies, es indudable que Hamilton es el principal activo mediático de la Fórmula 1 ¿Su retirada tendría el mismo efecto devastador que ha tenido la ausencia de Valentino Rossi para MotoGP? Nadie es insustituible y la vida sigue por muy importante que sea la huella que deje un deportista, pero viene bien recordar la crisis que sufrió la Fórmula 1 a mediados de los noventa con el fallecimiento de Ayrton Senna.

La ausencia del mito brasileño en 1994 coincidía además con el retiro un año antes de Alain Prost y la marcha de Nigel Mansell a la Indycar. Aquella sobreprotección por parte de Bernie Ecclestone y la FIA a Michael Schumacher tenía su raíz en la desesperada necesidad de la Fórmula 1 de una nueva superestrella. Y gracias al descomunal talento y carisma del campeón alemán la vida post-Senna se hizo más llevadera.

En MotoGp, a la ausencia de Valentino Rossi se han unido las horas bajas a nivel deportivo de Marc Marquez a causa de sus lesiones. Pasado un tiempo, Fabio Quartararo, Joan Mir o Pecco Bagnaia acabarán cubriendo el vacío, pero no será fácil porque ‘VR46’ era mucho más que un extraordinario piloto: era el icono global de las dos ruedas, conocido por millones de personas que jamás habían visto una carrera de motos.

Hamilton ocupa una posición similar en la Fórmula 1, pero hay sustanciales diferencias respecto al impacto de su ausencia. Por un lado, hay pilotos de mucho carisma y pegada mediática como Fernando Alonso y una nueva generación de pilotos como Max Verstappen o Lando Norris, ya hoy fenómenos mediáticos de gran calibre. La Fórmula 1 además cuenta con Ferrari independientemente de sus pilotos, algo que no se da en MotoGP.

Según el propio Lewis Hamilton, "nunca he querido ser definido por ser solo un un piloto de carreras, porque hay muchos más elementos que dicen lo que soy. Lo que quiero es dejar un legado de cambio en la sociedad". Al igual que Valentino Rossi, Hamilton ha sido capaz de trascender a su deporte, pero quizá debería evitar que le ocurriera lo mismo que al motociclista italiano, a quien le sobraron sus dos últimos años de competición. Hamilton no da signos de que su velocidad haya bajado, pero si su motivación lo hace quizá la retirada sería la mejor opción.