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La extraña forma de motivar a Jorge Lorenzo
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La extraña forma de motivar a Jorge Lorenzo

La situación de Jorge Lorenzo pasa por un momento muy difícil, con malos resultados -el último su undécimo lugar en el GP de Francia- y cuestionado dentro y fuera de Honda

Foto: Jorge Lorenzo, este domingo en Le Mans. (EFE)
Jorge Lorenzo, este domingo en Le Mans. (EFE)

Jorge Lorenzo está en el ojo del huracán. Después de cinco carreras, está 14º en la clasificación del Mundial de MotoGP y es, de los cuatro pilotos permanentes de Honda en la categoría, el peor clasificado tras su undécimo puesto en el GP de Francia de este fin de semana. Las cosas son así. A la vista de las cifras es fácil concluir que el resultado de Lorenzo en Honda es un fracaso. En realidad, tratándose de quien se trata sí lo es, pero si ponemos los pies en el suelo tenemos que reconocer que aunque está lejos, muy lejos de Marc Márquez, el hombre que marca el nivel dentro del garaje de Honda, no lo está tanto de Cal Crutchlow, experimentado piloto –quinta temporada en Honda- que también disfruta de idéntico material que el de los pilotos de fábrica.

Más allá de las dificultades de Lorenzo, hay un problema evidente en Honda que sólo Márquez es capaz de superar, mientras que Crutchlow, que en estos años ha ganado carreras y ha conseguido podios con la marca japonesa, tiene dificultades para volver a ese nivel. No podemos perder de vista que el británico viene de una complicada y muy grave lesión. Nos hemos acostumbrado tanto a las heroicidades que nos olvidamos de que esta gente, los pilotos, siguen siendo como tú y como yo, que no son ajenos al dolor, por más que ellos desplieguen esa coraza de invulnerabilidad con la que se visten ante periodistas, aficionados y, sobre todo, ante sus rivales, para no mostrar flaquezas ni debilidades.

Por el mismo motivo, no podemos pasar por alto lo condicionado que ha estado Lorenzo desde el pasado mes de septiembre hasta abril de este año, con diversas lesiones y molestias físicas. Y si a eso le sumamos la dificultad que tiene para adaptarse a una moto que no sea la Yamaha, algo que nunca ha ocultado, es fácil concluir que Lorenzo no ha tenido un plácido aterrizaje sobre la Honda RC213V. Pero así son las carreras.

placeholder Jorge Lorenzo en su box de Honda. (EFE)
Jorge Lorenzo en su box de Honda. (EFE)

Lo que está claro es que no es tan fácil cambiar de marca y ganar. No todos lo pueden hacer, y más ahora, cuando la competición tiene un nivel altísimo. Vemos lo mal que lo está pasando Lorenzo en su paso de Ducati a Honda, aunque peor le fue de Yamaha a Ducati, y peor aún a Valentino Rossi cuando hizo ese mismo camino. Por razones como ésta, la gesta del mítico Eddie Lawson, que treinta años atrás dejó la Yamaha campeona para subirse en la Honda y ganar el título de forma consecutiva, se ve ahora revalorizada, tanto como lo fue Rossi, que dejó la Honda campeona por una incierta Yamaha con la que también logró triunfar a la primera, hace quince años.

Nunca es fácil hacer un cambio de este calibre cuando el ADN de tu pilotaje se ha desarrollado en torno a unos parámetros concretos. Viendo lo mal que lo está pasando Lorenzo, ahora podemos entender mejor el porqué de determinadas actitudes inmovilistas. ¿Por qué Mick Doohan nunca dejó Honda a pesar de las continuas ofertas de Yamaha cada final de temporada? Puede que, simplemente, no sea tan sencillo pasar de una moto a otra.

Honda presiona a Lorenzo

La situación de Lorenzo se hace más complicada a la vista de todos los comentarios que han circulado este fin de semana en el paddock de Le Mans. No voy a entrar en la polémica sobre lo publicado en torno a su futuro. Sólo sé que los periodistas que viajan a cada Gran Premio no se inventan las noticias, y que tienen más fuentes y elementos de juicio para escribir que los que nos quedamos en casa, o los que escriben en bata desde una playa de Cádiz, por decir algún sitio…

Que Honda ha planteado un ultimátum a Lorenzo, que se plantea bajarlo de su moto en 2020… Poco importa cuando todavía tenemos por delante catorce carreras. Hace un año la cotización de Lorenzo estaba a la baja, se quedaba sin sitio en Ducati y el fantasma de la retirada rondaba a su alrededor. Todos dudamos de él, y el que diga que no lo hizo, miente. Pero llegaron Mugello y Montmeló y nos comimos nuestras palabras. Y como he recordado tantas veces, no olvidemos aquella máxima de Mike Hailwood: “Sólo vales lo que vale tu última carrera”. Hoy Lorenzo cotiza a la baja, pero MotoGP tiene muchos kilómetros por delante.

placeholder Marc Márquez celebrando su victoria en Le Mans. (EFE)
Marc Márquez celebrando su victoria en Le Mans. (EFE)

Hay diferentes formas de motivar a tus pilotos. Cuando ha sido necesario, Honda no ha dudado en filtrar información para presionar a sus pilotos, para hacerlos reaccionar. Cuando Casey Stoner estaba planteándose la retirada y llevaba semanas mareando a Honda, HRC filtró sus intenciones con el objetivo de que se posicionara definitivamente: te quedas o te vas. Sólo lo publicó un medio en todo el mundo, Solo Moto. A su autor le dijeron de todo, y Stoner lo desmintió. A las dos semanas anunció que era cierto… Sí, extraña forma de motivar, pero la prefiero a que el primer ejecutivo te señale públicamente con el dedo, como hizo Stefan Pierer (KTM) con Johann Zarco antes de llegar a Le Mans.

Honda pasa por una situación complicada porque por primera vez en mucho tiempo hay un enorme desequilibrio entre los dos lados de su garaje, y eso no es bueno. Al menos gana con Márquez, pero para muchos la marca japonesa es prisionera del piloto español porque depende por completo de él. Yo creo que Honda no es cautiva de Márquez porque Márquez le da lo que Honda quiere: la victoria. En el pasado sí fue cautiva de otros pilotos, para los que puso a su alcance todos sus recursos, sin éxito. Lorenzo está mal, pero no se ha rendido. Los que lo conocen dicen que es una roca. Yo creo que no; creo que Lorenzo es la ola que golpea la roca.

Jorge Lorenzo está en el ojo del huracán. Después de cinco carreras, está 14º en la clasificación del Mundial de MotoGP y es, de los cuatro pilotos permanentes de Honda en la categoría, el peor clasificado tras su undécimo puesto en el GP de Francia de este fin de semana. Las cosas son así. A la vista de las cifras es fácil concluir que el resultado de Lorenzo en Honda es un fracaso. En realidad, tratándose de quien se trata sí lo es, pero si ponemos los pies en el suelo tenemos que reconocer que aunque está lejos, muy lejos de Marc Márquez, el hombre que marca el nivel dentro del garaje de Honda, no lo está tanto de Cal Crutchlow, experimentado piloto –quinta temporada en Honda- que también disfruta de idéntico material que el de los pilotos de fábrica.

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