"Hacen que parezca más tonto de lo que es". Despido improcedente en MotoGP por lento

No cabe duda que el pasado Gran Premio de San Marino ha sido uno de los más revueltos desde hace mucho. Se retomó la acción en Misano tras las aguas turbulentas de Silverstone, y aunque en primera plana todo fue como la seda, en posiciones más retrasadas de MotoGP y Moto2, donde casi nadie mira, saltó la noticia. La penalización impuesta a Romano Fenati por su maniobra antideportiva, y la polémica en torno a Christophe Ponsson como sustituto del lesionado Tito Rabat dieron mucho de sí, y diez días después estos temas siguen siendo noticia.

Lo de Fenati sigue en el candelero porque la Federación Internacional de Motociclismo (FIM) lo convocó en su sede en Suiza para analizar lo sucedido en Misano. Fenati tuvo la oportunidad de volver a explicar lo sucedido y pedir perdón por el error cometido. La FIM ha concluido que no es necesario tomar acciones adicionales, y si el piloto lo desea podrá volver al Mundial en el GP de Japón, el próximo de octubre. De momento parece que Fenati no ha cambiado de opinión y mantiene su decisión de no regresar a la competición, aunque hay medios que ya hablan de que podría hacerlo.

Evidentemente, dado que no se producirán nuevas acciones por parte de los órganos competentes, Fenati es libre de volver a competir. Pero por ahora ni tiene ganas ni sitio donde hacerlo tras ser despedido por el equipo Marinelli y su plaza asignada al andorrano Xavier Cardelús, que a lo largo de la temporada ha disputado un buen número de carreras de Moto2 como piloto invitado bajo el paraguas del equipo Reale Avintia.

El caso de Ponsson el lento

Precisamente esta escudería estuvo en el ojo del huracán en Misano al cubrir la baja del lesionado Tito Rabat con el debutante francés Christophe Ponsson, un piloto con experiencia en carreras de Superstock 1000 –motos derivadas de serie-, al que le faltaba ritmo. Varios pilotos pusieron el grito en el cielo al ver que Ponsson era demasiado lento, pero el joven galo cumplió con la normativa que exige como tiempo mínimo el 107% del mejor tiempo para poder competir. Y Ponsson lo consiguió. No hay un pero que poner a la actuación de Ponsson, que estuvo atento y diligente durante los entrenamientos para evitar estorbar, y soportó una presión desmedida. Hace no mucho tiempo se dieron dos casos similares al suyo, pero nadie señaló a Javi del Amor y Mike Jones -pilotos que llegaron a MotoGP de forma circunstancial, como Ponsson- del modo en que se ha hecho con el piloto francés.

El menos afortunado en sus declaraciones fue Cal Crutchlow: “Su equipo actúa de un modo idiota. Hacen que parezca aún más tonto de lo que es”, llegó a decir sin el menor rubor el británico. Jack Miller, que llegó a MotoGP saltando directamente desde Moto3 en 2015, también criticó al francés.

Ponsson cumplió con su labor. Lo que sucede es que la parrilla de MotoGP está más ajustada que nunca, con 24 pilotos metidos en menos de 3 segundos. Pero en Misano, entre el penúltimo y Ponsson cabía una parrilla completa. Él, insisto, estaba dentro del límite marcado por el reglamento, pero algunos no lo consideran digno de MotoGP. Finalmente, por presiones de unos y otros, el equipo Reale Avintia ha encomendado su moto en Aragón a Jordi Torres, después de haber mantenido contactos con Xavi Forés y Marco Melandri, que no se mostraron interesados. Para Torres, actual piloto de MV Agusta en el Mundial de SBK, que fue piloto de Moto2 y llegó a ganar un gran premio y sumar tres podios, ésta será también su primera experiencia en MotoGP. Ponsson, con un contrato en la mano, ha montado en cólera, con razón, y despotrica de Crutchlow y Miller. Menudo culebrón.

Yamaha y el motor

Volvemos a decirlo, pero es que es un dato histórico: si Yamaha no gana en Motorland Aragón enlazará 23 carreras consecutivas sin victoria, su racha más larga desde que se estrenara en la máxima categoría del campeonato allá por 1973. Dentro del equipo siguen buscando solución a sus problemas, que no se resolverán de forma inmediata, y se plantean todo tipo de alternativas.

Aunque en el pasado siempre se dijo que la electrónica de Yamaha había sido desarrollada de un modo insuficiente –el propio Valentino Rossi, sin el menor pudor, llegó a decir que en Yamaha se pensaban que la centralita única obligatoria (ECU) igualaría las prestaciones y no trabajaron suficientemente en ella-, ahora es el motor el que comienza a cargar con la responsabilidad de los problemas. El reglamento de MotoGP no permite hacer evoluciones en el propulsor durante la temporada, por lo que tendrán que seguir con la misma configuración empleada hasta ahora, un motor de cuatro cilindros en línea que Yamaha usa desde la entrada en escena de la categoría de MotoGP en 2002.

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EC

Rossi ha llegado a plantearse un cambio de configuración como alternativa. La opción del motor V-4, que emplean el resto de las marcas, salvo Suzuki -también usa un cuatro en línea-, ha saltado a la palestra, pero muchos técnicos advierten que el cambio de configuración no es la panacea. De hecho, lo conveniente es medir bien los pasos sin precipitarse.

Yamaha ya pasó por una situación así hace casi 40 años. Kenny Roberts ganó tres títulos consecutivos en 500 con Yamaha de 1978 a 1980, con su motor cuatro en línea, pero la superioridad técnica de la Suzuki –campeona de marcas de 1976 a 1982- hizo que en 1981 Yamaha se planteara una nueva configuración, un motor cuatro en cuadro, la misma que empleaba la exitosa Suzuki RG. Aquella moto, la OW54, dio sus problemas, En 1982 Yamaha pudo en pista un nuevo prototipo, OW60, con la misma configuración, pero Roberts seguía estando a disgusto. Se enteró que Yamaha estaba desarrollando en Japón un motor V-4, y forzó su llegada al Mundial en pleno campeonato. Aquella moto, la OW61, la primera 500 V-4 de Yamaha, fue un desastre.

Hasta 1983 no estuvo lista: fue la OW70 con motor V-4, chasis Deltabox, y la colaboración técnica de Öhlins en las suspensiones. Pero Roberts se encontró enfrente a Freddie Spencer y la Honda NS500 tricilíndrica. La Yamaha V-4 no conseguiría el título hasta 1984, con Eddie Lawson. ¿Tendrá que esperar Yamaha cuatro años para volver a lucir la corona?