"¿Sin rusos en Río? Y lo que nos han perjudicado durante todos estos años"

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Pablo Gabilondo

Los atletas rusos no estarán en los Juegos Olímpicos de Río, y una decisión así, un auténtico tsunami en el mundo del deporte, abre un interesante abanico de análisis. Ramón Cid es el director técnico de la Federación Española de Atletismo, conocedor como poco de su competición y sabedor de lo que supone algo así para su entorno. Atiende a El Confidencial poco después de conocer la decisión definitiva, aún sin tiempo de enfríar los conceptos.

"No se debe hacer una valoración inmediata, porque si piensas en lo que viene, en los Juegos, es probable que si favorezca, pero habría que ver también lo que ha pasado en estos últimos años para tener una idea completa", explica Cid. Y es que lo que se desprende de los diferentes informes utilizados por la IAAF y el TAS para tomar la decisión final es que la situación no es, en absoluto, algo reciente. Es decir, las competiciones de los últimos años en las que han estado presentes los rusos tienen, de algún modo, un asterisco, una sombra de duda que hace replantearse todo lo ocurrido. "Nosotros empezamos a tener medallas hace tres o cuatro años, en muchos casos nos han perjudicado atletas que se beneficiaban de un sistema que por lo que se ve, si lo que dicen es verdad, ha sido irregular", cuenta Cid. "Ha haido cuartos puestos que podrían ser medallla", dice también Cid.

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EC

En la mente del seleccionador de atletismo hay un caso que sobresale, el de Eusebio Cáceres en 2013. El saltador quedó cuarto en la cita de Moscú, a un solo centímetro de la medalla. El campeón fue Alexandr Menkov, ruso, lo cual hace pensar que el español podría haber tenido una medalla que se le resiste desde hace años. "Ha habido también copas del mundo de marcha en las que hemos estado cerca", recuerda Cid.

La decisión del TAS, en buena lógica, tiene repercusión en las perspectivas de la delegación española, aunque Cid no cree que cambie nada dramáticamente. "Sí modifica, pero también porque las perspectivas que tenemos de medallas y finalistas tampoco son excesivas. El atletismo ha cambiado mucho, antes era un duelo entre Europa y Estados Unidos y ahora está todo el mundo. Puede afectar, pero poquito, nosotros tenemos dos o tres opciones de medalla por un lado y otras dos o tres de finalista. Puede ser que haya uno o dos finalistas más", cuenta el director técnico.

Ruth Beitia y Orlando Ortega

En nombres concretos, Cid concede que alguna ausencia potencia las posibilidades de los aspirantes a medalla españoles. "Si no va Shubenkov o Kuchina puedes decir 'qué bien', porque eran rivales en pruebas importantes, nos puede quitar algún rival concreto, pero habría que ver el historial que tendríamos si estos informes hubiesen salido antes o si esas prácticas no se hubiesen desarrollado", comenta Cid. Shubenkov es vallista y compite contra Orlando Ortega, Kuchina, saltadora, era una de las principales rivales de Ruth Beitia para la altura femenina.

Hay una pregunta concreta más sobre el equipo de marcha, pues los rusos son fuertes caminando sobre el asfalto, del mismo modo que los son los españoles. "Es una lectura acertada fijarse en eso, porque ahí suben nuestras opciones de tener finalistas [con las marchadoras Raquel González o Julia Takacs], pero el tema no es que no vayan las rusas, sino que hubiesen ido con todos los controles pasados, que fuesen en las mismas condiciones que todos. No es que ahora tengamos ventaja, es que antes se daba una situación incorrecta", cuenta Cid.

El director técnico de la RFEA no se quiere detener en la superficie y ofrece un análisis más profundo sobre la situación, más allá de lo concreto y lo instantáneo. Y es que la decisión no deja de generar muchas dudas sobre su conveniencia. "Hay que respetar lo que dicen las instituciones. El informe McLaren es demoledor y lo que está aflorando es un tema muy grave, aunque la paradoja entre lo individual y lo colectivo es muy compleja", explica. Y es cierto. La IAAF y el TAS prohibirán la competición de uchos atletas que no han dado positivo, que son sospechosos por su pertenencia a una federación putrefacta, pero de los que no hay constancia sobre su implicación real en todo esto. Ese ha sido, además, uno de los argumentos esgrimidos por los atletas rusos para pedir su inclusión en la prueba. Sin éxito, claro.