Un chispazo de Ángel Di María ilumina a una Argentina que sigue sin jugar a nada

Un solitario gol de Ángel Di María fue suficiente para dar la victoria a Argentina(1-0), en un largo partido en el que el combinado albiceleste consiguió resolver en la prórroga gracias a un solitario latigazo del jugador del Real Madrid tras arrancada de Leo Messi. La albiceleste, plana, ramplona y jugando sólo a base de los destellos de sus individualidades, consiguió meterse en los cuartos del Mundial de Brasil con la ley del mínimo esfuerzo. Ahora les espera Bélgica, unas de las sensaciones del torneo. Suiza puso tesón, pero su físico se 'fundió' en el tramo final de partido, una situación que aprovechó Argentina para llevarse la victoria.

El combinado sudamericano sigue teniendo graves problemas en el medio del campo. El equipo juega al ritmo que marca Gago, pero que está muy lejos de lo que se espera de un jugador de primer nivel. Ya en la prórroga, la entrada de Biglia no solucionó el problema. En una de las pocas apariciones de un Messi excesivamente fatigado, el azulgrana consiguió dividir a la defensa para dar un balón a Di María que, con mucha clase, iba a cruzar su disparo ante Benaglio para dar la victoria a un combinado albiceleste que, pese a clasificarse,dejó malas sensaciones ante la peleona Suiza.

Argentina salió al terreno de juego atenazada. El combinado albiceleste era consciente de que el calendario del Mundial le había beneficado sobremanera, despejándole el camino para avanzar rondas sin demasiada complicación. Tras una fase de grupos relativamente sencilla -Nigeria, Bosnia e Irán-, los octavos de final la enfrentaban a un equipo como Suiza, con menos nombre que calidad. Pero, a priori, y con los jugadores de cada equipo sobre la mesa, el combinado de Alejandro Sabella debía ser claramente superior, pero nada más lejos de la realidad.

El combinado helvético salió peleón, con las ideas claras y con ganas de incordiar a una Argentina que era incapaz de mostrar su mejor versión. La importante baja por lesión del Kun Agüero mermó sobremanera a su equipo en ataque, donde Ezequiel Lavezzi era incapaz de ofrecer el nivel del delantero del City, con un Leo Messi completamente desparecido y un Gonzalo Higuaín al que no le llegaban balones. Sólo las cabalgadas individuales de Ángel Di María y las constantes subidas de Marcos Rojo por banda izquierda permitían a la albiceleste crear algo de peligro.

Suiza perdonó en la primera parte

Pero las mejores ocasiones del partido en la primera mitad fueron para Suiza, que gozó de dos grandísimas oportunidades que pudieron cambiar el signo del partido. Corría el minuto 27 cuando Sergio Romero realizaba una ágil intervención para salvar el gol del siempre peligroso Xherdan Shaqiri. Pero la más clara iba a llegar diez minutos después, cuando Josip Drmic se iba a quedarmano a mano con el portero argentino y, en su intento por lucirse, trató de inventarse una vaselilna que fue a parar mansa a las manos de Romero, que salvaba el primer gol de los suizos.

En la segunda parte, el partido no terminaba de explotar, de romperse. Había mucho miedo por ambas selecciones: Argentina, consciente de que debía de llevar el peso del encuentro, no quería recibir un gol; Suiza, con miedo a perder, se mostraba temerosa a verse por debajo en el marcador. Esta situación provocó que el partido se volviera gris, oscuro, sin brillo... hasta que Argentina quiso proponer algo distinto. Pasado el minuto 70 de partido, el combinado albiceleste empezó a empujar con más ambición, pero no tanto por su fútbol como por el evidente bajón de los helvéticos.

Una victoria sobre la bocina

Dos muy buenas intervenciones de Diego Benaglio a Higuaín y a Messi sirvieron para que Suiza siguiera con su portería a cero. Argentina apretaba ante los helvéticos, que se veían cómodos con el empate en el marcador. El delantero del Barcelona, muy lejos del nivel que mostró en el partido ante Nigeria, trataba de empujar a su equipo, aunque sin demasiado éxito. Su equipo necesitaba un jugador que se encargara de canalizar el juego en ataque, pero la albiceleste no tenía fuelle. Los helvéticos, muy retrasados en el campo, estaban muy contentos con llegar a la prórroga.

El tiempo extra siguió el mismo camino de los últimos minutos de partido, con una Argentina que intentaba poner algo más de fútbol, pero muy lejos de lo que se espera de un equipo que quiere ganar el Mundial. Una aparición, una única aparición de Messi, iba a servir para dividir al equipo rivaly filtrarle el balón a Di María, que se iba a inventar un gran disparo de primeras para dar el pase a cuartos a su equipo, aunque pudo cambiar si Dzemaili no hubiera estrellado un cabezazo contra el palo en la última jugada. Argentina sigue con vida en el Mundial tras derrotar a Suiza, un paso más en el torneo para un equipo que sigue sin ofrecer las cualidadesde un equipo tan potente como la albiceleste.

Ficha técnica:

1. Argentina: Sergio Romero; Pablo Zabaleta, Ezequiel Garay, Federico Fernández y Marcos Rojo (José María Basanta, m.105); Ezequiel Lavezzi (Rodrigo Palacio, m.73), Fernando Gago (Lucas Biglia, m.106), Javier Mascherano y Ángel Di María; Lionel Messi y Gonzalo Higuaín.

Seleccionador: Alejandro Sabella.

0. Suiza: Diego Benaglio; Stephan Lichtsteiner, Johan Djourou, Fabian Schäer, Ricardo Rodríguez; Valon Behrami, Gökhan Inler; Granit Xhaka (Gelson Fernandes, m.66), Xherdan Shaqiri, Admir Mehmedi (Blerim Dzemaili, m.113); y Josip Drmic (Haris Seferovic, m.82).

Seleccionador: Ottmar Hitzfeld.

Gol: 1-0, m.117: Ángel di María.

Árbitro: Jonas Eriksson (Suecia) amonestó a Xhaka, Gelson Fernandes, Rojo, Garay y Di María.

Incidencias: partidos de octavos de final del Mundial jugado en el estadio Arena Corinthians de Sao Paulo ante 63.255 espectadores.