El día que toda una pentacampeona mundial lloró por pasar a cuartos de final

Brasil es favorita en su Mundial. Por ser quien es, por jugar en casa y porque tiene a un crack como Neymar. Por eso, nadie le puede descartar jamás. Pero por su juego y su forma de plantear los partidos cuesta bastante pensar en que se alzarán con el ansiado trofeo. Y más tras ver cómo Colombia, su próximo rival, eliminó a Uruguay.

Ante Chile lo pasaron mal, muy mal. Tanto, que tras superar con agonía la tanda de penaltis, las lágrimas aparecieron para descargar la tensión acumulada. No era una final, aunque el estallido de alegría de la canarinha lo hiciera parecer. Eran los octavos de final simplemente. El alivio por seguir vivos después de haber tenido un nudo en la garganta durante casi tres horas explicaba los sollozos de Neymar o Julio Cesar. Ahí, seguro que Scolari no se acordaba de sus insultos a Vidal en la primera parte. Aunque Felipao, tras lograr el pase, decidió aportar su particular visión del arbitraje que tuvieron, quién sabe si para cosechar algo en las siguientes rondas. Y es que no es la primera vez que el seleccionador de la verdeamarela habla de los árbitros...

Más allá del inglés Howard Webb, que acertó en las decisiones más complicadas de un duelo duro por ambas partes, Brasil supo contra Chile lo que es estar sobre un campo de fútbol con una china en el zapato. Incapaz de proponer un fútbol combinativo e imaginativo que desarbolara la tela de araña y la presión asfixiante de los de Sampaoli, esta Brasil no tuvo más remedio que encomendarse a los tiros desde el punto de penalti.

Si el fútbol de Scolari, el de las torres en medio campo y los arietes trabajadores más que goleadores, ya estaba abriendo un profundo debate en el país del ‘jogo bonito’, la eliminatoria de octavos no va a amainar las críticas. Más bien, al contrario. Quizá por eso las palabras más llamativas del técnico en rueda de prensa trataban de hablar del decorado: “Los árbitros están un poco reticentes con Brasil y no sabemos si vamos a ser campeones, pero ya nos estamos preocupando un poco por este tema", dijo Felipao que pidió protección para su jugador más importante: "Neymar tiene el muslo muy hinchado. Fueron quince faltas de Sánchez hoy que, además, se tiró unas quince veces. Creo que Neymar se merece unas palabras positivas porque estuvo luchando a pesar de tener este problema físico".

Lo que sí es cierto es que la tensión se palpaba en cada lance, y más cuando los chilenos empezaron a presentar credenciales para acceder a cuartos dando la que sería la mayor sorpresa del Mundial de las sorpresas. A la media hora de juego, Vidal derribó a Neymar frente al banquillo del anfitrión, haciendo explotar al seleccionador brasileño, quien increpó duramente al mediocampista de la Juventus. Las imágenes dejan una frase muy explícita, a la par que de mal gusto, en los labios del técnico.

Con el paso de los minutos y ante las caras largas del público brasileño presente en el estadio de Belo Horizonte, que seguro eran representativas de las de los millones de sus compatriotas frente al televisor, la canarinha era incapaz de encontrar la ventaja en el marcador. Viéndose abocados a los penaltis, se pudo ver a Luiz Gustavo puesto de rodillas pidiéndole a Dios una ayuda en la suerte que debía dirimir el clasificado.

Julio Cesar, que paró dos lanzamientos, no pudo erigirse en héroe del día a causa de que Willian y Hulk erraron los suyos. Así, fue el palo, tras el acierto de un tranquilo Neymar, el que evitó el gol de Jara y decidió que la anfitriona debía seguir viva tras haber pasado con angustia un día donde se rozó la tragedia. De ahí las lágrimas del portero, o de Neymar, abrazando a su técnico como si hubieran logrado la más alta de las glorias.

Era solo un pase a cuartos. Pero Brasil lo vio tan crudo en un escenario tan imponente y donde se espera tanto de ellos, que la reacción fue la natural en el ser humano, por mucho que lleves cinco estrellas encima del escudo. Para evitar ese sofoco de ahora en adelante, Brasil necesita más fútbol sí o sí. Y las pocas pistas que dan sobre el campo es lo que sí puede agobiar de verdad a la ‘torcida’ brasileña…