Rosell, otro que se pone la Roja

Sandro Rosell también se pone la Roja. El presidente del Barcelona, recién estrenado su cargo en la entidad azulgrana, llega hoy a Johannesburgo, invitado por una marca de refrescos para presenciar la final del domingo. Una vez que Brasil cayó eliminada, trabajó durante muchos años con la Confederación brasileña y una de sus hijas nació en el país sudamericano, ya no oculta su deseo del triunfo español y lo justifica diciendo que "es la selección que más jugadores del Barcelona tiene y por eso quiero su triunfo". En las últimas horas se ha especulado con una posible reunión entre Rosell y Cesc, con el posible traspaso del capital del Arsenal como fondo.

 

La semana pasada fue Pep Guardiola el que estuvo en Johannesburgo y no dudó en ponerse al lado de la selección de Vicente del Bosque. El técnico del Barcelona alabó la actitud de la Roja, así como proclamó a los cuatro vientos que deseaba la victoria de España en el Mundial. Guardiola cree que España es superior al resto de equipos y que al margen de llevar el sello de identidad del Barcelona, el juego de España está muy unido al carácter de Del Bosque. El técnico azulgrana compartió hotel con los internacionales españoles, a los que deseó suerte en persona.

 

El toque azulgrana de esta selección es inevitable. Sólo la presencia de siete jugadores del Barcelona en el once titular del partido ante Alemania, ya deja bien a las claras cuál es la columna vertebral de la selección campeona de Europa. Además, el gol que metió a España en la final del Mundial, llegó como consecuencia de una jugada que el Barcelona lleva a la práctica en todos los partidos. "Es una jugada del Barcelona", reconoció ayer el seleccionador español.

 

La jugada en cuestión ya se pudo ver el día en el que el Barcelona goleó al Real Madrid por dos goles a seis y el capitán de la entidad azulgrana logró el segundo tanto azulgrana en el partido y que daba la vuelta al marcador tras el gol logrado por Sergio Ramos. La jugada fue idéntica a la del miércoles, aparición de Puyol que venía desde la segunda línea y remate que se cuela por el centro de la portería en aquel caso de Casillas.