Pintinho resquebraja el debate: "Vinícius no tiene derecho a decir que España es racista"

"Vaya coñazo el tema de Vinícius. Es un desagradecido, porque España lo ha acogido. No estoy de acuerdo con él", dice a El Confidencial Carlos Alberto Gómez Montero, Pintinho. No hizo falta ninguna pregunta para que comenzara la tormenta. El enfado del tercer brasileño en jugar en el Sevilla fue evidente. Negro y carioca, al igual que Vinícius, no le da la razón a su compatriota. Todo lo contrario. Vive en España desde hace 42 años, tiempo suficiente para tener una opinión fundada y para ser tajante: "Es él el que ha provocado a la gente".

Todo empezó el domingo, cuando Vinícius se encaró con la grada de Mestalla después de escuchar cánticos racistas. "Mono, mono, mono", le gritaron. No es la primera vez que le ocurrió al brasileño, que ya los escuchó en Mallorca y en diferentes campos de España. Y en El Metropolitano tras bailar junto a su compañero Rodrygo cuando celebraron un gol. Antes del derbi de cuartos de final de la Copa del Rey (3-1), apareció un maniquí del brasileño ahorcado en un puente cercano a Valdebebas. El problema viene de lejos.

La semana ha estado cargada de gestos de cariño hacia Vinícius después de lo ocurrido. El presidente del Madrid, Florentino Pérez, se reunió con él en privado en Valdebebas. En el partido del miércoles (3-1 frente al Rayo), lo invitó a sentarse a su lado en el palco. Desde allí presenció el homenaje de sus compañeros, que salieron todos con su camiseta al terreno de juego. Lo mismo hicieron el equipo de baloncesto y el de fútbol femenino.

El apoyo de Lula

"Hay muchos jugadores negros en su equipo y a ellos no les ha pasado nada. El entrenador también es culpable, porque lo protege. Todos los deportistas negros siempre hemos sido bien recibidos en España, no hemos tenido ningún problema", reflexiona Pintinho. El domingo hubo seis jugadores negros del Madrid en Mestalla -Rüdiger, Camavinga, Militao, Rodrygo, Vinícius y Tchouaméni- pero los incidentes sólo fueron con Vini, foco de los insultos de una minoría de aficionados. Pero que hacen mucho ruido.

La polémica ha llegado muy lejos. El lunes, el presidente de Brasil, Lula da Silva, ofreció unas declaraciones en apoyo a Vinícius en la cumbre del G7 en Hiroshima: "Le insultan en todos los estadios a los que acude (…) No permitamos que el fascismo y el racismo se instalen en los estadios de fútbol. Fue llamado mono. No es posible tener un prejuicio racial tan fuerte en los estadios en pleno siglo XXI".

"Lula se tiene que dedicar a cuidar de Brasil, porque la gente se muere de hambre allí. Brasil sí que es un país racista y Lula intenta dar ejemplo con ese tema… Yo conozco mi país y sé de lo que hablo. En España hay impresentables, como en todos lados, pero para nada es un país racista". Pintinho vivió 25 años en el gigante sudamericano antes de emigrar a España para jugar en el Sevilla. Eran los tiempos de la dictadura militar que duró dos décadas (1964-85).

¿Saldrá del Madrid?

Vinícius, según avanzó The Athletic, sopesa abandonar el Real Madrid después de lo ocurrido. El brasileño está cansado de ser el centro de los insultos de los aficionados rivales. "Que se vaya de aquí si no está cómodo. Es que parece que la gente lo está echando. Le falta inteligencia; es corto de cabeza", explica Pintinho.

"Hace poco me dijeron en la plaza de Alfalfa, en Sevilla, que me volviera a mi país. Fue una señora que es profesora en el colegio. No me preocupó en absoluto, porque son hechos aislados. ¿O es que los insultos pasan en todos los estadios?". Lamentablemente, este tipo de discriminaciones por la raza no sólo ocurren en el deporte".

El protocolo del racismo se activó en Mestalla, donde se paró el partido unos segundos, pero los jugadores no acabaron en los vestuarios. Si los insultos se producen una vez, se detiene el encuentro. A la segunda, hay que meterse dentro. "La solución es que la gente de LaLiga y el Comité Disciplinario tome cartas en el asunto. La única forma de parar esto es quitar los puntos a los equipos, porque están estropeando este deporte. Además, hay que vetar la entrada a los estadios de estos impresentables".

"Entiendo que Vinicíus esté cabreado, pero no tiene derecho a decir que España es racista porque no es así", zanja Pintinho. Mientras tanto, las instituciones se movilizan para castigar lo acontecido en Mestalla, que, de momento, se ha saldado con el cierre parcial de la grada y la detención de tres aficionados valencianistas identificados por insultos racistas.