Taty Castellanos, el niño que no querían en su país por su físico y al que ya vigila Guardiola de cerca

El Real Madrid vivió una tarde para olvidar en Motilivi. El conjunto blanco fue aplastado por el Girona (4-2), en un partido en el que la defensa madridista no hizo acto de presencia y en el que hubo un protagonista destacado: Valentín Taty Castellanos. El delantero del conjunto catalán fue, sin ningún género de dudas, el gran héroe de su equipo, siendo el encargado de hacerle un póker al conjunto de Carlo Ancelotti, algo solo al alcance de jugadores que han hecho historia.

Pero Taty Castellanos no siempre lo tuvo fácil, ni tan siquiera en el Girona. Y es que el delantero argentino, que llegaba al equipo con la vitola de gran goleador y de futbolista de primer nivel, no estaba teniendo demasiada fortuna de cara al gol en lo que va de curso. De hecho, antes del partido ante el Madrid, tan solo había marcado 7 tantos y había sido duramente criticado por un garrafal fallo en el Camp Nou, al punto de que llegó a cerrar las redes sociales por los insultos recibidos.

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Aquel día, ante el Barcelona, Míchel fue su mayor defensor: "Estoy seguro de que va a meter muchos goles y nos va a dar muchas alegrías", decía al término del partido. No se equivocaba lo más mínimo y, solo unas semanas más tarde, el partido de Castellanos ante el Madrid fue brillante. Cuatro goles para dar la victoria a su equipo, dejarle una temporada más en Primera y, sobre todo, consolidarse como delantero goleador en una de las ligas más competitivas del mundo.

Y es que no todos los días un mismo jugador es capaz de hacerle un póker al vigente campeón del Europa, si no es menos cierto que el camino de Taty hasta llegar al fútbol profesional no siempre fue sencillo. Nacido en Mendoza (Argentina) hace 24 años, desde muy joven tuvo problemas para encontrar equipo por su físico: delgado, no muy potente y con no demasiada fuerza, no muchos equipos querían contar con el delantero hasta que creciera, y muchos grandes le rechazaron.

Formado en una escuela de fútbol de Mendoza que dirigía el campeón del mundo en el 78 Leopoldo Duque, pronto demostró grandes cualidades deportivas, pero su cuerpo seguía sin acompañar. A pesar de ello, se convirtió en uno de los mejores jugadores de la liga de Mendoza, lo que le valió para hacer pruebas con River Plate y Lanús, pero en ambos casos le rechazaron por su físico. Así, solo unos años después, decidió emigrar a Chile con su padre en busca de oportunidades.

Ficharía por la Universidad de Chile, donde destacaría en las categorías inferiores. Solo jugó un partido con el primer equipo, para fichar por el Montevideo City Torque, lo que le cambiaría la vida. ¿El motivo? Jugó dos temporadas a muy alto nivel, ganando la liga de Segunda, y el hecho de que el conjunto uruguayo formara parte de la órbita de equipos del Manchester City provocó que no fuera un fichaje más. Solo un año después, se 'movía' a otro equipo 'citizen', el New York City.

Allí jugó cuatro cursos, donde ganó una MLS y se convirtió en máximo goleador del torneo. Hasta que esta temporada, tras ascender a Primera el Girona -otro de los equipos satélites del City-, decidieron darle la oportunidad en Primera: los catalanes buscaban un delantero y Taty tenía la oportunidad de jugar en una liga de primer nivel. No solo no ha defraudado en su primera aventura, sino que está brillando, poniendo la guinda con su partidazo ante el Madrid.

Hacía una década que al Madrid no le marcaba cuatro goles un mismo jugador, desde que Robert Lewandowski lo hiciera en las semifinales de Champions con el Borussia. Ahora, Taty Castellanos, ese niño al que no querían en su país por su físico, se ha hecho un nombre y Pep Guardiola ya lo vigila de cerca para su City. Aún quedan siete partidos para acabar el campeonato y el argentino puede pelear por seguir escalando posiciones en el Pichichi tars su histórico póker en Montilivi.