El Unión Adarve denuncia al Barcelona por supuesto fraude en el fichaje de Marcos Alonso

Crecen los problemas en Can Barça. En una semana que puede ser decisiva en lo deportivo, con el equipo disputando un importante encuentro frente al Manchester United en la Europa League, ha salido a la luz el pago de hasta 1,4 millones de euros entre 2016 y 2018 al que era uno de los vicepresidentes del Comité Técnico de Árbitros por entonces, Enríquez Negreira.

El que fuera árbitro de Primera División durante más de una década percibía el dinero procedente del conjunto blaugrana a través de la empresa DASNIL 95 SL y, según detalló el propio Barça en un comunicado, su labor era de realizar "informes técnicos referidos a jugadores de categorías inferiores del Estado español para la secretaría técnica del Club".

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En mitad del lío por los pagos a Enríquez Negreira, con la Fiscalía pendiente de tomar una decisión judicial, y con el conjunto dirigido por Xavi Hernández jugándose su continuidad en Europa al verse las caras con unos red devils que lo están haciendo cada vez mejor en la Premier League, ha surgido un nuevo problema en torno a Marcos Alonso.

La AD Unión Adarve, equipo madrileño que está presente en la 2ª RFEF, ha denunciado al Barça ante la FIFA reclamando una suma de dinero como parte de sus derechos de formación al considerar que su llegada al Camp Nou fue mediante un traspaso procedente del Chelsea, y no como jugador libre.

Unión Adarve acusa al Barça de "haber simulado supuestamente una inscripción de jugador desempleado ocultando una verdadera transferencia internacional, mediante intercambio de jugadores en la que se añadía una cantidad económica adicional", refiriéndose al pase de Aubameyang al conjunto londinense, y sitúa el traspaso en alrededor de 12 millones de euros, lo que supondría una importante inyección económica en el modesto equipo del Barrio del Pilar de Madrid por el llamado "mecanismo de solidaridad".

Marcos Alonso jugó durante dos etapas en el Unión Adarve antes de ser profesional, de 2001 hasta 2002, y desde finales de 2004 hasta mediados de 2005, por lo que al equipo madrileño le corresponde un porcentaje de dinero por cada traspaso que protagonice el lateral izquierdo.