El rebrote de la violencia en el fútbol español: del 'macaco' a Vinicius al 'mono' a Akapo

El fútbol español está sufriendo un rebrote de violencia verbal y física. Aumenta la preocupación en la Liga y en su presidente, Javier Tebas, con el incidente protagonizado por un aficionado en el partido entre el Granada y el Cádiz en el estadio Nuevo Los Cármenes. Las cámaras de televisión captaron el momento en el que el jugador del Cádiz, Carlos Akapo, se enfrenta al seguidor que le está haciendo el gesto del mono. Los insultos racistas y xenófobos, aunque sean aislados, vuelven a dañar la imagen de la Liga.

Está siendo una temporada en la que se suceden este tipo de actos con violencia verbal y física dentro y fuera de los estadios. El regreso de los aficionados a los estadios después de levantar las restricciones provocadas por la pandemia deja episodios lamentables, bochornosos y preocupantes. La Liga hizo saltar las alarmas tras el Clásico disputado el pasado 25 de octubre en el Camp Nou. El jugador del Real Madrid, Vinicius, fue increpado por un aficionado cuando se retiraba del campo por la banda. Las cámaras de televisión captaron el insulto (macaco) y cómo el brasileño reprochaba la agresión verbal.

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D. O.

Tras el partido, el entrenador del Barcelona, Ronald Koeman, vivió una situación de angustia a la salida del estadio. El coche del técnico holandés fue rodeado por un grupo de personas, su mujer estaba dentro, y sufrió insultos. "Si no controlamos la violencia verbal, que es el antecedente de la física, podemos acabar como en Francia. Por lo tanto, la estrategia que teníamos antes de la pandemia, que fue ser muy duros con la violencia verbal, vamos a seguir aplicándola porque, si no, es el antecedente de la física", es la postura que expresó Javier Tebas tras los incidentes del Clásico.

La medida que adoptó la Liga fue denunciar el insulto racista a Vinicius ante la Fiscalía de la Sala de delitos de Odio de Barcelona por si los mismos resultasen constitutivos del delito tipificado en el artículo 510 del Código Penal. La Liga, en casos como los de Vinicius y Akapo, se persona como acusación particular.

Son varios los hechos de gravedad que sacuden al fútbol español en una temporada con repunte de la violencia. El jugador del Barcelona, Samuel Umtiti, también sufrió insultos a la salida de un entrenamiento. El francés sí salió del coche para recriminar el comportamiento a las personas que le increparon. El derbi sevillano disputado entre el Betis y el Sevilla tuvo que ser suspendido por el lanzamiento de un objeto que impactó en Joan Jordán y supuso el momento más crítico y de máxima preocupación en la Liga. El recurso del club verdiblanco ha conseguido que el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) concediera la medida cautelar sobre el cierre del estadio Benito Villamarín. La sanción ha quedado pospuesta hasta que no haya una resolución firme.

Las sanciones no se corresponden con la gravedad de los hechos. No hay grandes medidas que puedan ser ejemplarizantes y disuasorias. Sigue siendo complicado atajar la violencia en el fútbol. Vuelve a verse situaciones desagradables. Como la llegada del autobús del Atlético de Madrid al Reale Arena de San Sebastián que resultó apedreado en un brutal ataque. Un vergonzoso recibimiento en el que se vio a Simeone fuera de sí, dentro del autobús, pidiendo a las fuerzas de seguridad más protección.

La imagen de un menor escupiendo al portero del Real Madrid, Thibaut Courtois, en el partido entre el Rayo y el Madrid en Vallecas es otra de las que produce vergüenza y preocupación en la Liga. Otra escena captada por las cámaras de televisión en la misma jornada que el lamentable insulto a Akapo.

Akapo y la imagen de la vergüenza

El último incidente en un terreno de juego fue el ocurrido este lunes con el jugador cadista Carlos Akapo. Era el minuto 59 del partido ante el Granada, cuando era retirado del campo y decidía salir por la línea de fondo. En ese momento, su mirada se dirigió a la grada, donde un 'aficionado' que estaba allí sentado comenzó a hacer los gestos de un mono hacía él, en una clara ofensa racista. El ecuatoguineano no dudó un solo segundo en recriminarle lo que estaba haciendo, algo que también sucedió con algún otro aficionado de la grada, en una imagen que quedo grabada por las cámaras de televisión y que ha dado la vuelta al mundo.

Al término del partido, el propio Akapo se hacía eco de lo sucedido en redes sociales: "El racismo hay que erradicarlo. Es lamentable que a día de hoy en 2022 haya actos así en un campo de fútbol. Hay que dar ejemplo también desde la grada. Sé que han sido 4 gilipo… por llamarlos de alguna manera, pero no podemos dar ese ejemplo a los niños y a toda la gente", explicaba el jugador. "Me voy jodido, porque en el fútbol los valores que deben primar son de respeto", explicaba en otro mensaje. Pocos minutos más tarde, el propio Granada sacaba un comunicado condenado lo ocurrido en su estadio.

Tras sucederse la acción, el propio Akapo se dirigió hacia el cuarto árbitro para indicarle lo sucedido y José María Sánchez Martínez, colegiado del encuentro, no dudó en incluirlo en el acta de la siguiente manera: "Al término del encuentro, se me comunica que Akapo recibió insultos y gestos contra su persona por parte del público ubicado en el fondo por donde se retiraba del terreno de juego". En el escrito, deja claro que ninguno de los componentes del equipo arbitral fue testigo de la acción "al encontrarse el partido en juego", pero lo hacía constar en el acta para que se tomaran las medidas oportunas.

Ha sido este martes cuando LaLiga ha anunciado que emprende acciones legales: "Ante los hechos ocurridos en el partido celebrado en el Nuevo Estadio de Los Cármenes, en el que un aficionado local presuntamente increpó con insultos racistas al jugador del Cádiz Carlos Akapo, se informa que LaLiga procederá a denunciar dichos hechos ante el Fiscal delegado de delitos de odio de la Fiscalía Provincial de Granada por si los mismos resultasen constitutivos del delito tipificado en el artículo 510 del Código Penal", explica en un comunicado. Este es el último incidente en el fútbol español, donde la violencia va 'in crescendo' en los últimos meses.

La Liga pide más firmeza y contundencia a los clubes en sus medidas sancionadoras para que aquellos aficionados que protagonicen estos hechos sean expulsados. Es más complicado el nivel de actuación fuera de los recintos deportivos donde el dispositivo de seguridad no es competencia de los clubes.