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Vinícius Júnior se gana a Ancelotti: no hay quien pare al brasileño del Real Madrid
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Mucho más maduro en la definición

Vinícius Júnior se gana a Ancelotti: no hay quien pare al brasileño del Real Madrid

Es el máximo goleador de LaLiga con tres tantos y el segundo futbolista con más regates completados (10). Ha mandado a Hazard al banquillo tras empezar como un tiro

Foto: Vinícius Júnior sonríe tras marcar un gol. (Reuters)
Vinícius Júnior sonríe tras marcar un gol. (Reuters)

Vinícius Júnior está siendo la sensación del Real Madrid en este inicio de Liga. A la espera de la ansiada llegada de Kylian Mbappé, el habilidoso extremo brasileño se ha encargado de guiar los pasos del Real Madrid en campo contrario a través de su verticalidad, velocidad e insistencia. Como un cuchillo entrando en mantequilla, el atacante blanco siempre ofrece una solución al espacio en un equipo que, por lo general, ha arrastrado carencias al contragolpe en los últimos años. Vinícius, que ya lleva tres goles en tres partidos, ha entrado como un ciclón a esta temporada. Si el equipo duda y titubea, él siempre responde de la manera más tajante posible. Alza la mano, lanza la carrera a la espalda de su defensor y dibuja una diagonal profunda que siembra el pánico en la línea defensiva rival.

Foto: Vinicius intenta desbordar a Guido Rodríguez. (EFE)

En un deporte donde se pasa del negro al blanco sin escala de grises y se baja a los futbolistas del altar de un día para otro, Vinícius ha atravesado una etapa de maduración que solo ha hecho que reforzar su fútbol. Aun cuando menos minutos tenía y más relegado al banquillo parecía, siempre se ha mantenido fuerte mentalmente y nunca ha pensado que su camino estuviese fuera del club de la capital. A sus 21 años, la personalidad arrolladora del carioca le impulsa a echarse a la espalda el peso del escudo del Real Madrid y convertirse en la mayor fuente de desborde blanca.

Ancelotti ve mucho potencial en él

Y así ha sido desde el primer día. Vinícius la pedía y encaraba. Luego fallaría o acertaría, se enredaría en la definición o le faltaría la pausa necesaria dentro del área que marca la diferencia entre los jugadores decisivos frente al portero y los que todavía no lo son. Como en la temporada pasada, donde marcó tres goles en cinco partidos, Vinícius Júnior ha empezado como un tiro. Tal ha sido su nivel que Carlo Ancelotti, quien ve más potencial que Zinedine Zidane en su figura, no ha tenido más remedio que dejar la paciencia con Eden Hazard de lado y entregarle la titularidad al internacional sudamericano.

placeholder Vinícius fue un quebradero de cabeza para el Betis. (EFE)
Vinícius fue un quebradero de cabeza para el Betis. (EFE)

Si en la dos primeras jornadas vimos a un Vinícius Júnior capaz de revolucionar el encuentro desde el banquillo y cambiarle la cara al ataque blanco, ante el Betis vimos a ese futbolista con la entereza suficiente como para ser un peligro constante durante 78 minutos. Primero con un jugadón personal que Karim Benzema no pudo culminar en el minuto cinco del choque en el Benito Villamarín y luego con su amenaza al contragolpe. La guinda llegó en el gol. Participación directa en el 0-1 de Daniel Carvajal al arrastrar a varios defensores hasta la línea de fondo para habilitar la asistencia del delantero galo y que surgiese el gol del lateral. Vinícius volvió a ser determinante para su equipo.

La suplencia frente al Deportivo Alavés le sirvió para sacudirse la presión y matar el partido en la segunda mitad. Ante el Levante, misma fórmula e impacto mucho mayor. No solo por el doblete y la expulsión forzada del portero, Aitor Fernández, al tratar de evitar su incursión al espacio, sino por la determinación para ganar un partido que enloqueció y se puso cuesta arriba. Y es que Vinícius Júnior siempre hace su partido, para lo bueno o para lo malo. Por eso aparece como una válvula de escape al contragolpe si el rival se decide a presionar al Real Madrid arriba.

En partidos con espacios, de ida y vuelta o a campo abierto, el brasileño es un elemento muy difícil de frenar hasta el punto de ser el máximo regateador ante el Betis (siete acciones completadas) y el segundo en LaLiga (con 10 regates) a pesar de haber jugado tan solo 55 minutos. Además, también encabeza la tabla de máximos goleadores de LaLiga junto a Carlos Soler, Erik Lamela o Ángel Correa. Otro punto importante son sus ayudas al lateral. Vinícius siempre sigue a su adversario y brinda una mano en defensa para no dejar situaciones de dos contra uno.

Ahora, calmado y sensible en la definición, ha supuesto otra dimensión para el Real Madrid tras seguir las directrices del técnico italiano: "Tiene calidad en el uno contra uno, para marcar goles le he dicho que es muy difícil marcar tras muchos toques. Hay que marcar en uno o dos toques, y eso ha hecho en su gol". Ancelotti confía en poder extraer las mejores virtudes del brasileño y Vinícius, en explotar al máximo los minutos que dispute. Algo que, con la intención de club y cuerpo técnico de recuperar a Eden Hazard, podría haber puesto al belga por delante de él. "Puede ser titular o estar en el banquillo, como Hazard. Evalué que su racha era buena, pero Hazard lo hizo bien cuando entró", confesó el entrenador transalpino en la rueda de prensa posterior al encuentro. Ahora solo queda ver cuál es el techo del brasileño.

Vinícius Júnior está siendo la sensación del Real Madrid en este inicio de Liga. A la espera de la ansiada llegada de Kylian Mbappé, el habilidoso extremo brasileño se ha encargado de guiar los pasos del Real Madrid en campo contrario a través de su verticalidad, velocidad e insistencia. Como un cuchillo entrando en mantequilla, el atacante blanco siempre ofrece una solución al espacio en un equipo que, por lo general, ha arrastrado carencias al contragolpe en los últimos años. Vinícius, que ya lleva tres goles en tres partidos, ha entrado como un ciclón a esta temporada. Si el equipo duda y titubea, él siempre responde de la manera más tajante posible. Alza la mano, lanza la carrera a la espalda de su defensor y dibuja una diagonal profunda que siembra el pánico en la línea defensiva rival.

Vinicius Junior