Marco Asensio aplasta por completo a un Bale cada vez más señalado

No tuvo la menor duda a la hora de tomar un decisión. El partido ante el Valencia se torcía y Zidane no vaciló. Retiró a Gareth Bale del terreno de juego, momento en el que desde las gradas del Santiago Bernabéu surgió un sonoro coro de silbidos. La masa social empieza a perder por completo la paciencia con un futbolista pagado a precio de oro (101 millones de euros) y que continúa sin dar un firme paso al frente. En el interior del club, igualmente, crece la preocupación porque el británico sigue sin aparecer con el brillo esperado. En la misma medida que se estima que ya no se puede poner freno alguno a Marco Asensio...

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Jesús Garrido

El rendimiento de Bale alumbra muchas dudas, las que nublan la zona ejecutiva del Santiago Bernabéu, pero también el propio vestuario. No, no es de ahora, el partido de este pasado domingo ante el Valencia es uno más. Desde hace mucho tiempo se entiende que las prestaciones de Bale no son las esperadas, que sólo aparece a ratos y que su potencial no tiene reflejo, con continuidad, sobre el verde. Y ese debate que se abre cada día más también aparece en escena en el lugar donde conviven los jugadores.

Protegido absoluto de Florentino Pérez, al que consideraba sucesor de Cristiano Ronaldo, en el campo y también para recoger balones de oro y demás premios individuales, el rendimiento de Bale genera cada día que pasa más interrogantes. Sobre todo porque la salida de Morata ha dejado al plantel sin un elemento de primer nivel, con Borja Mayoral, por el momento, a la espera de conocer su destino en el caso de que haya algún movimiento en la plantilla. No es la primera vez que se duda, internamente, del galés, cuya categoría no se manifiesta con la contundencia esperada.

Zidane templa gaitas

El mercado de fichajes entra en la recta final —en España acaba el 1 de septiembre— y todavía está a tiempo el Real Madrid de hacer un último movimiento. Zidane ha manifestado que no quiere que nada se mueva, que quiere mantener la actual plantilla, pero Bale se encarga de agitar el debate con su rendimiento. Mbappé era un objetivo prioritario para Florentino Pérez, que tras mucho pensar descartó la compra del atacante francés por su excesivo precio, que pagará el PSG finalmente. Cristiano Ronaldo sigue siendo fiable, pero como sucedió la temporada pasada, tendrá descanso más de una vez. Y Bale, por lo que se está viendo, no asegura el número de goles esperado.

El Real Madrid, también el futbolista, cerró los oídos este verano, cuando el Manchester United, como reconoció el mismo Mourinho, tanteó al zurdo de Cardiff. Este lunes 'Daily Star' aseguraba que el club británico ha realizado un nuevo intento, llegando a ofrecer al club blanco 105 millones de euros. "Es un jugador importante de la plantilla y nada más. Vamos a seguir trabajando y contando con él, igual que con los demás", zanjó Zidane este pasado domingo, evitando agitar más el debate. Y no, la realidad es que el entrenador espera que su estrella, con un decreciente brillo, espabile cuanto antes. Sus compañeros, también...

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Mientras Bale pierde terreno, pierde protagonismo, todo lo contrario sucede con Marco Asensio. Se ha desatado por completo en estas primeras semanas de temporada y su rol ya no será el del pasado ejercicio. Imposible sujetar el talento sobresaliente del mallorquín. El club ya tiene preparado un nuevo contrato para el internacional de Lopetegui, con una cláusula de rescisión lo suficientemente elevada como para espantar a cualquier jeque. "Ojalá siga de esta manera", dijo Zidane al referirse al balear. Un elemento ahora fundamental en el equipo en la misma medida que Bale va perdiendo en el camino el rol de intocable.