El emir de Qatar obligó a Verratti a pedir perdón, pero después le dobla el sueldo

“Que el PSG no quiera vender al Barça a Verratti es una simple cuestión de orgullo. ¿Sabes lo que me dijo Al Khelaifi? ‘Tiene contrato con nosotros hasta el 2021 y no podría venderle porque le considero el 'crack' en torno al cual quiero construir un gran PSG. Además, si lo vendo, me juego el puesto. En Doha nunca me lo perdonarían”. Y colorín colorado, este culebrón veraniego se ha acabado antes de tiempo por mor de la indiscreción en las páginas del ‘Corriere dello Sport’ de Donato di Campli, agente del mediocampista italiano y, a la sazón, el principal causante de que el chaval de Pescara se vea obligado a aplazar su sueño de ponerse la elástica azulgrana este verano.

En su afán por tensar la cuerda con la intención de forzar un cambio de postura por parte del presidente del cuadro parisino que permitiera entrar en escena a Bartomeu con una oferta galáctica por Verratti, lo que acabó consiguiendo el ‘procurador’ del internacional transalpino el pasado jueves fue precisamente el efecto contrario. El titular del artículo publicado por el rotativo romano, ‘Verratti, prisionero del emir’, desató la ira del mismísimo jefe de Estado de Qatar, Tamim ben Hamad al Thani, quien en su calidad de propietario del PSG (Nasser Al Khelaifi no deja de ser más que su hombre de confianza, ya que ni siquiera es jeque, como sostienen algunos medios) dio un puñetazo en la mesa y dijo hasta aquí hemos llegado. Sus órdenes fueron tajantes: vuelta al ruedo el día 7, como estaba previsto en un principio, acompañado de una disculpa pública por las ofensivas palabras de su apoderado, precedida de otra delante de sus compañeros y cuerpo técnico.

Dicho y hecho. Verratti se presentó en la mañana del viernes en las instalaciones de Camp des Loges con perfil bajo, entonando el ‘mea culpa’ por la parte que le corresponde e incluso reprendiendo a Di Campli por sus desafortunadas declaraciones en un vídeo que fue colgado en las redes sociales del club. “Hemos pasado unos días difíciles. También he visto esta mañana unas declaraciones de mi agente y quiero decir que no reflejan mis pensamientos, no son mis palabras. Sé que él trabaja para mí, por eso estoy aquí para disculparme con el club, con toda la gente que trabaja aquí, con la afición y los jugadores”.

Intencionado desliz

Siguiendo al dedillo las directrices trazadas desde Doha, Verratti aprovechó la coyuntura para cerrar definitivamente la puerta a su posible marcha del PSG. “Estoy muy contento aquí, ya hemos empezado con los entrenamientos y estoy muy feliz de haber vuelto y empezar a prepararme, reencontrarme con el club, con los compañeros y los entrenadores. Sé que el club confía en mí y quiero disculparme una vez más; ya saben que no hablo mucho porque tengo mucho respeto por este club. Si después de cinco años soy un gran jugador es gracias al Paris Saint Germain. Voy a seguir dando lo mejor de mí para este club”.

De algún modo, el intencionado desliz protagonizado por Di Campli terminó por llevar el embrollo en que se había convertido la continuidad de Verratti justo al sitio donde la querían los mentores del cuadro francés, entre las cuatro paredes del palacio del emir catarí. Con Al Khelaifi empezando a dar muestras de flaqueza ante el órdago que le lanzó un mes atrás el volante italiano, cuando le notificó en persona su deseo de abandonar París y fichar por el Barça, la metedura de pata del representante y hombre de confianza de Verratti terminó por activar las alarmas a orillas del Golfo Pérsico, propiciando una respuesta contundente que contrarrestara de una vez por todas el amago de rebeldía de su jugador franquicia.

Ahí no queda la cosa, porque el presidente del subcampeón francés ha aprovechado lo sucedido para ‘sugerir’ a su estrella un posible cambio de representante, ávida cuenta que, tras sus polémicas revelaciones, Di Campli no será bien recibido a partir de ahora en el Parque de los Príncipes. Pese a ello, Verratti no tiene la intención de ‘tragar’ en ese punto.

Radical negativa

El ‘regista’ de la ‘Azzurra’ no es el primer futbolista en descubrir cómo se las gasta el segundogénito de Hamad bin Jalifa, anterior emir de la pequeña nación de Oriente Medio, cuando le tocan la fibra sensible. Thiago Silva, Marquinhos o el propio Edinson Cavani se han visto obligados a meter en un cajón todas las ofertas que han recibido desde que aterrizaron en la capital gala ante la radical negativa al traspaso de su acaudalado propietario.

En cualquier caso, ese ‘ordeno y mando’ con el que suelen actuar en el cuadro parisino desde la llegada de los cataríes en 2011 no les va a salir gratis. Ni mucho menos. Tanto el jugador italiano como su agente han hecho ver a la entidad, en medio de todo este culebrón, que los 6 millones de euros que percibe al año no se ajustan en absoluto al peso que tiene dentro del juego del equipo ni a su condición de ídolo máximo entre los seguidores, como certifica el hecho de haber sido el jugador de la plantilla que más camisetas ha vendido a lo largo del último ejercicio.

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En definitiva, que en breve podría anunciarse una revisión muy al alza de su actual contrato (sería la quinta en cinco años y podría llegar a doblar sus emolumentos) que le coloque a la altura, e incluso por delante, de Thiago Silva y Cavani, los dos futbolistas del cuadro que dirige el español Unai Emery con las fichas más elevadas, rondando los 13 millones de euros.