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Goleada de otra época, pero pitos al principio, pitos al descanso y pitos al final
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la franja remontó, pero se quedó con nueve

Goleada de otra época, pero pitos al principio, pitos al descanso y pitos al final

Lo que puede cambiar una roja un partido. El Rayo empezó dominando, remontó el gol de Danilo y rozó el tercero. Pero la roja a Tito fue lo mejor que le pudo pasar al Madrid, que lo aprovechó

Foto: Bale marcó cuatro goles con el Madrid por primera vez (EFE).
Bale marcó cuatro goles con el Madrid por primera vez (EFE).

Lo que le pasa al Rayo contra los grandes equipos sólo les sucede a ellos. Es antinatural la manera que tiene de inmolarse cuando está ganando a Madrid o Barça. En el Camp Nou, esta misma temporada, se adelantó con un gol de Javi Guerra y el Barça le dio la vuelta al encuentro rápidamente con dos penaltis que se encontró. Esta vez, en casa del vecino blanco, dio la vuelta en dos minutos al tanto inicial de Danilo, tuvo una clarísima ocasión para poner el tercer gol y, de repente, cuando era el clarísimo dominador del encuentro, Tito hizo una entrada absurda en el centro del campo sobre Kroos y se cargó todo el trabajo hecho. Todo lo sucedido 'a posteriori' vino provocado por esa acción inútil. El Madrid, por supuesto, en una situación de descontento global, aprovechó para darse un homenaje de otra era.

Cualquier otro año en el Bernabéu, un partido como éste habría sido el jolgorio de todos los presentes en la grada azul del coliseo blanco. Sin embargo, lo que está viviendo el Madrid es un infierno incluso cuando gana, cuando golea con alevosía como es este caso. La afición está hasta las narices de todo que ya casi ni se alegra de que su equipo disfrute, porque lo importante es que no les hacen disfrutar desde hace mucho tiempo. El madridismo está cansado de tanta irregularidad, de que unos días se metan ocho o nueve goles y al día siguiente se pierda en el Madrigal o se salga escaldado de un Clásico. Tampoco se puede olvidar que este día el Madrid ya no lleva el parche de campeón del mundo, que ahora será del Barça. Es duro que el Madrid no gane títulos y el Barça sí.

Además, los quince primeros minutos cabrearon y mucho al respetable. El Rayo es un equipo que tiene el balón, que practica un deporte diferente al resto, porque lo del Rayo es deporte de riesgo. Los franjirrojos quieren tener el balón y ser muy ofensivos teniendo mucha menos calidad que la mayoría de sus rivales. Pero a Jémez eso no le sirve como excusa. Así, también quiere hacer lo mismo contra los grandes, contra los mejores del planeta. Y claro, suele salir a media docena de goles por partido contra ellos. Pero siempre tiene ese punto, ese momento en que parece que puede dar la sorpresa. En el Bernabéu fue el primer cuarto de hora: dos goles, ocasión de un tercero y la sensación de dominar posicionalmente al Madrid. Eso es inaceptable para el público y con razón.

Lo que vino después de la expulsión de Tito fue intrascendente para los que pagan la entrada. Silbaron al equipo antes de empezar, después del 1-0, después del 1-2, en el descanso, durante la segunda parte y al final. Esa presión que ejercen los aficionados se notó en el césped. El Madrid remontó, como es natural, sobre todo porque el árbitro pitó uno de esos penaltis que jamás se pitan y también expulsó a Baena. Pero había gestos y miradas en el equipo de Benítez que no coincidían con la alegría que mostraba el marcador.

En una acción de la primera parte, el Rayo atacó al Real Madrid y tras acabar la jugada en un saque de esquina, Sergio Ramos recriminó, entre otros, a Cristiano Ronaldo. Por supuesto, el portugués no se lo tomó bien y le respondió muy negativamente, por decirlo de manera suave. Fue uno de tantos gestos que se vivieron en el Bernabéu. No se correspondían los goles con los gestos de los jugadores.

Y a todas estas, el Rayo siguió atacando pese a todo. En la segunda parte, mientras cada ataque blanco se convertía en un gol, el Rayo persiguió otro tanto. Porque eso es el Rayo: atacar mientras se está vivo. Lass Bangoura es uno de esos jugadores que dentro del caos suele funcionar de maravilla. Entre la poca tensión defensiva del Madrid y el buen hacer del africano, Keylor tuvo que aparecer en varias ocasiones para evitar que se produjese algo casi ridículo, esto es, que el equipo franjirrojo le marcase un gol con nueve jugadores.

"Hay jugadores que han llorado"

"He visto a muchos profesionales que llevan años preparándose para esto llorando", dijo Paco Jémez en la rueda de prensa. Se ha sentido "pisoteado" el entrenador del Rayo. "No beneficia al Real Madrid, ni a nosotros, ni al fútbol español ni al estamento arbitral", dijo. Y es que este resultado es algo de otra época. Para que se hagan una idea, nunca en la historia de la Liga ni en la historia del Madrid un partido acabó 10-2. De hecho, el equipo blanco se quedó a un solo gol de su máxima goleada histórica, la conseguida ante el Elche en la temporada 59-60 por 11-2. Es algo extraño, un resultado que sólo se ve una o dos veces en medio siglo y que deja claro cómo una decisión incorrecta de un árbitro puede desvirtuar tanto un encuentro de la supuesta mejor Liga del mundo.

Cuatro goles de Bale, algo que nunca había hecho. Tres goles de Benzema, que se tendrá que pelear con el galés por llevarse el balón. Dos de Cristiano Ronaldo, que como marcó menos que sus compañeros de ataque no se fue contento. Otro de Danilo, que fue un desastre en los diez minutos sucesivos en los que el Rayo empató y remontó. Diez goles que no alegran a la grada.

Ficha técnica:

10 - Real Madrid: Keylor Navas; Danilo, Pepe, Sergio Ramos, Marcelo (Lucas Vázquez, m.62); Kroos, Modric, James (Kovacic, m.65); Bale (Arbeloa, m.74), Cristiano Ronaldo y Benzema.

2 - Rayo Vallecano: Yoel; Tito, Amaya, Zé Castro (Montiel, m.80), Nacho; Baena, Trashorras, Jozabed, Lass (Bebé, m.63); Pablo Hernández (Quini, m.21); y Javi Guerra.

Goles: 1-0, m.3: Danilo. 1-1, m.10: Amaya. 1-2, m.12: Jozabed. 2-2, m.25: Bale. 3-2, m.29: Cristiano de penalti. 4-2, m.41: Bale. 5-2, m.48: Benzema. 6-2, m.53: Cristiano. 7-2, m.61: Bale. 8-2, m.70: Bale. 9-2, m.79: Benzema. 10-2, m.90: Benzema.

Árbitro: Iglesias Villanueva (Comité gallego). Amonestó a Danilo (72) por el Real Madrid; y a Nacho (27) por el Rayo. Expulsó con roja directa a Tito a los 14 minutos y a Baena por doble amonestación (19 y 28).

Incidencias: encuentro correspondiente a la 16a jornada de la Liga BBVA, disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante 61.564 espectadores.

Lo que le pasa al Rayo contra los grandes equipos sólo les sucede a ellos. Es antinatural la manera que tiene de inmolarse cuando está ganando a Madrid o Barça. En el Camp Nou, esta misma temporada, se adelantó con un gol de Javi Guerra y el Barça le dio la vuelta al encuentro rápidamente con dos penaltis que se encontró. Esta vez, en casa del vecino blanco, dio la vuelta en dos minutos al tanto inicial de Danilo, tuvo una clarísima ocasión para poner el tercer gol y, de repente, cuando era el clarísimo dominador del encuentro, Tito hizo una entrada absurda en el centro del campo sobre Kroos y se cargó todo el trabajo hecho. Todo lo sucedido 'a posteriori' vino provocado por esa acción inútil. El Madrid, por supuesto, en una situación de descontento global, aprovechó para darse un homenaje de otra era.

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