Raúl García, un 'enemigo íntimo' que llega al Calderón para demostrar al Cholo su error

"Quería agradecer a toda la gente que hizo posible que yo pudiera venir al Atlético de Madrid y, también, agradezco la oportunidad de mi nuevo club, me lo tomo como un nuevo reto...". Fue entonces cuando unas lágrimas sinceras, desde el fondo del corazón, brotaban en los ojos de Raúl García después de anunciar que fichaba por el Athletic Club después de ocho temporadas en el Atético de Madrid. Rodeado de buena parte de la primera plantilla y del cuerpo técnico del conjunto rojiblanco, muchos de sus compañeros, como Koke, también inundaban sus ojos en llanto. Ahora, el hijo pródigo regresa al Calderón.

Raúl García siempre fue uno de esos jugadores que no estaba dispuesto a rendirse. Tras debutar en la 2004-05 con Osasuna en Primera, pronto quedó claro que se trataba de un jugador de primer nivel. Dos años más tarde, el Atlético de Madrid se hacía con su fichaje: pese a convertirse en un fijo, el público del Calderón no terminaba de verle con buenos ojos. Disputando muchos partidos como mediocentro puro, el navarro se perdía y no terminaba de cuajar en el equipo. Con el paso de los cursos, fue perdiendo peso en el equipo, hasta que en la 2011-12 salió cedido una temporada a Osasuna. Y cambio su vida.

Jugando mucho más libre y cerca del área contraria, Raúl García firmó 11 tantos en una espectacular temporada. El Cholo Simeone, recién llegado al Atlético, pronto se dio cuenta de que encarnaba buena parte de los valores que quería para su equipo: intensidad, pelea, corazón y, además, tenía gol. Sin dudarlo, en su regreso al conjunto rojiblanco abandonó definitivamente la manija del equipo, para convertirse en un jugador indispensable: como mediapunta, interior o, incluso, como falso delantero, Raúl García pronto transformó los silbidos de su primera época en el Atlético en aplausos. Había nacido un héroe.

Y es que el jugador navarro se convirtió en uno de los ídolos de la afición, siendo una de las grandes razones por las que el Atlético comenzó a revivir la época dorada que vive en la actualidad. Parte activa de una Europa League, dos Supercopas de Europa, una Copa del Rey, una Liga y una Supercopa de España, a comienzos de esta temporada decidió que había llegado el momento de poner punto y final a su continuidad en el Atlético: ganador nato, no estaba dispuesto a asumir que se trataba de un suplente y jugar las 'migajas' que otros jugadores le dejaran. Había llegado el momento de cambiar de aires.

Pese a tener el corazón en el Atlético y no querer mancharse bajo ningún concepto, Raúl García pronto entendió la situación: aunque Simeone le aseguraba en privado y en público que contaba con él, algunos de sus gestos demostraban que no era así, perdiendo progresivamente peso sobre el césped. Su falta de minutos terminó por convencerle de que su tiempo en el Calderón se había acabado. Ahora, medio año después de una de las decisiones más complicadas de su carrera, el centrocampista regresa al que fue su estadio para convencer a Simeone de que se equivocó dejándole marchar.

Así, encontró en el Athletic un nuevo acomodo y ahora, pocos meses más tarde, visita con su nuevo club el que fuera su estadio durante ocho temporadas. Seguro que el Calderón se volcará en su recibimiento pero, no obstante, se trata de uno de los grandes peligros del Athletic. La conexión que ha sido capaz de formar con Aritz Aduriz ha permitido que el delantero vasco sea uno de los mejores goleadores nacionales del momento. Con 20 goles en los 19 partidos oficiales que ha jugado esta temporada, la pelea y la brega de Raúl García desahogan mucho a Aduriz de esta función, que sólo deben pensar en el gol.

El propio Simeone expresó el sentir del Atlético de Madrid con el regreso del que fuera su jugador: "Raúl es un chico al que el grupo quiere muchísimo, tiene muchísima amistad con un montón de futbolistas, ha dejado un grandísimo recuerdo en el club y seguramente nuestra afición, que es agradecida para con la gente que deja la vida en el juego futbolísticamente hablando, tendrá un momento especial para con Raúl porque se lo merece por todo lo que dio tanto en el campo como sobre todo como hombre en el vestuario. Se le recibirá de la mejor manera porque se lo merece".

Entre el homenaje y el temor de la grada

Pero ojo, porque pese al homenaje que pueda recibir Raúl García sobre el césped, no hay que olvidar que se trata de uno de los grandes peligros del ataque rival. Ya lo avisó este mismo sábado en una entrevista a 'Marca', donde confirmó que "sobre el césped no tengo amigos". Después de 329 partidos oficiales y 49 goles, visitará el Calderón como visitante y como uno de los jugadores de referencia del Athletic junto a Aduriz. El resto del equipo vasco tendrá como grandes novedades el regreso de Gorka Iraizoz y, sobre todo, la presencia de Xabi Etxeita como sustituto del sancionado Mikel San José.

Por su parte, el Atlético de Madrid saldrá con el mismo once que ante el Benfica, con una única novedad: el regreso de José María Giménez por Stefan Savic. Yannick Carrasco parece haberse ganado un puesto en el once gracias a sus actuaciones, Antoine Griezmann es innegociable y el otro delantero apunta a que será Luciano Vietto: con Jackson Martínez todavía lesionado, Fernando Torres parece haberse convertido en un suplente de lujo. Buena parte de las miradas estarán puestas en Raúl García, un 'enemigo íntimo' que llega al Calderón con la idea de aguar la fiesta al que fue el club de sus amores.

Alineaciones probables

Atlético de Madrid: Oblak; Juanfran, Giménez, Godín, Filipe; Saúl, Gabi, Koke; Griezmann, Vietto y Carrasco.

Athletic Club: Iraizoz; De Marcos, Etxeita, Laporte, Balenziaga; Iturraspe, Beñat; Williams, Raúl García, Susaeta; y Aduriz.

Árbitro: Martínez Munuera (C. Valenciano).

Estadio: Vicente Calderón.

Hora: 18.15 horas