Un Atlético gris permite al Barça sacudirse la crisis y a Luis Enrique tomarse un respiro

"Puedo garantizar que el día que note que mis jugadores no me siguen, ese día lo dejo", aseguró Luis Enrique la víspera de lo que se dibujaba como un juicio sumarísimo para él. La visita del Atlético al Camp Nou incomodaba sobremanera a un FC Barcelona en plena crisis institucional, mutando a deportiva por los problemas del entrenador con su vestuario y especialmente con Messi. Pero, cosas del fútbol, el Barça se encontró con un rival que le dio más facilidades de las esperadas, especialmente en la primera parte, y el 3-1 le sirve para despejar algunas dudas y a su entrenador le da aire.

El Camp Nou aclamó a Messi antes incluso de empezar el partido, cuando el argentino recibió un trofeo de la LFP por superar los 251 goles de Zarra y convertirse en el máximo realizador de la historia de la Liga. Por primera vez en lo que va de temporada, Luis Enrique no hizo cosas raras y sacó el once que más o menos se podía esperar. Con Piqué, con Rakitic en lugar del lesionado Xavi y con Messi, Luis Suárez y Neymar en punta.

Por su parte, Simeone también salió con todo, sin pensar en la vuelta de Copa del Bernabéu del próximo jueves. Tal vez la única sorpresa fue la presencia de Jesús Gámez, que ya fue titular ante el Real Madrid precisamente en la ida copera, en lugar de Siqueira. Con Giménez junto a Godín en el eje de la defensa y Gabi y Tiago en el doble pivote, Arda, Koke, Mandzukic y Griezmann eran los encargados de llevar el juego ofensivo. Un juego que no existió.

Fue sonar el silbato de Undiano, y el Atlético le imprimió un ritmo frenético al partido. Sin embargo, fue un espejismo de lo que estaba por llegar. El Barça no se amilanó, sino que se contagió y superó sus ganas. Se apropió del balón y frenó los impulsos de su rival de la mejor manera posible: metiéndolo en su propio campo. Doce minutos tardó en abrir el marcador el equipo azulgrana, cuando Neymar puso el 1-0 en una enrevesada jugada dentro del área de Moyà.

Un plantillazo de Giménez a Neymar, en el que Undiano no pitó ni siquiera falta, obligó a atender al brasileño de su maltrecho y ensangrentado tobillo. Neymar tuvo el 2-0 antes de la media hora tras una gran jugada de Luis Suárez, pero su cabezazo picado se fue ligeramente desviado. Otra vez en un contragolpe, el Barça merodeó el gol, mientras el guardameta chileno Claudio Bravo era un mero espectador.

Una arrancada de Messi donde más daño hace, de fuera hacia dentro, aunque iniciada con una mano en el control que el árbitro no vio, pilló al Atlético sorprendentemente descolocado. El argentino trazó la diagonal y vio a Luis Suárez, quien, libre de marca, fusiló a Moyà. El 2-0 dejó aún más tocado al equipo de Simeone, desconocido sin balón, algo que no te puedes permitir cuando te enfrentas al Barça, por más que sea el de Luis Enrique.

Llegar al descanso era lo mejor le podía pasar a un Atlético gris, precisamente el color de su camiseta. Sin su habitual uniforme, el rojiblanco era un equipo no identificado. Sin una sola llegada con peligro en toda la primera mitad, sin la agresividad en el centro del campo para no dejar jugar al rival y, sobre todo, sin el rigor defensivo para frenar al tridente que forman Messi, Luis Suárez y Neymar. Este Barça ya no mastica el juego, de ahí que más de una vez se le indigesten los partidos si sus figuras no ven puerta.

A los diez minutos de la segunda parte, Undiano vio penalti en un leve toque de Messi en el pie de Gámez y Mandzukic puso el 2-1. Aunque sólo fuera por lo ajustado del marcador, se puede recurrir al tópico de que empezó otro partido. En realidad era como una segunda oportunidad para el Atlético. Simeone lo vio claro y no dudó en realizar un cambio en el que demostró querer dar un paso adelante: Torres entró por Gabi. Poco después, Raúl García refrescaba a su equipo al hacerlo por Griezmann.

Comoquiera que Luis Enrique no movió nada, de hecho sus dos cambios llegaron prácticamente con el tiempo cumplido, el Barça se convirtió en un equipo demasiado largo, lo que facilitaba tanto defenderle como hacerle daño. Y el Atlético se lo empezó a hacer, aunque muy tímidamente parar aspirar al menos al empate. Torres apenas se dejó ver y Raúl García estuvo más tiempo discutiendo que intentado que su equipo se estirara.

Con el partido completamente deshilachado y demasiadas trifulcas que tampoco permitían que tuviera la continuidad necesaria, una asistencia involuntaria de Raúl García a Messi dentro del área sirvió el 3-1 en bandeja al argentino. No había tiempo para más. Los tres puntos que se quedaban en el Camp Nou sirven para suturar la crisis abierta en el Barça, no sólo a nivel institucional, sino también deportivo. De momento, Luis Enrique se toma un respiro.

Ficha técnica:

3 - Barcelona: Bravo; Alves, Piqué, Mascherano, Alba; Busquets, Rakitic (Rafinha, min. 88), Iniesta; Messi, Suárez (Pedro, min. 90) y Neymar.

1 - Atlético: Moyá; Juanfran, Giménez, Godín, Gámez (Siqueira, min. 83); Tiago, Gabi (Torres, min.68); Arda, Koke, Griezmann (Raúl García, min.74); y Mandzukic.

Goles: 1-0, min.12: Neymar. 2-0, min.35: Luis Suárez. 2-1, min. 57: Mandzukic, de penalti. 3-1, min. 87: Messi.

Árbitro: Undiano Mallenco (comité navarro). Mostró cartulina amarilla a Gámez (min.21), Mandzukic (min.33), Juanfran (min.49), Luis Suárez (min. 59), Tiago (min. 66), Griezmann (min.69), Mascherano (min.74), Messi (min.81) y Godín (min.83).

Incidencias: 81.658 espectadores al partido, correspondiente a la decimoctava jornada de Primera División disputado en el Camp Nou. Antes del inicio del encuentro, ambos equipos se hicieron una foto conjunta con el lema #justiciaparaTopo en defensa del periodista argentino Jorge 'Topo' López, fallecido en Brasil durante el Mundial de Brasil. Se guardó un minuto de silencio en memoria de los fallecidos en los atentados de París.