Es noticia
Con Bale o con Isco, el Real Madrid tendrá dos rostros, pero los dos serán efectivos
  1. Deportes
  2. Fútbol
más velocidad con uno, más pausa con otro

Con Bale o con Isco, el Real Madrid tendrá dos rostros, pero los dos serán efectivos

Con el malagueño el Madrid tendrán más pausa y tendrá esa posesión tan buscada. Con el galés, la velocidad y el juego directo serán inevitables

Foto: Gareth Bale volvió a ser titular y no lo desaprovechó (EFE).
Gareth Bale volvió a ser titular y no lo desaprovechó (EFE).

Dijo Ancelotti hace varios días ya que “Bale no es un problema, nos ayudará a ser mejores”. Y todavía había algunos que dudaban de la verdadera intención de Ancelotti al pronunciar esas palabras. ¿Lo dice para que Bale no se sienta reemplazado? ¿Pero dónde lo va a encajar si ahora Isco es insustituible? Esas dos cuestiones seguro que se han planteado en estas semanas en las que Gareth Bale no ha estado disponible. Todavía no tienen una respuesta cerrada y clara, pero si algo se le da bien al italianoes a encontrar hueco a todos en un equipo que sólo puede hacer jugar a once futbolistas.

Que Bale no iba a ser un problema era evidente. ¿Cómo el regreso uno de los mejores jugadores del mundo iba a causar alguna molestia al Real Madrid? En todo caso se lo crearía al que ocupó directamente su lugar durante la ausencia, Isco, pero en ningún caso supondría un aspecto negativo para el equipo, sino más bien todo lo contrario. Cuantos más jugadores de calidad tenga una plantilla, más posibilidades de éxito tendrá, de más alternativas dispondrá y el entrenador podrá elegir de entre un abanico mucho más amplio... siempre y cuando la organización de la misma sea equilibrada, de lo contrario, crecerán los malos rollos. Aun así, nadie puede negar que la competencia por un puesto es positiva y que hace a los dos candidatos esforzarse más para conseguir superar a su adversario.

Isco ha tenido un papel protagonista durante la baja de Bale. Tenía que hacer buena esa oportunidad que el azar y la desgracia de un compañero le brindaban. Entró además en un momento en el que el Real Madrid todavía no había encontrado la fórmula para agrupar de la mejor manera a los dos nuevos centrocampistas que había incorporado, Kroos y James, y la aportación de Isco, un medio de toda la vida aunque con funciones ofensivas, era indispensable para terminar de encajar unas piezas de difícil acomodo teórico. Ancelotti entonces recobró ese 4-4-2 que tan bien funcionó el curso pasado y ahí Isco funcionó rozando la perfección.

Sin Bale y con Isco, el Real Madrid gozaba de un creador de juego que unir al trío de grandes pasadores del centro del campo y, a su vez, sumaba un hombre más para cerrar en los momentos que tocase defender los ataques del contrario. Más toque y más contención es lo que ofrece Isco al Real Madrid. De ahí que el juego blanco redujese de manera clara sus revoluciones a la hora de atacar y no buscase terminar cada jugada nada más empezarla, sino que los jugadores levantaban la cabeza y oteaban en busca del mejor postor para pasar la pelota. Incluso Cristiano Ronaldo, el hombre más solista en esto del fútbol, se contagió del torrente futbolístico del Real Madrid, que por momentos levantó los olés del Bernabéu con largas posesiones siempre peligrosas. Isco además, sabedor de la necesidad de entregarse a fondo, completaba sus prestaciones con un esfuerzo defensivo muy intenso.

Al regresar Gareth Bale a la dinámica del grupo, el sistema con el galés y sin Isco no tiene por qué cambiar en lo que a la distribución numérica sobre el campo (es decir, el 4-4-2 podría seguir vigente), pero sí varían las prestaciones que puede ofrecer el Real Madrid. De la asociación constante y la pausa en la elaboración se pasaría de manera inevitable a la verticalidad como signo identificativo. Con un organizador de juego menos, el balón pasaría inevitablemente menos tiempo en la zona de creación y se filtraría de manera más sencilla desde la defensa hasta la delantera, y una vez allí, con Bale, Cristiano y Benzema, la portería sería el único objetivo.

Como reafirmó el propio Carlo Ancelotti al término del partido contra el Rayo, "jugar contra el Rayo es siempre un partido particular porque no puedes tener el control total de la posesión". Por lo tanto, la opción de Bale contra el equipo de Paco Jémez resulta más útil desde un punto de vista táctico. Tratar de quitarle la pelota al Rayo durante todo el partido es casi una utopía, ni siquiera con Isco en el campo rodeado de Kroos, James, Modric y Benzema. Así, Bale ahonda en la característica que peor le viene al conjunto vallecano, que es la presión al portador de balón y la salida rápida al contragolpe. Puede que si el Madrid jugase dentro de dos días contra otro equipo de características diferentes, el que ocupase el banquillo sería el galés y no Isco. El Real Madrid entonces tendría otra cara, pero sería igual de bella.

Dijo Ancelotti hace varios días ya que “Bale no es un problema, nos ayudará a ser mejores”. Y todavía había algunos que dudaban de la verdadera intención de Ancelotti al pronunciar esas palabras. ¿Lo dice para que Bale no se sienta reemplazado? ¿Pero dónde lo va a encajar si ahora Isco es insustituible? Esas dos cuestiones seguro que se han planteado en estas semanas en las que Gareth Bale no ha estado disponible. Todavía no tienen una respuesta cerrada y clara, pero si algo se le da bien al italianoes a encontrar hueco a todos en un equipo que sólo puede hacer jugar a once futbolistas.

Rayo Vallecano Gareth Bale Isco
El redactor recomienda