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La 'BBC', junto a Keylor, no entiende de debates y golea contra el coraje del Rayo
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bale volvió al once y marcó

La 'BBC', junto a Keylor, no entiende de debates y golea contra el coraje del Rayo

42 goles acumula el líder en 11 jornadas. Cinco de ellos se los endosó a un Rayo valiente, como siempre. Marcaron Bale, Ramos, Bueno, Kroos, Benzema y CR7

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El pequeño derbi madrileño siempre ha prometido espectáculo y mucha más igualdad de la que pueda aparentar. No quizás por los resultados, sino por lo que ofrecen Real Madrid y Rayo en el césped. De hecho, este 5-1 fue igualado hasta que Kroos mató a los vallecanos en el minuto 55. Con el 2-1 que se llegó al descanso se esperaba que el juego asociativo de Paco Jémez tuviera su opción en el Bernabéu, pero una avalancha formada por la recuperada BBC acabó con cualquier resistencia franjiroja.

En este Real Madrid, por lo visto, tienen que existir los debates casi por decreto nacional. Si no es por una cosa, es por otra, pero la realidad es que cualquier decisión se acaba discutiendo como si no hubiese un mañana y se tuviera que optar por una cosa o por la otra de manera inmediata y definitiva. Las dudas en la portería madridista habían pasado. El eterno dilema entre Iker Casillas y Keylor Navas parecía olvidado, encerrado en el baúl de los recuerdos. Casillas lo cerró con buenas actuaciones y magníficos datos a su favor; mientras, Keylor estaba destinado a jugar la Copa del Rey a lo largo de la temporada. Sin embargo, cuando nadie lo esperaba, Carlo Ancelotti decidió rotar en la portería. Keylor jugó contra el Rayo sin que ello signifique que se discuta la titularidad del capitán. El debate, por lo tanto, no tendría recorrido.

En cambio, la fiabilidad del Real Madrid con Isco Alarcón desapareció este sábado en el Santiago Bernabéu. Volvía Gareth Bale al once titular y su entrada suponía casi por obligación la salida del mismo del malagueño, que se había ganado el cariño de la afición y la confianza ciega de Ancelotti. Con Isco en el banquillo, los mecanismos creativos del Madrid se reducen ostensiblemente. Tanto es así, que el juego asociativo de los últimos partidos desapareció de manera pasmosa. No había ni rastro de él, ni una pequeña mota que se hubiese quedado atrapada en un cuarto cerrado. No estaba Isco y estaba Bale y eso significa velocidad y una única dirección, la portería contraria. Luego salió Isco con el partido roto y disfrutó.

Es bastante probable que Carlo Ancelotti decidiera darle la titularidad a Bale por primera vez después de su lesión contra el Rayo por el estilo vallecano. El Real Madrid está queriendo tener el balón más que el contrario y a partir de una posesión ofensiva ganar los partidos, da igual el adversario. Pero quizás la inclusión de Bale sea una vuelta voluntaria de Ancelotti al Madrid más directo y menos paciente, ese que tan bien funcionó la temporada pasada con dos títulos. Sobre todo, ante el Rayo, que gana la posesión de forma cotidiana ante cualquiera, incluso los que se definen desde el balón como el Barcelona. Y así, asumiendo que el Madrid iba a perder la pelota ante el Rayo, qué mejor que aprovechar los errores rivales para penalizarlos con la BBC en plenitud.

El Rayo es un equipo agradable de ver siempre. Tendrá partidos flojos y alguno malo, pero su puesta en escena no puede ser mejor. Que incluso contra el Real Madrid, uno de los mayores expertos en defender el juego posicional, el Rayo trate de jugar al fútbol con criterio de equipo grande es, cuando menos, admirable y tremendamente respetable. Que sea efectivo es otra historia bien distinta. Pero bello es, sin duda. Jémez tiene que trabajar cada año con 15-16 jugadores diferentes y a todos los convence para jugar como él considera que el Rayo tiene que hacerlo. Y lo logra. El problema es que si Abdoulaye Ba (y utilizo al central como un simple ejemplo, no intentando criticar) saca el balón desde atrás, las posibilidades de perder la pelota se multiplican.

Aun así, las numerosas pérdidas no forzadas del Rayo en la creación de jugadas no penalizaron en exceso la valentía vallecana. Sí lo hizo una desconcentración impropia de un jugador como James Rodríguez. El marcador acababa de mostrar el 2-0 de Sergio Ramos y el descanso amenazaba a la vuelta de la esquina. Un saque de córner del Rayo no había tenido mayores consecuencias y el colombiano buscaba opciones para arrancar el contragolpe marca de la casa, pero no veía huecos y prefirió iniciar la jugada desde atrás y sin mirar se la cedió a Keylor Navas. Pero no era el tico el que estaba para recibir, sino Léo Baptistão. El hispano-brasileño tenía al lado a Alberto Bueno. El exmadridista, hábil como pocos, rompió la agobiada defensa de Pepe, que al caerse zancadilleó involuntariamente a Navas y el portero ya no pudo tapar la portería vacía para que Bueno marcase.

Antes de ese error de James, Bale dijo a Carletto que ya estaba listo y preparado para volver a ser indiscutible. Marcó el 1-0 con un gol en esas jugadas que les gustan a los entrenadores, con un centro desde la izquierda que remata el hombre que ocupa la derecha. Sergio Ramos marcó rematando ‘a lo Guillermo Amor’, con la rodilla, un saque de esquina de James para que la segunda parte pareciese un simple trámite para ampliar la renta y la salvaje estadística de goles a favor (que se aproxima peligrosamente y sin pausa al récord de 121 del Madrid de Mourinho). Con el tanto de Bueno, la reanudación se planteaba diferente, muy igualada y emocionante.

No lo fue en absoluto. Y mucha culpa tiene de que al Rayo se le acabaran las esperanzas el primer gol de Toni Kroos como jugador del Real Madrid. Jugando como lo hace de pivote posicional, sus posibilidades de llegar al área con opciones de remate son contadas y hasta ahora no las había aprovechado. Estuvo a punto de no hacerlo, porque lo que quería Cristiano era enfocarse hacia el gol, no dársela al alemán, pero se quedó sin hueco y no tuvo más remedio que ceder atrás. Kroos marcó un gol que parece simple, pero que es un maravilloso pase a la red. El balón iba haciendo una parábola perfecta, suave pero imposible para Álvarez. Ahí se acabó el Rayo.

Y eso que justo antes había marcado Baptistão en fuera de juego. Y también en fuera de juego marcó Benzema, pero Pérez Montero sí dio validez al gol del francés y no al del canterano franjirojo. Con cuatro goles a favor del Real Madrid, faltaba el gol de Cristiano Ronaldo, ese que continuara su racha en Liga y en el Bernabéu. Y lo encontró de una manera bastante fea, que ni siquiera le inspiró para celebrarlo. Un disparo bastante malo y flojo se le coló a Christian Álvarez entre las piernas y cerró una nueva manita. 42 goles a favor del Real Madrid en once jornadas y el liderato confirmado al menos dos semanas más.

Ficha técnica:

5 - Real Madrid: Keylor Navas; Nacho, Pepe, Sergio Ramos, Marcelo; Kroos, Modrić, James (Isco, m.68); Bale (Chicharito, m.84), Cristiano Ronaldo y Benzema (Medrán, m.84).

1 - Rayo Vallecano: Cristian Álvarez; Tito, Zé Castro, Abdoulaye, Insua (Quini, m.26); Licá, Fatau, Trashorras (Jozabed, m.62), Kakuta; Bueno y Baptistão (Manucho, m.72).

Goles: 1-0, m.9: Bale. 2-0, m.40: Sergio Ramos. 2-1, m.44: Bueno. 3-1, m.55: Kroos. 4-1, m.59: Benzema. 5-1, m.83: Cristiano Ronaldo.

Árbitro: Pérez Montero (comité andaluz). Amonestó a Fatau (45) y Quini (91).

Incidencias: encuentro correspondiente a la undécima jornada de la Liga BBVA disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante unos 79.000 espectadores.

El pequeño derbi madrileño siempre ha prometido espectáculo y mucha más igualdad de la que pueda aparentar. No quizás por los resultados, sino por lo que ofrecen Real Madrid y Rayo en el césped. De hecho, este 5-1 fue igualado hasta que Kroos mató a los vallecanos en el minuto 55. Con el 2-1 que se llegó al descanso se esperaba que el juego asociativo de Paco Jémez tuviera su opción en el Bernabéu, pero una avalancha formada por la recuperada BBC acabó con cualquier resistencia franjiroja.

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