El Real Madrid muestra su indignación con los gestos de soberbia del Bayern Múnich

En apenas dos semanas, el Real Madrid deberá hacer frente a sus dos grandes rivales en los últimos años. Las inminente final de Copa ante el Barcelona llega precedida de un guiño federativo en cuanto a la designación arbitral. El espectro era muy reducido, pero si hay un árbitro que es bien visto en el Santiago Bernabéuese es Mateu Lahoz, el amigo de Mourinho. El otro rival no es otro que el Bayern, el verdugo del mejor Real Madrid de la época blanca del entrenador portugués. Pues bien, por la zona noble empiezan a estar cansados de esa prepotencia bávara. Mucho. Las ganas de venganza se multiplican según se aproximan los días de la semifinal de Champions.

En las últimas hora se han producido dos gestos que no han gustado nada y que han sido considerados como una afrenta por los dirigentes blancos. Por un lado, la famosa camiseta patrocinada desde elpropio club alemán y en la que rezaba el eslogan: 'Vamos a Lisboa, la bestia negra', en clara referencia a los últimos enfrentamientos entre las dos entidades. En 20 partidos entre los dos equipos, la victorias bávaras llegan a las 11, por las 7 del equipo español. Por el Bernabéu ha sido considerada una falta de respeto y más cuando el Bayern, con Rummenigge a la cabeza, ha acusado a los madridistas de prepotentes en más de una ocasión.

Es más, hasta unas palabras del propio Rummenigge poco después del sorteo tampoco han sentado nada bien. "Guardiola está contento con el Real Madrid. Era el rival que quería". Pero las declaraciones que han causado el mismo malestar que la camiseta fueron unas de Breitner, exjugador del equipo blanco y actual director de relaciones internacionales del Bayern. El excentrocampista afirmó: "No recuerdo a un Real Madrid tan flojo", palabras dichas después de la 'exhibición' del equipo de Ancelotti en Dortmund y tras saber que uno y otro equipo se enfrentaban en semifinales.

Si la clase dirigente, la denominada zona noble, está a la que salta, el vestuario no es menos. Al margen de diferencias como las mantenidas por Neuer y Sergio Ramos tras el famoso penalti fallado por el defensa, las palabras y gestos que llegan desde Múnich invitan a pensar en una eliminatoria tensa y dura. Los jugadores blancos tienen muchas ganas al Bayern. Hay una mezcla de venganza deportiva y personal. El gesto de lacamiseta no era esperado y el golpe ha sido considerado como muy bajo por todos, jugadores y directivos.

Los árbitros, punto de discusión con la RFEF

El Real Madrid, sus dirigentes, se han movido en los últimos días a nivel federativo. Se han repetido diferentes llamadas entre José Ángel Sánchez y Jorge Pérez, secretario general federativo, con el fin de encontrar un punto de encuentro a las diferencias de entendimiento del colectivo arbitral. La reunión entre Villar y Pérez llegará al término de la temporada, pero por el Bernabéu la designación de Mateu ha sido considerada como un gran detalle.

La derrota ante el Barcelona no llegó, según ellos, precedida de decisiones arbitrales justas y han buscado un cambio, algo que llevan pidiendo en diferentes ocasiones y que van a acometer en cuanto termine la temporada. El problema es que la Federación no piensa tocar al estamento arbitral. Para el presidente es sagrado.

El club ha pedido, de cara a los próximos y decisivos partidos, un paso adelante de la afición. La denominada grada joven lo demostró el pasado sábado, no abandonando la grada hasta que Ancelotti y algunos jugadores salieron veinte minutos después de terminar el partido a corresponder al apoyo recibido. El club quiere blindar al equipo hasta el término de la temporada, para después tomar las decisiones que consideren oportuno. Para ello, cuenta con la afición o con parte de ella.