Martino se juega en el Clásico mejorar el 'feeling' que tienen en el club hacia él

La naturalidad con la que Gerardo Martino afronta la repercusión de su labor al frente del FC Barcelona ha dejado varios titulares desde que comenzara la temporada. El más significativo puso en evidencia hace un mes su conocimiento del recelo que aún levanta entre cierto sector del barcelonismo: "Siempre hay problemas si no eres un entrenador de la casa u holandés".

Lo cierto es que el técnico argentino no ha caído totalmente de pie en el club azulgrana. Si bien hay confianza en su capacidad y se está lejos de encender las alarmas, sí es verdad que dentro de la entidad sigue despertando algunas miradas reticentes. Es sobre todo por la manera que tiene de llevar el equipo, alejada de lo que se venía haciendo con entrenadores que han mamado el funcionamiento del club o que se han criado en uno similar.

Varios testimonios diferentes de gente próxima al día a día del equipo han dado la misma versión a El Confidencial. Es una cuestión de feeling, expresión que puso de actuliadad Pep Guardiola cuando decidió prescindir de Samuel Eto’o, y que Sandro Rosell también utilizó este verano para negar problemas con el extécnico culé y actual responsable del Bayern de Múnich.

El vestuario, a vueltas con las rotaciones

Con Martino pasa eso, una cuestión de sensaciones enrarecidas que transmiten algunos miembros de la zona noble del Camp Noucuando hablan de las decisiones del entrenador o de algunas de sus maneras profesionales. Dudas que también tienen su particular versión dentro del vestaurio. Allí, los jugadores con más peso no terminan de acatar con buen gusto la política de rotaciones que está llevando a rajatabla y casi sin excepción el argentino en este inicio de temporada. Peroel propio Tata avisó, tras un gesto de Messi al ser sustituido en un choque liguero, que no iba a pensar en otra cosa que no fuerael bien del grupo.

Este tipo de relaciones dificultosas, tan repetidas en el fútbol, sólo las enderezan los resultados. De ahí que el actual entrenador barcelonista se juegue en el Clásico de este sábado, entre otras cosas, mejorar ese feeling que despiertamás dentro que fuera del club, ya que la afición parece darle un respaldo con menos reservas. El efecto de una dolorosa derrota ante el eterno rival podría amplificar todaesta realidad que aún continúa latente sin aflorar, pero que en Can Barça muchos saben que existe desde el principio.

Martino tendrá como vecino de banquillo a un colega que sí esconsciente de que se le está jugando. La situación de Ancelotti es más conocida. Ambos, debutantes en un Clásico, conocerán nada más acabarse el partido las grandes consecuencias, para mal o para bien, que tienen siempre estos partidos, donde se puede olvidar todo lo malo en un suspiro o quedar marcado por el que parecía el menor de los detalles.