El Cebolla, única excepción en el momento dulce que vive el Atlético

Sólo hay un futbolista en el Atlético de Madrid que sabe que no es del total agrado de Simeone. Se trata del uruguayo Cristian ‘Cebolla’ Rodríguez, futbolista que llegó al club en mayo de 2012, siendo el primer refuerzo para la plantilla del año siguiente.

Justo un año después, tras cerrar la temporada pasada proclamándose el equipo del Manzanares campeón de la Copa del Rey, el técnico decidió que el extremo era prescindible, tal y como informamos en este diario. Y así se lo comunicó el Cholo al club. Si no salió fue porque no llegó una oferta que convenciera a las partes. El entrenador argentino le volvió a repetir al inicio de la última pretemporada que partía en desventaja con respecto al resto de sus compañeros.

La franqueza con la que siempre habla Simeone a sus futbolistas es la clave para que nadie se sienta decepcionado. El internacional uruguayo, titular fijo en el combinado charrúa y con amplia experiencia como exjugador de Oporto y del París Saint Germain que es, utilizó esas conversaciones con su míster para explicarle que él creía que podía aportar mucho más al equipo, y que creía que debía jugar más. Pero el cuerpo técnico rojiblanco siempre le ha mostrado la misma realidad, le ven como un jugador para completar plantilla y que les sirve de buen revulsivo en cierto tipo de partidos. Pero para poco más. Aunque siempre le han agradecido su esfuerzo y profesionalidad.

Sus propios compañeros se dan cuenta

El hecho de que Simeone jamás juegue con extremos al uso resta posibilidades al fútbol del Cebolla. El mejor signo de la menor confianza que tiene en él respecto al resto de compañeros es que esta temporada todavía no ha sido titular, participando desde el banquillo, eso sí, en diez encuentros de los doce oficiales que se han disputado, aunque casi siempre siendo el último cambio con pocos minutos para demostrar algo. Aun así, en el poco tiempo que jugó en el debut liguero ante el Sevilla, consiguió un gol de bella factura y que cerró la victoria atlética.

Sus propios compañeros declaran en privado a terceros que es muy evidente la falta de confianza de Simeone tiene en Rodríguez, pero que a nadie coge por sorpresa, ni siquiera al propio futbolista. A pesar de estar avisado, se dedica al máximo y no desentona en la dinámica tan intensa de trabajo. Su problema es otro y difícil de cambiar, que al entrenador, siempre desde el respeto, no le convencen sus atributos futbolísticos. Su caso es diferente al de otros jugadores que apenas juegan en el Atlético, que en su mayoría son jóvenes promesas que se están formando ala sombra de futbolistas contrastados.

Salvo que la situación cambie por completo debido a que se sucedan contratiempos en el día a día de la plantilla, lo normal es que el Cebolla tenga que conformarse con unos cuantos minutos aquí o allá, y con ser titular en las primeras rondas de la Copa del Rey y encuentros de empaque menor. Desde luego, el uruguayo es la excepción que confirma la regla de la vital competencia interna del Atlético de Madrid.