Al Atlético no le hace falta golear para humillar al Real Madrid en el Bernabéu

El derbi deja tocado al Real Madrid, a cinco puntos delAtlético y del Barcelona,ydejando un rastro de ambigüedad que preocupa a los aficionados y, sobre todo, en la zona noble del Bernabéu (0-1). La pasada Liga la tiraron en septiembre y ésta va camino des seguir los mismos derroteros. Koke y Diego Costa se bastaron para volver loco a un equipo roto, claramente inferior. Ancelotti no acierta, no da con la tecla y es la cara opuesta a un Atlético con un Simeone imperial y con unos jugadores que saben qué hacer en todo momento. Diego Costa decidió tras una asistencia más de Koke, el mejor jugador de un partido que sólo tuvo el color rojiblanco.

En el fútbol no hace falta golear para humillar al rival y más si el que está enfrente es el 'eterno enemigo', el rival de toda la vida. El Atlético bien podría haber masacrado al Real Madrid en el marcador, pero da lo mismo. El aficionado rojiblanco seguro que hubiera disfrutado con una 'manita' o algo así, pero la sideral distancia que uno y otro equipo mostraron sobre el verde del Bernabéu se puede considerar como algo que va más allá de una simple victoria, de un triunfo en un derbi. El Atlético pasó por encima del Real Madrid y lo hizo con buen fútbol y dejando patente ahora mismo que el equipo de Ancelotti está perdido, sin rumbo y lo que es peor, con pocos visos de poder mejorar en breve.

Orden contra caos. Esquema claro y definido contra once jugadores corriendo sin sentido. Saber lo que se hace desde el primer al último minuto, al desorden por sistema y todo basado en la aparición del talento individual de los jugadores. Uno, el Atlético, lo tiene todo tan claro que sabe cuándo tiene que presionar, cuándo debe esperar a su rival y que en lo que único en lo que falla es a la hora de cerrar los partidos. El Real Madrid también tiene claro que no juega a nada, que su único argumento es que alguna de sus estrellas aparezca y rompa el encuentro. Y así partido tras partido.Poco importa que el rival sea el Elche, el Villarreal o el Atlético. Ni fútbol, ni esquema, ni ideas.

Simeone ya demostró la pasada temporada saber cómo jugar al Real Madrid en la final de Copa, rompiendo la racha de derrotas rojiblancos. En esta ocasión decidió presionar, apretar o simplemente posicionar a sus jugadores para que los blancos no pudieran meter velocidad al juego, única arma que hoy en día tienen los madridistas. No hay más. Ahogada la salida rápida del balón, el Real Madrid sufría, era incapaz de sacar el balón jugado con sentido alguno.Sergio Ramos y Pepe querían hacer algo que no saben, que no es otra cosa que dar sentido al juego. Balones en largo, que se perdían sin más peligro. Cambios de banda que terminaban en la grada o en las manos de Courtois.

Illarramendi lo intentaba y era el mejor de un equipo perdido. Sergio Ramos y Pepe bastante tenían con Diego Costa. Sufrían, lo pasaban mal en cada ocasión en la que el brasileño se hacía con la pelota. Cristiano Ronaldo, Isco y Di María ni veían la pelota y Benzema en su línea, la misma que lleva desesperando al Bernabéu muchos meses.

Una presión, un gol, un partido

El Atlético lo tenía tan claro que hasta sabía que antes o después iba a tener sus oportunidades para marcar y el gol llegó a los once minutos, a la primera que tuvieron. Tras una mala elección de Sergio Ramos a la hora de sacar un balón, Di María pierde la pelota, para que Koke asistiera una vez más a Diego Costa. Tanto que reflejaba lo que se estaba viendo sobre el césped y que no dejó de verse en todo el partido. El orden, el saber estar, contra la improvisación, contra el desorden. Una simple presión iniciada por Filipe Luis bastó para dejar herido al Real Madrid.

Los de Ancelotti no reaccionaban, tardaron 23 minutos en acercarse a la portería de Courtois con una cabezazo de Benzema, pero fue un espejismo. Tiago, Villa, Arda Turan y otra vez Diego Costa pudieron sentenciar, pero daba la sensación que se asustaban ante la posibilidad de hacerlo y sino, por ahí aparecía Diego López. Baño total y absoluto.Ancelotti lo intentó sacando a Modric y Bale tras el descanso. Y cierto es que el galés lo intentó y sus carreras fue lo más peligroso del Real Madrid hasta que apareció Morata. El canterano tuvo tres claras ocasiones, y volvió a transmitir, a meter al público en el partido, algo que Benzema es incapaz de hacer.

La segunda parte se pareció en mucho a lo visto antes. Dominio sin sentido del Real Madrid y apariciones letales del Atlético, que tuvo el segundo hasta en cuatro ocasiones. Una de ellas terminó en el larguero, tras un remate de Koke en una jugada que resumió a la perfección lo que fue el partido. Hasta cuatro remates rojiblancos en una misma jugada. Y es que hoy en día el Real Madrid está a años luz de ser un aspirante a ganar la Liga. Al menos, si se le compara con el Atlético. No hay color. El equipo de Ancelotti anda perdido, sin definición alguna en lo que quiere. Mientras que el Atlético, lo quiera o no Simeone, aspira por derecho al título de Liga.

Ficha técnica:

0 - Real Madrid: Diego López; Arbeloa, Pepe, Sergio Ramos, Coentrao; Khedira, Illarramendi (Modric, m.46); Di María (Bale, m.46), Isco (Morata, m.73), Cristiano Ronaldo; y Benzema.

1 - Atlético de Madrid: Courtois; Juanfran, Miranda, Godín, Filipe; Arda (Cristian Rodríguez, m.89), Tiago, Gabi, Koke; Diego Costa (Baptistao, m.85) y Villa (Raúl García, m.87).

Goles: 0-1, m.11: Diego Costa.

Árbitro: Mateu Lahoz (colegio valenciano). Amonestó a Coentrao (40), Ramos (67), Arbeloa (77) y Pepe (80) por el Real Madrid; y a Arda (38), Koke (43), Diego Costa (48), Filipe (61) por el Atlético.

Incidencias: encuentro correspondiente a la séptima jornada de la Liha BBVA disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante 79.845 espectadores.