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El balón parado, la vía atlética para aspirar a todo ante el Real Madrid
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METICULOSA PREPARACIÓN DE LA ESTRATEGIA

El balón parado, la vía atlética para aspirar a todo ante el Real Madrid

Pequeños detalles. En lo que no muchos se fijan, Diego Pablo Simeone pone todo el ímpetu de su trabajo, y se lo logra transmitir a sus hombres

Foto: El técnico atlético Diego Pablo Simeone, durante un entrenamiento de su equipo esta temporada.
El técnico atlético Diego Pablo Simeone, durante un entrenamiento de su equipo esta temporada.

Pequeños detalles. En lo que no muchos se fijan, Diego Pablo Simeone pone todo el ímpetu de su trabajo, y se lo logra transmitir a sus hombres por la sencilla razón de que cuando un jugador ve que algo funciona, no duda en asumirlo como suyo. Esa suma de matices menores del juego que ahora tan bien domina el Atlético de Madrid se resume en las juagadas de estrategia mejor que en ningún otro aspecto de un partido que dispute el actual conjunto rojiblanco.

A falta de jugadores de máximo vuelo técnico y ofensivo que le permita equilibrar la balanza con Real Madrid y Barcelona, el cuerpo técnico rojiblanco hace tiempo que centró todas sus energías en potenciar al máximo el balón parado. Un recurso que muchos equipos grandes obvian trabajar minuciosamente, sabedores de que la calidad que atesoran en ataque marcará muchas más diferencias que las jugadas preestablecidas desde una pizarra. Pero al que el preparador colchonero, quizá por sus varios años de experiencia en el fútbol italiano, da un valor primordial.

El sábado, el Atlético de Madrid acude al Santiago Bernabéu confiado en tener un buen plan con el que poder pelear los tres puntos en liza. Bastantes de las opciones para conseguir un marcador positivo pasan por aprovechar las acciones de estrategia. La manera de trabajarlas lleva siendo la misma desde que el entrenador argentino cogió las riendas del equipo. Tanta insistencia ha dado como resultado que el conjunto del Manzanares sea uno de los más temidos cuando va a sacar un córner o una falta en los alrededores del área contraria.

“La clave es no cansar a los chicos, darles pequeñas píldoras que se aprendan rápido y así, por repetición y sin darse cuenta, acaban todos controlando con el tiempo un buen puñado de jugadas a balón parado”, comentaba a El Confidencial alguien muy cercano a la rutina diaria del equipo atlético.

Cuando el Cholo decide un once, aparta a esos futbolistas en los entrenamientos a puerta cerrada anteriores a un choque y les recuerda en poco más de diez minutos las jugadas escogidas para hacer daño a ese adversario en cuestión. Un lote que rara vez se repite de un partido a otro. Con el rival bien estudiado, se eligen las acciones ofensivas a balón parado que se prevén más efectivas, introduciendo si hace falta alguna modificación específica. El ensayo se hace siempre de manera dinámica y en el sentido de las agujas del reloj, partiendo en un córner y acabando en el contrario. El Cholo se centra generalmente en los lanzadores y su ayudante 'Mono' Burgos en coordinar la entrada delos rematadores con el momento preciso del lanzamiento.

Para un partido de competición europea pueden rescatar, por ejemplo, una estrategia que funcionó en el campo del Mallorca la temporada pasada. Y en dos segundos la mayor parte de los jugadores la recuerdan y trabajan siempre confiados en que funcionará en el partido.

La picardía se busca constantemente

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Mucha parte del éxito de todo esto se basa en el gran momento que vive Koke, cuyo golpeo se ha convertido en uno de los más efectivos de la Liga. Al canterano se suman Arda Turan y Gabi, principalmente, para completar la serie de apoyos o engaños que forman el laberinto que debe descifrar el rival. El cambio constante de jugadas según el partido es el mejor antídoto para no ser descubiertos y mantener siempre el efecto sorpresa. De una misma situación de inicio, puede haber tres o cuatro finales previstos.

El Mono Burgos es el ayudante encargado de llevar el peso de esta labor estratégica y de revisarlas sobre la marcha en los partidos. Antes del saque de cada acción a balón parado, Simeone suele dar el ok o sugerir otra elección de la estrategia que los lanzadores han decidido llevar a cabo. La innovación en el engaño y la picardía siempre están a la orden del día, con los centrales, Godín y Miranda, implicados al máximo en estas labores.

El técnico colchonero se resignó a que su club no pudiera fichar el superclase que le diera el salto de calidad que él cree necesario para luchar alguna vez de tú a tú con los grandes europeos. Pero lejos de lamentarse, se obsesionó aún más en potenciar todo aquello que le puede acercar al máximo a ganar los duelos directos ante esos superequipos, y el balón parado es, junto al contragolpe, el eje de esa filosofía de equipo ganador.

El argentino tendrá el sábado un escenario ideal para dar lecciones de lo bien que trabaja la pizarra. Y lo mejor para él es que sabe que todos sus jugadores creen en lo ensayado, el primer paso para que una estrategia sea efectiva.

Pequeños detalles. En lo que no muchos se fijan, Diego Pablo Simeone pone todo el ímpetu de su trabajo, y se lo logra transmitir a sus hombres por la sencilla razón de que cuando un jugador ve que algo funciona, no duda en asumirlo como suyo. Esa suma de matices menores del juego que ahora tan bien domina el Atlético de Madrid se resume en las juagadas de estrategia mejor que en ningún otro aspecto de un partido que dispute el actual conjunto rojiblanco.

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