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Placentera victoria de un Madrid que sigue mejorando con el paso de las jornadas
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EL ATHLETIC FUE UN JUGUETE ROTO EN MANOS DEL CONJUNTO BLANCO

Placentera victoria de un Madrid que sigue mejorando con el paso de las jornadas

Nunca imagino el Real Madrid un partido tan fácil ante el Athletic de Bilbao, que quién le ha visto y quién le ve se encuentra a una

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Placentera victoria de un Madrid que sigue mejorando con el paso de las jornadas

Nunca imagino el Real Madrid un partido tan fácil ante el Athletic de Bilbao, que quién le ha visto y quién le ve se encuentra a una distancia sideral de lo que ofreció la temporada pasada. El equipo de Marcelo Bielsa no muerde, no incomoda, no pega, y eso ante el conjunto de Mourinho es sinónimo de derrota, y abultada en la mayoría de los casos. Los blancos sudaron lo justo para anotarse tres puntos más en el casillero, seguir la estela del Barça y de paso guardar fuerzas para el decisivo enfrentamiento de Champions ante el Manchester City del próximo miércoles.

El partido no tuvo ni momentos de tanteo. El cuadro merengue demostró pronto su jerarquía sobre el césped del Bernabéu, llevaba una marcha más que su rival. Cristiano Ronaldo, muy activo, fue avisando a los leones (más cachorros que otra cosa en la noche madrileña) con dos remates prácticamente consecutivos. Luka Modric, junto a Xabi Alonso, dirigía y canalizaba a la perfección el juego de ataque del equipo de Mourinho. Un gran pase del croata sirvió para que Aurtenetxe, de forma involuntaria, adelantara al Madrid. El lateral vasco quiso anticiparse a la acción de Benzema, y lo hizo, pero con una final nada feliz.

Lejos de reaccionar, el Athletic entró en estado de shock, mientras el Real Madrid comenzaba su habitual zafarrancho de combate. En una de esas oleadas de juego frenético que tiene el equipo blanco en cada partido, los merengues asediaron el área rojiblanca. Iraizoz no daba abasto para detener y despejar balones, mientras sus compañeros perseguían sombras. Cuando el Madrid juega con esa velocidad es absolutamente imparable. Un cuarto de hora duró el toque de corneta madridista, lo justo para colocar el 3-0 en el marcador y dejar el partido visto para sentencia. Ramos, de cabeza, y Benzema, en una acción exquisita dentro del área, dejaban claro que los hombres de Bielsa tenían poco que hacer.

Inconsciente, o quién sabe si conscientemente, el Madrid empezó a pensar en el City. Y es que el partido del miércoles es demasiado importante para el conjunto de Mourinho como para dejarlo en el olvido. Aún así, el dominio seguía siendo abrumador por parte local, a lo que el cuadro del Bocho no encontraba soluciones. Pero he aquí las cosas raras que tiene el fútbol. Una jugada aislada, en el único error de la zaga merengue, era aprovechada por Ibai Gómez para alimentar la esperanza visitante.

Ni con Llorente

Pero Marcelo Bielsa y los suyos no están para estos trotes. El equipo de San Mamés tiene demasiados problemas, que debe solucionar si no quiere meterse en serios problemas, por lo que, a pesar de meter en la punta del ataque a Fernando Llorente (ovacionado por el Bernabéu), el desenlace de esto parecía inscrito mucho tiempo antes. Y para el que le quedase alguna duda ahí estaban la pareja Cristiano-Benzema para fabricar una gran jugada por banda derecha, culminada por Ozil tras un fantástico pase del francés.

Si antes fue el equipo, a raíz de este tanto, el que comenzó a pensar en clave Champions fue Mourinho. Dio descanso a Ozil (entró Khedira) y algunos minutos al argentino Di María, de quien nadie se fía que juegue dos partidos tan seguidos completos por miedo a un contratiempo en forma de lesión muscular. Pero nada nuevo bajo el sol, el Madrid seguía jugando a placer, con Xabi y Modric en la dirección y los delanteros disfrutando de la cantidad de espacios que dejaba un cándido Athletic. Anda que no disfrutan los puntas blancos con espacios por delante…

Khedira, pieza clave para Mourinho en el esquema de su Madrid, no pudo tener mejor reaparición. El centrocampista, al más puro Khedira de la selección alemana, se internó por banda derecha para aprovechar un pase de Arbeloa para cerrar la ‘manita’ de su equipo. Restaba un mundo aún para que Teixeira Vitienes pitara el final del partido, pero poco más quedaba por ver en el Bernabéu, si acaso algún gol más de los locales, que nunca llegó.

Nunca imagino el Real Madrid un partido tan fácil ante el Athletic de Bilbao, que quién le ha visto y quién le ve se encuentra a una distancia sideral de lo que ofreció la temporada pasada. El equipo de Marcelo Bielsa no muerde, no incomoda, no pega, y eso ante el conjunto de Mourinho es sinónimo de derrota, y abultada en la mayoría de los casos. Los blancos sudaron lo justo para anotarse tres puntos más en el casillero, seguir la estela del Barça y de paso guardar fuerzas para el decisivo enfrentamiento de Champions ante el Manchester City del próximo miércoles.