La defensa del Real Madrid no nota las bajas: Pepe dirige y Essien cumple

El Real Madrid no tuvo problemas para derribar al Celta de Vigo. Pese a que el resultado no fue tan abultado como en otras ocasiones ante rivales de la misma categoría, José Mourinho supo sacarle el máximo partido a los futbolistas con los que contaba. El técnico portugués llegó a contar con hasta ocho jugadores en duda o lesionados. La defensa era una de las líneas más perjudicadas para los blancos, pero el cuarteto formado por Sergio Ramos, Varane, Pepe y Essien no dejó dudas sobre el terreno de juego. Bien es cierto, que el Celta no creo demasiado peligro, que fue un equipo tímido, pero la solidez de la defensa madiridista quedó fuera de toda duda.

Mourinho se vio obligado a alinear un equipo de esos poco frecuentes. En la defensa faltaban habituales como Marcelo o Arbeloa, lesionados, lo que obligó al técnico portugués a tirar de ingenio. Lo hizo colocando a Essien como lateral izquierdo. El ghanés se estrenó como titular en el Santiago Bernabéu, y el ex del Chelsea, de sobra conocido por Mourinho, cumplió. En la rueda de prensa posterior al encuentro, a la que una vez más acudió Karanka, el segundo de Mourinho destacó el buen papel del jugador en esa posición, ya que “es un jugador de sobra conocido por el mister y se sabe la cantidad de posiciones en las que puede jugar y en todas cumpliendo y bien y hoy, que era un partido muy importante, la respuesta que hemos tenido de Michael era la que se esperaba”, aseguró. En la otra banda jugó Sergio Ramos. Del capitán poco que decir, mantiene su gran estado de forma.

El centro de la zaga estuvo formada en este partido por Pepe y Varane. Se nota que el francés aprende poco a poco de Pepe. Formaron una dupla sólida que no dejó actuar al Celta en las pocas ocasiones en las que lo intentó. Del joven jugador galo, destacar, además de su innegable aportación defensiva, la ofensiva. Varane subió al ataque y dispuso de ocasiones de gol. En los últimos minutos de partido, un remate de cabeza a punto estuvo de suponer el tercero para el Real Madrid. Pepe ejerció de líder y firmó un gran partido pese a los cambios obligados que realizó el míster.

Xabi Alonso, Kaká, Özil y Modric, juntos

La otra gran novedad en el Real Madrid fue la alineación de hasta cuatro mediocentros juntos. En el inicio Xabi Alonso  y Modric formaron el doble pivote, con Kaká adelantado y Özil escorado a la banda derecha. No le gustó a Mourinho que pronto mandó a Cristiano a sustituir al alemán en la banda. El Real Madrid jugó desordenado, demasiados jugadores iguales en tan poco espacio. Modric y Özil firmaron individualidades que dejaron clara su calidad.

El que no lo hizo fue Kaká que, tras una primera parte muy mala, vio la segunda desde el banquillo. En el descanso, Mourinho lo dejó en la caseta y dio entrada a Di María. Un cambio cantado después de la primera mitad del jugador brasileño. El Real Madrid ganó al Celta con poco esfuerzo, le bastó media hora y un penalti para sentenciar el marcador. Lo hizo Cristiano Ronaldo después de que Higuaín inaugurase el marcador. Un partido sin mucha más historia, pero que le sirve a los blancos para no descolgarse del Barça. Todo, pese a las innovaciones obligadas de Mourinho.