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Al Madrid más ofensivo la basta media hora para ganar al Celta y meter presión al Barça
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MOURINHO VUELVE A OLVIDARSE DE LA CANTERA Y COLOCA A ESSIEN DE LATERAL ZURDO

Al Madrid más ofensivo la basta media hora para ganar al Celta y meter presión al Barça

Ni las bajas, ni el cansancio de los partidos que siempre propician los compromisos de selección sirvieron para poner en peligro una nueva victoria del Real

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Al Madrid más ofensivo la basta media hora para ganar al Celta y meter presión al Barça

Ni las bajas, ni el cansancio de los partidos que siempre propician los compromisos de selección sirvieron para poner en peligro una nueva victoria del Real Madrid. El equipo de Mourinho parece haberse acoplado ya al carril de las victorias. Se ha subido de nuevo al tren de los tres puntos tras el el empate del Camp Nou y, por lo menos, mete presión al Barcelona. Ante el Celta se vio al Madrid más ofensivo de la era Mou, lo que ocurre es que la fuerza de algunos de esos jugadores parece limitada y ese equipo que parecía iba a arrollar al cuadro gallego duró media hora, lo suficiente para ganar con cierta comodidad. El resultado final fue de dos a cero, pero la sensación que transmitió es que de haber necesitado más, lo habría conseguido.

José Mourinho apostó fuerte. Primero al sacar todo su potencial ofensivo en el once titular y segundo al declarar, una vez más y a los cuatro vientos, que no cree en la cantera. El técnico se inclinó por poner a Essien en el lateral izquierdo, antes que colocar a Nacho, capitán del Castilla y jugador del primer equipo a todos los efectos. El ex del Chelsea cumplió, pero tampoco se vio obligado en momento alguno. Por cierto, en el día que las ausencias se multiplicaban en el equipo blanco, Morata se quedó en la grada, sin jugar y sin poder ayudar al segundo equipo blanco en su visita a Córdoba, que terminó con derrota.

Lo de colocar a todo el talento de inicio se transformó en un Real Madrid imperial, tocando y siendo dueño de la pelota. El Celta se vio obligado a encerrarse en su área. No podía con lo que se le venía encima. Mourinho se olvidó del doble pivote y colocó a Xabi Alonso por delante de la defensa, con Kaká, Modric, Özil y Ronaldo a manera de línea de cuatro, con Higuaín arriba. Mucho potencial para el equipo vigués. 

En los diez primeros minutos, la fantasía blanca fue la causa directa de que Sergio Álvarez padeciera en su portería. Sergio Ramos, Kaká en un par de ocasiones (lamentable su partido) y Ronaldo tuvieron ocasiones de todo tipo para adelantar al equipo blanco, pero fue en la menos clara de todas ellas cuando el Real Madrid vio cómo el marcador ya se inclinaba de su lado. Corría el minuto 12 cuando Higuaín decidió hacer de extremo izquierdo y como tal se dispuso un centro que terminó colándose en la portería de un sorprendido portero del equipo gallego. Se la comió Sergio Álvarez, pero el gol era cuestión de tiempo debido al aplastante dominio. 

El Madrid seguía sin acordarse de lo sucedido en los diez días anteriores y las fuerzas de sus jugadores continuaban intactas y con ansia por sentenciar el partido. El dominio ya no era tan claro. Los blancos empezaban a especular algo más, pero mostraban ganas de marcar el segundo, con Ronaldo a la cabeza. El portugués derrochó ganas y energía durante todo el partido, poco le importó sus dos partidos con Portugal, los viajes y demás. Es insaciable y ante el Celta lo volvió a demostrar. El problema llegó cuando los de Mourinho repitieron fallos o se encontraron con el larguero a la hora de ejecutar las opciones. El Celta iba cobrando vida poco a poco, de manera proporcional a la falta de fuelle de jugadores como Modric y Kaká.

Tardó en llegar la sentencia

El técnico madridista empezaba a torcer el gesto pasada la media hora. No le gustaba lo que empezaba a ver. Alejandro López, Oubiña y Bustos ya aparecían y el Celta se asomaba con cierto peligro al área de Casillas. Suyo fue el último cuarto de hora, con un Iago Aspas que dejó un par de pinceladas de lo buen jugador que es. Los primeros quince minutos de la segunda parte fueron muy semejantes. Los gallegos amagaban, pero no daban, mientras que el Real Madrid, ya con Di María en el campo, aparecía poco por los dominios de un nervioso Sergio Álvarez.

El partido entró en fase espesa, con poco fútbol y menos fuerzas en los dos equipos. Necesitaba algo y llegó con el claro penalti de Cabral sobre un Özil, que aparece poco pero cuando lo hace es con peligro. Acertó Clos Gómez, como falló en una amarilla a Sergio Ramos. Ronaldo no falló y sentenció el partido desde el punto fatídico. El Celta, pese a transmitir la sensación de saberse derrotado, al menos lo intentó, no bajó los brazos. Una llegada de De Lucas, un par de remates de Bermejo y otro de Park, con Casillas en plan estelar, fue lo que ofreció el último tramo del partido. Poco más, en un partido que empezó prometiendo mucho y terminó de aquella manera, como sabiendo lo que iba a terminar pasando. 

Ficha técnica:

2 - Real Madrid: Casillas; Essien, Varane, Pepe, Sergio Ramos; Xabi Alonso, Modric, Özil (Callejón, m.73); Kaká (Di María, m.46), Cristiano Ronaldo e Higuaín (Benzema, m.84).

0 - Celta: Sergio Álvarez; Hugo Mallo, Cabral, Túñez, Roberto Lago; Borja Oubiña, Alex López; Augusto Fernández (De Lucas, m.77), Bustos (Mario Bermejo, m.52), Krohn-Dehli; e Iago Aspas (Park, m.58).

Goles: 1-0, m.11: Higuaín. 2-0, m.67: Cristiano Ronaldo de penalti.

Árbitro: Clos Gómez (Comité Aragonés). Amonestó a Xabi Alonso (54), Casillas (69) y Ramos (76) por el Real Madrid; y a Cabral (66) y Roberto lago (78) por el Celta.

Incidencias: encuentro correspondiente a la octava jornada de la Liga BBVA, disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante la presencia de 74.815 espectadores. Hizo el saque de honor el ciclista Alberto Contador, campeón de la última edición de la Vuelta Ciclista a España.

Ni las bajas, ni el cansancio de los partidos que siempre propician los compromisos de selección sirvieron para poner en peligro una nueva victoria del Real Madrid. El equipo de Mourinho parece haberse acoplado ya al carril de las victorias. Se ha subido de nuevo al tren de los tres puntos tras el el empate del Camp Nou y, por lo menos, mete presión al Barcelona. Ante el Celta se vio al Madrid más ofensivo de la era Mou, lo que ocurre es que la fuerza de algunos de esos jugadores parece limitada y ese equipo que parecía iba a arrollar al cuadro gallego duró media hora, lo suficiente para ganar con cierta comodidad. El resultado final fue de dos a cero, pero la sensación que transmitió es que de haber necesitado más, lo habría conseguido.

Celta de Vigo