El Valencia CF se plantea una segunda ampliación de capital

El consejo de administración del Valencia CF, entidad que se transformó en sociedad anónima deportiva en 1992, estudiará este jueves el desarrollo de una segunda ampliación de capital, tras la que comenzó en 1996 y llegó a los tribunales hasta ser dada por válida por el Supremo en 2002.

Las consecuencias del proceso legal de la primera ampliación todavía se mantienen, ya que la Audiencia Provincial de Valencia ha fijado para el próximo 2 de junio el juicio por la querella que una quincena de accionistas del club interpuso contra dos ex presidentes y seis ex consejeros del Valencia por la supuesta adquisición fraudulenta de acciones en la ampliación de capital de la sociedad.

Se trata de los ex presidentes Francisco Roig y Pedro Cortés y de seis ex consejeros: Manuel Llorente, Vicente Pons, Jaime Molina, José López Lluch, Enrique Roig y Antonio Bonet. La decisión de realizar una segunda ampliación de capital en el Valencia CF fue rechazada el pasado verano cuando la propuso el empresario Juan Villalonga en su paso fugaz por el club, ya que los máximos accionistas Juan Soler y Vicente Soriano la rechazaron.

Sin embargo, se ha retomado en la actualidad, en un momento especialmente comprometido para la entidad, que arrastra una deuda de más de cuatrocientos millones de euros y que se plantea la ampliación por un montante que rondaría los noventa millones de euros.

La gravedad de la situación se refleja, entre otros aspectos, en la paralización de las obras del nuevo estadio del Valencia y en el impago de parte de las fichas de los jugadores, al tiempo que el club trabaja desde hace un mes en un plan de viabilidad económica, tras el nombramiento de Javier Gómez como consejero delegado de la entidad.

El club se transformó en sociedad anónima deportiva hace diecisiete años, bajo la presidencia de Arturo Tuzón y por imperativo legal, con un capital social de 720 millones de pesetas. En aquel momento se emitieron 90.012 acciones de 8.000 pesetas cada una.

Posteriormente, en 1996, el presidente Francisco Roig decidió ampliar el capital y fijó el proyecto en un total de 187.5000 títulos a 8.000 pesetas, lo que suponía un aumento del capital de la entidad en 1.500 millones, aunque finalmente se cerró el proceso con la cobertura de ochocientos millones, poco más de la mitad de lo previsto.

Ratificada por el Supremo

En aquel momento, la Fundación Valencia CF inició un proceso legal contra el proyecto, al considerar que el reparto de las acciones no se ajustaba al espíritu de que el mayor número posible de valencianistas tuviera títulos de la sociedad.

La fundación interpuso una demanda en 1997 y en primera instancia la ampliación fue declarada nula en 1998, pero el club recurrió ante la Audiencia Provincial, que dio la razón al club, por lo que al Fundación llevó el asunto al Supremo donde se ratificó esta determinación.

En la sentencia que dio a conocer el Tribunal Supremo se desestimaban los cinco motivos argumentados por la Fundación al entender que la actuación que se expresa en la demanda como causa de la nulidad pretendida no era "atribuible al Consejo de Administración como tal", pues "no se adoptó en ese sentido acuerdo o decisión alguna colectiva".

En el momento en el que desestimó el recurso de casación interpuesto por la Fundación, el Tribunal aceptó la ampliación a pesar de que "algunos actos de suscripción o transmisión de acciones hayan podido conculcar normas jurídicas imperativas o prohibitivas y puedan ser impugnados por la procesal adecuada".

También se indicaba que de los dieciséis integrantes del consejo "sólo siete incrementaron su participación accionarial" y se añadió que esta conducta "no privó de ningún derecho a la Fundación". El proceso de ampliación de capital no supondría un ingreso inmediato para el club, ya que los plazos lo prolongarán varios meses.