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Muere el Rey Pelé, el símbolo de Brasil idolatrado y también controvertido
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UN PERSONAJE CON MUCHAS ARISTAS

Muere el Rey Pelé, el símbolo de Brasil idolatrado y también controvertido

La historia y la vida de Pelé están llenas de récords y de hitos, pero también están plagadas de ciertas tibiezas sociales que fueron aprovechadas por sus detractores para criticarle

Foto: Pelé, un rey idolatrado y controvertido. (EFE/Alex Cruz)
Pelé, un rey idolatrado y controvertido. (EFE/Alex Cruz)
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"Se murió nuestra principal bandera. Tengo 14 tatuajes del Santos en todo el cuerpo y ahora me voy a hacer otro solo de Pelé en la espalda". Con estas palabras, el comerciante Alberto Francisco de Oliveira Júnior, también conocido como Alemão, despedía a Edson Arantes do Nascimento, Pelé, el único jugador del mundo que ganó tres Mundiales (1958, 1962 y 1970). Este hincha del Santos, de 64 años, se hizo famoso en el mundo futbolístico de Brasil precisamente por sus tatuajes. Tiene uno incluso en la frente.

No ha sido el único en lamentar públicamente el fallecimiento de Pelé a los 82 años. Jugadores, políticos, jueces, artistas y seguidores anónimos acudieron a las redes sociales para demostrar su respeto y su afecto por el Rey del Fútbol. "Antes de Pelé, el 10 era solo un número. Leí esa frase en algún lugar, en algún momento de mi vida. Pero esa frase, preciosa, está incompleta. Yo diría que, antes de Pelé, el fútbol era solo un deporte. Pelé lo cambió todo. Convirtió el fútbol en arte, en entretenimiento. Dio voz a los pobres, a los negros y especialmente: dio visibilidad a Brasil. ¡El fútbol y Brasil han elevado su estatus gracias al Rey! Se ha ido, pero su magia permanecerá. ¡Pelé es ETERNO!", escribió Neymar en su cuenta de Instagram.

El todavía presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, decretó tres días de luto en homenaje al astro del balón. Al mismo tiempo, Luiz Inácio Lula da Silva, que el 1 de enero será investido por tercera vez como presidente, recordaba que tuvo un "privilegio que no tuvieron los jóvenes": ver jugar a Pelé. El líder de izquierda confesó que llegó a enfadarse con él, porque masacraba sistemáticamente a su equipo, el Corinthians. Pero, con el tiempo, la rabia cedió el lugar a la "pasión de verlo jugar con la camiseta número 10 de la selección brasileña". Para el futuro mandatario, pocos brasileños llevaron el nombre de su país tan lejos.

La historia de Pelé está repleta de hitos y de récords. Nacido en 1940 en el seno de una familia pobre de la ciudad de Três Corações, en el estado de Minas Gerais, comenzó a jugar profesionalmente a los 15 años. Pero desde la infancia vibró por el deporte nacional de Brasil. En 1950, cuando el pequeño Edson tenía tan solo 10 años, vio a su padre llorando tras la derrota de Brasil 2-0 contra Uruguay en el mítico estadio del Maracaná. Pelé prometió a su padre que algún día ganaría la Copa del Mundo para él. Tan solo ocho años después, en 1958, se convirtió en el futbolista más joven en marcar un gol en un Mundial. Tenía 17 años y 241 días, y ya era considerado un héroe nacional.

En 1962, en Chile, llegó su segundo Mundial. Pero ahí Pelé tuvo que lidiar con una lesión, un esguince inguinal que desde el segundo encuentro le impidió seguir en el campo. Aun así, Brasil volvió a proclamarse campeón. El Mundial de 1966 no fue bueno ni para la Canarinha, ni para Pelé. Los brasileños cayeron en la primera ronda. Pero en 1970, O'Rei volvería a cubrirse de gloria. Brasil llegó a la final y levantó el título por tercera vez.

Hasta hoy, Pelé sigue siendo el único tricampeón del mundo. A lo largo de su carrera, que terminó en 1977 a los 36 años, marcó la friolera de 1.282 goles. Pero no hubo solo rosas en su camino. El jugador más famoso del mundo nació tan solo 52 años después de la abolición de la esclavitud, en 1888. A lo largo de toda su carrera, el joven Edson sufrió el racismo en sus propias carnes. Los veteranos del equipo, Zito y Pepe, le pusieron el apodo de Gasolina. Los periodistas lo llamaban despectivamente criollo.

La discriminación contra los jugadores negros de la selección brasileña era despiadada. Los afrodescendientes fueron responsabilizados por el trágico Maracanazo de 1950 (la mencionada derrota contra Uruguay, el principal trauma nacional hasta el 7-1 contra Alemania de 2014) y también por la derrota en los Mundiales de 1954.

placeholder Pelé durante una visita al estadio olímpico de Barcelona. (Getty/Xavi Torrent)
Pelé durante una visita al estadio olímpico de Barcelona. (Getty/Xavi Torrent)

El racismo, en segundo plano

A Pelé nunca le gustó hablar del racismo. Aunque era considerado el mejor jugador del siglo y una fuente de inspiración para millones de negros en todo el mundo, nunca participó en la lucha antirracista e incluso fue acusado de poco compromiso con la causa negra. Pero recientemente hubo una inversión de tendencia cuando Pelé dijo que, si hubiese tenido que parar de jugar cada vez que le llamaban "macaco" o "criollo", habrían tenido que interrumpir prácticamente todos los partidos en los que jugó. Sus declaraciones surgieron al comentar el polémico episodio de racismo contra el portero Aranha.

Aun así, Pelé fue una inspiración para toda una generación de negros dentro y fuera del campo de fútbol. "Pelé fue lo primero que hizo que me gustara Brasil. Ver a un brasileño negro como yo siendo posiblemente el mejor en lo que hacía me hizo creer que, a pesar de todo, había algo en lo que creer. Él era el sueño que se convirtió en materia. ¡Gracias, Pelé, gracias Rey!", escribió el recién nombrado ministro de los Derechos Humanos, Silvio Almeida, que también es afrodescendiente.

"Somos un país donde la música y el fútbol crearon sentidos de vida en las grietas de un muro de exclusión e inventaron un país posible. Pelé, como un héroe civilizador, regateó por Brasil —un proyecto de terror— inventando la brasilidad: una aventura de belleza, transgresión y arte", escribe el historiador Luiz Antonio Simas.

Pelé también fue criticado por su relación con los militares que gobernaron con mano de hierro el país tropical durante los 21 años de dictadura militar. Se le reprocha que, durante su carrera, aceptó los elogios de los presidentes militares, al mismo tiempo que evitó tomar una posición política sobre un régimen que causó la muerte o la desaparición de al menos 434 personas, y que usó la tortura como estrategia política, tal y como quedó reflejado en el informe de la Comisión Nacional de la Verdad.

A medida que sus goles y sus jugadas espectaculares se quedaban cada vez más lejanas en el tiempo, Pelé recibía más críticas de sus compatriotas. Durante el Mundial de 2014, celebrado en Brasil, el astro del fútbol viró un blanco de los manifestantes, que se oponían a la organización de este megaevento, cuando pidió que pararan las protestas hasta después del torneo para no estropear un "momento importante para promover a Brasil". En Río de Janeiro apareció una pancarta con una foto de Pelé y una leyenda escrita a mano: 'Traidor del siglo'.

Otro punto oscuro de su trayectoria es su conturbada relación con su hija Sandra Regina Machado, fruto de la relación con la empleada doméstica Anísia Machado. Durante muchos años, Pelé se recusó a reconocer la paternidad. A principios de la década de 1990, después de una prueba de ADN, Sandra consiguió demostrar que era la hija del O'Rei. Tras años de luchas legales, Pelé, que en total tuvo siete hijos, acabó reconociendo la paternidad.

Pelé y Sandra nunca tuvieron una relación cercana. Sandra, que en medio de su batalla judicial fue elegida dos veces concejala en la ciudad de Santos, murió de cáncer de mama en 2006. Pelé no asistió al velorio y se limitó a enviar flores, que fueron rechazadas por la madre, Anísia Machado. Sin embargo, un día antes de fallecer el exjugador, cumplió el sueño de su hija rechazada. A pesar de la pésima relación mantenida a lo largo de su vida, los hijos de Sandra, Octávio Felinto Neto y Gabriel Arantes do Nascimento, fueron a visitar a su abuelo al hospital el 28 de diciembre. Para Octávio, el sueño de Sandra era que los nietos renegados mantuvieran contacto con el Rey del Fútbol. La foto de Octávio y Gabriel en el hospital fue publicada por Kely Nascimento, hija de Pelé, en su perfil de Instagram.

placeholder El Cristo Redentor con los colores de Brasil en tributo a Pelé. (EFE/Antonio Lacerda)
El Cristo Redentor con los colores de Brasil en tributo a Pelé. (EFE/Antonio Lacerda)

El día que detuvo la guerra

A pesar de este lado controvertido, entre los principales comentaristas de Brasil hay unanimidad sobre la excepcionalidad de Pelé, tanto por su jogo bonito como por sus logros fuera del campo. Su habilidad era tan admirada que era capaz de parar incluso la guerra. A finales de los años 60, el Gobierno de Nigeria, que acogió uno de sus partidos, llegó a declarar un alto el fuego para que 25.000 personas pudiesen verlo jugar en la ciudad de Benín.

Pelé ha sido también una estrella internacional, un actor de cine e, incluso, grabó discos. Fue nombrado embajador de Unicef, ministro de Deportes durante el Gobierno de Fernando Hernique Cardoso, entre 1995 y 1998, y en 2000 fue elegido como mejor futbolista del siglo XX por la FIFA. Fue un verdadero embajador de Brasil en el mundo. Logró construir una personalidad de porte mundial y convertirse en un mito que trasciende el deporte.

La marca Pelé, incluso 45 años después de colgar las botas, alcanzó un valor de 600 millones de reales (106 millones de euros). Pelé prestó su imagen a más de 100 productos y participó en campañas publicitarias, eventos y conferencias alrededor del mundo. Se estima que, solo con el Mundial de Brasil, Pelé lucró entre 50 millones y 70 millones de reales con contratos publicitarios (entre 8,8 y 12,4 millones de euros).

Foto: Pelé durante un visita al estadio olímpico de Barcelona en 2017. (Getty/Xavi Torrent)

En el apogeo de su éxito, una pequeña destilería de Piracicaba, en el interior del Estado de São Paulo, decidió dedicar al astro del fútbol su cachaça, la bebida alcohólica más famosa de Brasil. La Caninha Pelé se convirtió en un mito en el mundo de los destilados brasileños porque, poco tiempo después de su lanzamiento, el Rey del Fútbol exigió que se retiraran todas las unidades del mercado. No era oportuno asociar la imagen de un jugador tan respetado a una marca de alcohol. Reza la leyenda que actualmente solo existen seis botellas de esta cachaça en todo el país. Una de ellas puede ser apreciada en la sede de la destilería Paratiana, en la ciudad histórica de Paraty, cuyo dueño posee una amplia colección de botellas raras.

La gran pregunta ahora es si Brasil despedirá a su principal atleta con la misma emoción de Argentina con su ídolo Maradona, que murió prematuramente a los 60 años, rodeado de sospechas de un posible error médico. El velorio de Pelé se celebrará el 2 de enero, un día después de la investidura del presidente Lula. Será en Vila Belmiro, la sede del Santos. Los familiares argumentaron que necesitan un poco de tiempo para prepararse y reunir a todos los miembros. Ya el entierro está previsto para el 3 de enero en el Memorial Ecuménico Necrópole, donde el jugador tiene reservado un túmulo dorado con vistas al estadio Vila Belmiro. Antes, habrá una procesión por la ciudad de Santos en homenaje a Pelé y a su madre Celeste Arantes, que cumplió 100 años el día que empezó el Mundial de Qatar.

"Yo nunca vi a Pelé jugar, porque se retiró mucho antes de que yo naciese. Le admiro y le respeto, he visto sus mejores goles en YouTube, pero para mí es un personaje histórico. Nunca me regaló la emoción de una victoria", dijo un hincha de Río de Janeiro durante el partido de Brasil contra Corea del Sur. El 3 de enero, el mundo sabrá si llora más al Rey o al Dios del Fútbol.

"Se murió nuestra principal bandera. Tengo 14 tatuajes del Santos en todo el cuerpo y ahora me voy a hacer otro solo de Pelé en la espalda". Con estas palabras, el comerciante Alberto Francisco de Oliveira Júnior, también conocido como Alemão, despedía a Edson Arantes do Nascimento, Pelé, el único jugador del mundo que ganó tres Mundiales (1958, 1962 y 1970). Este hincha del Santos, de 64 años, se hizo famoso en el mundo futbolístico de Brasil precisamente por sus tatuajes. Tiene uno incluso en la frente.

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