Los ultras del Olimpija Ljubljana expulsan al español Albert Riera en su presentación

La primera aventura en solitario del exjugador de fútbol español, Albert Riera, no ha empezado con buen pie. Unos 20 ultras del Olimpija de Ljubljana han entrado en la rueda de prensa de su presentación como técnico del equipo esloveno para impedir su contratación y boicotear su puesta en escena. El exjugador de Espanyol, Liverpool y Galatasaray entre otros, había sido asistente en el cuerpo técnico de Fatih Terim y Domènec Torrent en Estambul y ahora quería probar lejos del Bósforo, pero las palabras del presidente Adam Delius: "Quiero anunciar públicamente que Albert Riera se ha convertido en el nuevo entrenador del NK Olimpija Ljubljana", han enfurecido a los ultras locales.

Los aficionados más violentos interrumpieron el acto ataviados con capuchas, intimidando a los allí presentes e increpando al entrenador español y al presidente del club local. El motivo es el adiós de Robert Prosinecki y el cese al director deportivo Mladen Rudonja. Albert Riera debutará como entrenador del Olimpija Ljubljana el jueves. Lo hará, además, en partido oficial. Se enfrentará al Differdange 03 de Luxemburgo en la Conference League.

A pesar de no hacerlo oficial, el presidente dejó entrever graves problemas que provocaron la destitución de ambos integrantes: "Todo lo que pasó en los últimos 14 días tuvo su propia razón. Pero como presidente del Olimpija Ljubljana Football Club, no hablaré más de esto. Ya está todo dicho. Las rupturas nunca son bonitas. El club quiere agradecer al entrenador ya sus ayudantes el trabajo realizado. Deseamos a todos lo mejor en el futuro", declaró el máximo mandatario a medios locales.

Según 'Eslovenia Times', los rozes también se produjeron por las peticiones de refuerzos del cuerpo técnico: "Puedo entender que Prosinecki quiera tener 24 jugadores internacionales, pero hay que pensar en el dinero", explicaba Delius a inicios de esta semana. Sobre el despido de Rudonja, el vicepresidente Christian Dollinger fue tajante y afirmó que había filtrado información sensible a la prensa y "quería vender el club a una tercera parte".

También tuvo un mensaje para los ultras en plena rueda de prensa: "Me gustaría recordarles que hace unos meses el club estaba amenazado con el descenso a la quinta división. Me paré frente a ellos y les hablé. No reaccioné a pesar del daño que le estaban haciendo al club. A pesar de las palabras desagradables, no retiré la palma de mi mano. Acordamos discutir nuestros movimientos regularmente. Mantendré mi palabra. No estamos en la quinta liga".

El técnico español solo tuvo tiempo para realizar una única declaración antes de que lo expulsaran los ultras: "No puedo esperar que me amen desde el primer día, no puedo prometer que ganaremos todos los partidos, pero puedo prometer que trabajaremos profesionalmente y con pasión. El objetivo es mejorar a cada jugador individualmente y tratar de hacer el mejor fútbol de Eslovenia", añadió Riera en su única declaración.