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Ianis Hagi recupera para el mundo del fútbol la incomparable magia de su padre Gica
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Con 15 años empieza a mostrar todo su talento

Ianis Hagi recupera para el mundo del fútbol la incomparable magia de su padre Gica

Gica Hagi ya tiene heredero y nunca mejor dicho. Su hijo Ianis, de sólo 15 años, ha heredado la inmensa clase de su padre. Su salto a la elite está próximo

Foto: Gica Hagi junto a su hijo Ianis (FOTOS: www.facebook.com/IanisHagi)
Gica Hagi junto a su hijo Ianis (FOTOS: www.facebook.com/IanisHagi)

La magia que salía de aquel pequeño pie izquierdo sigue siendo recordada por los buenos aficionados al fútbol. Gica Hagi dejó para el recuerdocientos de detalles de su incomparable clase. Una clase que desde hace tiempo se atisba en su hijo Ianis.El joven futbolista de 15 años, que emplea los dos pies con destreza -su padre era zurdo cerrado-, comienza un curso en el que a tan corta edad tiene serias opciones de dar el salto definitivo ala primera división de Rumanía.

Ianis ya sabe lo que es vivir a diario con los jugadores profesionales del modesto Viitorul Constanța. Un club que fue fundado en 2009 por Gheorghe Hagi y que hace dos años logró el ascenso a la Liga 1. Ianis tiene opciones de protagonizar más de una aparición en la máxima categoría. El mito trabaja a conciencia para que el joven club propspere, pero es la academia que fundó hace años la que le llena más; un semillero de futuras estrellas, con unas magníficas instalaciones, y en la que creció futbolísticamente el pequeño Ianis.

Durante esta pretemporada ya ha compartido entrenamientos con los profesionales.El club, y en concreto su padre, no quieren presionar al joven talento rumano, pero desde luego nadie cierra las puertas a que Ianis aparezca en el primer equipo con asiduidad a lo largo de la temporada. El talento del joven mediocampista tiene mucho empuje.

Aunque el progenitor siempre que ha hablado de su hijo ha optado por la prudencia, el nombre Ianis está apuntado en las direcciones deportivas de diferentes clubes. Sólo tiene 15 años, pero ya se le ha vinculado a Real Madrid y Barcelona -clubes en los que jugó Gica-, además de Galatasaray, Oporto, Roma, Fiorentina o Manchester United. Muchos medios, especialmente rumanos pero también turcos e italianos, ya han dedicado espacio a Ianis. Su nombre cada vez suena más.

Gica Hagi, mucho más que un icono en Rumanía, ya ha dejado claro que su idea es que su hijo permanezca esta temporada en Rumanía. Dentro de un año, llegará el momento de tomar una decisión definitiva sobre la conveniencia de que Ianis haga las maletas y fiche por algún grande de Europa. Cuando el ex de Madrid y Barcelona analiza al joven, habla de “calidad y perfectas asistencias”, pero por encima de todo subraya que “debe progresar y, sobre todo, mantener los pies en la tierra”.

Nacido el 22 de octubre de 1998 en Estambul -entre 1996 y 2001 Gica Hagi jugó sus últimas temporadas en el Galatasaray-, es habitual en los equipos de las categorías inferiores de la selección rumana. Victor Piturca, técnico de la absoluta, ya ha anunciado que se impone un relevo generacional. Al referirse a Ianis, no se corta al manifestar que “es mejor que cuando su padre tenía 25 años. Me gusta mucho, la verdad, porque técnicamente es genial. En décimas de segundo envía el balón al lugar adecuado”.

Los que le conocen bien y le siguen desde que era un niño hablan de un futbolista parecido al padre. Con el ‘10’ a la espalda, el número de Gica, Ianis tiene un gran nivel técnico y se maneja a la perfección con las dos piernas. Su buena visión de juego es lo que más destacan de él los técnicos que le han tenido a sus órdenes y ante la portería contraria no se queda corto. Ya han circulado unos cuantos vídeos por la red con goles marcados por este talento rumano.

La magia que salía de aquel pequeño pie izquierdo sigue siendo recordada por los buenos aficionados al fútbol. Gica Hagi dejó para el recuerdocientos de detalles de su incomparable clase. Una clase que desde hace tiempo se atisba en su hijo Ianis.El joven futbolista de 15 años, que emplea los dos pies con destreza -su padre era zurdo cerrado-, comienza un curso en el que a tan corta edad tiene serias opciones de dar el salto definitivo ala primera división de Rumanía.

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