El Chelsea gana en Anfield con el mismo estilo del Calderón para avisar al Atlético

El Chelsea es la perfección del fútbol escaso, de la posesión ínfima pero suficiente, en definitiva, de la defensa como arma principal para ganar un partido. Será más o menos atractivo para el aficionado imparcial, pero sin duda costará encontrar a un seguidor blue que reniegue del estilo que implantó hace diez años Mourinho y que sigue vigente hasta estos días. Da igual que el equipo no lo formen los titulares habituales, como sucedió en Anfield Road, la fortaleza de este club es la asunción de una idea futbolística como forma de vida por parte de toda la plantilla, que la lleva a efecto con entusiasmo y efectividad. El Atlético ya está avisado desde que el martes no pudiera abrir hueco en su zaga. Ahora ya sabe que esa táctica desarrollada en el Manzanares les sirve para ganar.

Ganaron los londinenses en Liverpool (0-2) y apretaron una Premier League que parecía haberse sentenciado cuando los reds ganaron al Manchester City y los de Mou perdieron en casa con el Sunderland. A dos jornadas para la conclusión de la temporada inglesa, el Liverpool sigue manteniéndose en lo alto, pero los citizens, a tres puntos, tienen todavía por delante tres jornadas para poder superarles después de ganar al Crystal Palace por 0-2. Es decir, si ganan los de Pellegrini todos los partidos que le quedan, serán campeones ya que tienen ganado el gol average general con los reds. El Liverpool, que había ganado sus últimos once partidos de liga, se desplazará para enfrentarse al propio Crystal Palace y cerrará la temporada en Anfield ante el Newcastle.

Lo más cruel para el club de la ciudad beatle fue la forma en la que llegaron los goles. Dos fallos muy puntuales de dos hombres clave cuando acababa cada parte propiciaron sendos contragolpes que superaron al líder. Cuando agonizaba el primer tiempo, Steve Gerrard se resbaló y le dejó una pelota golosa a Demba Ba, que encaró solo a Mignolet y marcó. Era el primer disparo entre los tres palos del Chelsea. El segundo fue un buen remate desde la frontal de Schürrle que detuvo el portero belga. El tercero fue el tanto de Willian en el descuento, tras un error de Sturridge en la frontal contraria, con todo su equipo volcado. Torres y Willian salieron como cohetes a la meta red y el de Fuenlabrada se la regaló al brasileño para romper los corazones de un Anfield entregado.

Brendan Rodgers trató de fortalecer el centro del campo con un jugador más, tal y como hiciera Simeone en el Calderón en la ida de semis de Champions. Desde que sancionaron a Jordan Henderson con tres partidos por su expulsión ante el City, Rodgers introdujo a Lucas Leiva y Joe Allen junto a Gerrard. Este domingo el Pool ya disponía de Daniel Sturridge, pero siguió en el banco, por lo que jugaron con un claro 4-3-3. Mourinho, como anunció tras jugar contra el Atlético, dio entrada a varios suplentes pensando en el partido del miércoles. Tan sólo repitieron en el once cuatro jugadores, y dos de ellos, Lampard y Mikel, entraron porque no pueden jugar la vuelta por sanción.

Los reds lograron fabricar dos ocasiones en los primeros compases del duelo. El brasileño Philippe Coutinho avisó a los diez minutos al rematar desde el área pequeña una volea que salió desviada. Poco después, Cole sacó de la línea un balón que había rebotado en la espalda de Mikel a la salida de un córner y que quedó a pocos centímetros de convertirse en el 1-0. A pesar de esas dos llegadas, el potencial atacante que ha demostrado el Liverpool esta temporada (es el equipo más goleador de la liga inglesa, con 96 tantos) se desvanecía esta tarde ante la mejor defensa de la Premier, que tan solo ha recibido 26 goles hasta ahora. "No encontramos la forma de abrir huecos. No nos pusieron un autobús delante, sino dos", dijo Rodgers tras el partido.

En la segunda parte no cambió el planteamiento del partido. El Liverpool, lanzado al ataque, se quedaba trabado a la entrada del área del Chelsea y sufría cada vez más ante las arremetidas de los de Mourinho a la contra. Incapaces de entrar en el área, los reds optaban por gastar cartuchos desde el exterior sin demasiado éxito. El galés Joe Allen obligó a Schwarzer a despejar un difícil disparo al cuarto de hora del segundo tiempo. Para amarrar el resultado, Mourinho acabó el duelo situando a cinco defensas en su última línea: Cahill se sumó a Ivanovic y Kalas en el centro (sustituyó a Schürrle), con Azpilicueta y Cole en los laterales, y se configuró así un cerrojo en el área del Chelsea que negó al Liverpool cualquier ocasión, a pesar de que Suárez probó a Schwarzer poco antes del tanto de Willian.

El City depende de sí mismo

Yaya Touré lideró al Manchester City en su visita al Crystal Palace, una victoria que confirma la firme intención de los citizens de disputarles el título de la liga inglesa al Liverpool y el Chelsea. El bosnio Edin Dzeko abrió el marcador en el minuto cuatro para los visitantes, mientras que el exculé sentenció el partido poco antes del descanso. El conjunto de Pellegrini aprovechó para ponerse a tan solo tres puntos del Liverpool. Los skyblues acumulan todavía un partido por disputar, que será ante el Aston Villa, el próximo 7 de mayo, por lo que si sumaran los nueve puntos a los que todavía aspiran empatarían con los reds, con peor diferencia de goles. Los de Pellegrini afrontan además una visita al Everton y cerrarán la temporada en casa ante el West Ham.

Los de Manchester saltaron esta tarde al campo sabiendo ya que el Liverpool había dejado escapar los tres puntos en Anfield, y eran conscientes de que la victoria les ponía de nuevo en la carrera por el título. Con esa idea en mente, no tardaron más de cuatro minutos en marcar el primer gol, gracias a un pase cruzado de Torué que cabeceó Dzeko a la red. A pesar de la ausencia el español David Silva, que se lesionó en la última jornada, durante el encuentro ante el West Bromwich (3-1 en el Etihad), el City controló desde el inicio el centro del campo.

Touré, una vez más, se erigió como el cerebro del equipo, y poco antes del descanso sentenció el duelo con el segundo gol del conjunto de Pellegrini. El marfileño inició en el medio campo una jugada que pasó por Dzeko y Sergio Agüero antes de regresar a los pies de Torué, que entró al área por la izquierda para ningunear a dos defensas del Palace y cruzar un tiro con el que superó al portero argentino Julián Speroni. Dzeko fabricó diversas ocasiones para marcar el tercero, hasta que el español Álvaro Negredo le sustituyó poco antes del minuto 90, si bien el City no necesitó forzar su juego para cerrar un encuentro plácido en Selhurst Park.