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La España que enamora viste de rojo, pero no la dirige Luis Enrique sino 'Bob' Martínez
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LA SELECCIÓN QUE MÁS ILUSIONA

La España que enamora viste de rojo, pero no la dirige Luis Enrique sino 'Bob' Martínez

Bélgica transpira muchas sensaciones de aquella España de Luis Aragonés. Descaro, cierta bisoñez y un fútbol de pase y velocidad al que solo le falta un título para marcar época

Foto: Bélgica es una de las grandes favoritas para esta Euro 2020. (EFE)
Bélgica es una de las grandes favoritas para esta Euro 2020. (EFE)

"De verdad creo que 2021 puede ser nuestro año", dijo el seleccionador en un vídeo promocional para todo el país días atrás. "Debemos soñar en grande", insistió. Bélgica lo tiene todo para consolidar lo que refleja su juego y lo que indica el ranking de la FIFA, donde ocupa la primera posición mundial con base en su rendimiento en los últimos años. Solo le falta una cosa: ganar un gran torneo. Cayó en semifinales del Mundial de 2018 y ahora parte como claro candidato a ganar la Eurocopa con el permiso de Francia y Portugal.

Bélgica transpira muchas sensaciones de aquella España de Luis Aragonés. Cierta bisoñez, mucho descaro y un juego centrado en la posesión del balón y el dominio del tempo del partido. El centro del campo lo es todo para Bélgica, igual que lo era para aquella España hambrienta de títulos. Bélgica no es un calco de la España de hace una década, pero sí encarna el mismo espíritu de aquel equipo que, tras sacudirse los complejos en la Eurocopa de 2008, dominó la escena mundial durante un lustro y marcó el camino del éxito a sus rivales, empezando por Alemania.

placeholder El catalán Roberto Martínez es seleccionador belga desde 2016. (EFE)
El catalán Roberto Martínez es seleccionador belga desde 2016. (EFE)

Bélgica no practica el famoso 'tiki-taka', su fútbol es mucho más directo y explota como nadie el contragolpe, pero sí bebe de la misma idea cruyffista que desarrolló España con Xavi Hernández y Andrés Iniesta como estandartes. El entrenador belga es el catalán Roberto Martínez, que ha forjado casi toda su carrera en Reino Unido, primero como futbolista y luego como entrenador. Es en los banquillos donde Martínez ha alcanzado el estrellato. En el Swansea de la Segunda División maravilló por su fútbol técnico de pase y salida, y eso le abrió las puertas de Wigan y Everton en la Premiere League. En 2016, dio el salto a la selección de Bélgica para sorpresa de muchos. En cinco años, ha llevado a los modestos 'diablos rojos' a la cúspide.

En 2016, el catalán Robert Martínez tomó el banquillo de Bélgica para sorpresa de muchos. Ha llevado a los 'diablos rojos' a la cúspide

Porque esta Bélgica es 'cruyffista' igual que la España de hace una década lo fue. En España el 'cruyffismo' lo destilaba la columna vertebral del Barcelona, enriquecida con la calidad y matices de una generación única de futbolistas. En Bélgica el 'cruyffismo' lo pone Roberto 'Bob' Martínez directamente desde el banquillo, aunque nunca ha tenido relación con La Masía. Así se definió recientemente en una entrevista: "Tengo unos referentes muy específicos porque viene de mi experiencia. Es el amor al fútbol de posesión, el fútbol total que llevó Johan Cruyff al Barcelona. Hay muchas personalidades que pueden afectar al fútbol, pero Johan era único". Sin embargo, el técnico reconoce que "hay que ser evolutivo y saber lo que hace el contrario".

Foto: Manu Carreño, comentarista principal de la Eurocopa 2021. (Mediaset)

Una España musculada

Ese concepto de evolución es fundamental. Hace 13 años, el fútbol de posesión de la selección española no conocía antídoto. Hoy, el juego ha evolucionado y también las formas de contener a un rival que domina el centro del campo a base triangulaciones cortas para romper líneas. Por eso, Bélgica es distinta de aquella España. Carece de la técnica infinita de aquella medular, pero a cambio dispone de un arma que España no tuvo: un contragolpe eléctrico.

A la selección belga le gusta correr a los espacios, y así lo demuestra su dibujo táctico 3-4-2-1 que deja las bandas prácticamente huérfanas para que sean ocupadas bien por los carrileros, bien por los dos mediapuntas en caso de un contragolpe. A diferencia de aquella España, Bélgica es pase de tiralíneas y posesión, pero también músculo en todas las líneas. Ahí están los ejemplos de Kevin de Bruyne, un genio técnico y alma de esta selección, y Romelu Lukaku, el tren de mercancías para la punta del ataque. O el músculo de los pivotes Leander Dedoncker y Youri Tielemans junto a la agilidad del atlético Yannick Carrasco. O la magia de Eden Hazard, cuyo rendimiento puede ser la clave para llevar a su selección a levantar el título.

placeholder Kevin De Bruyne es el faro de Bélgica. (EFE)
Kevin De Bruyne es el faro de Bélgica. (EFE)

Los bajitos son historia

Igual que aquella España, Bélgica dispone de buena salida de balón desde los centrales. Especialmente con Toby Alderweireld, organizador de la zaga y enorme pasador. Pero ya no hablamos de un equipo de bajitos para dominar el juego. Bélgica promedia 184 centímetros en su plantilla y también en su centro del campo. También España ha pasado página. Nuestro centro del campo promedia 182 centímetros, igual que el conjunto de la plantilla. Sin duda, Luis Enrique no es amigo del preciosismo, tal como demostró en Barcelona. En este sentido, Bélgica es el equipo que enamora y España un equipo bueno pero ramplón. Justo los papeles invertidos a lo que venía siendo habitual en lo que llevamos de siglo.

Bélgica es el equipo que enamora y España un equipo bueno pero ramplón. Justo los papeles invertidos a lo habitual

Otro dato sostiene que España fue la chispa que lo cambió todo y Bélgica la evolución del concepto. Roberto Martínez ha tirado de 'Big data' para conformar su equipo y diseñar sus engranajes. Con la llegada del español, las principales universidades belgas se pusieron manos a la obra. Se tomaron miles de horas de juego con base en distintos parámetros como pases exitosos, distancia recorrida, rendimiento físico… Y desde ahí se empezó a dibujar un equipo que cuadrase en las ideas del seleccionador.

placeholder Entrenamiento de Bélgica previo a su debut en la Eurocopa. (EFE)
Entrenamiento de Bélgica previo a su debut en la Eurocopa. (EFE)

Pero aún hay más: tras el éxito del Mundial de Rusia, en la que Bélgica fue tercera, la federación de fútbol no se durmió en los laureles. Entendió que ese plan basado en los datos era el modelo a seguir, e implementó un plan de once puntos para modernizar toda la estructura de la organización, desde los asuntos deportivos hasta los institucionales y económicos. Contrató grandes especialistas en todas las áreas (desde ojeadores a árbitros), apostó muy fuerte por desarrollar las categorías inferiores y el fútbol femenino, y dotó de recursos a la visión de largo recorrido de Roberto Martínez. El seleccionador asegura sin dudar que este equipo es incluso mejor que el que maravilló en el Mundial: "Dimos un buen rendimiento en el Mundial, pero hemos crecido muchísimo en los últimos dos años".

¿Es el momento de Bélgica? Sin duda, pero eso no significa que vaya a serlo. Y regresamos al espejo de España. Si en aquellos cuartos de final de la Eurocopa de 2008 ante Italia, la selección hubiera perdido la tanda de penaltis, la historia podría haber sido algo distinta. Bélgica lo tiene todo, pero necesitará una pizca de suerte.

"De verdad creo que 2021 puede ser nuestro año", dijo el seleccionador en un vídeo promocional para todo el país días atrás. "Debemos soñar en grande", insistió. Bélgica lo tiene todo para consolidar lo que refleja su juego y lo que indica el ranking de la FIFA, donde ocupa la primera posición mundial con base en su rendimiento en los últimos años. Solo le falta una cosa: ganar un gran torneo. Cayó en semifinales del Mundial de 2018 y ahora parte como claro candidato a ganar la Eurocopa con el permiso de Francia y Portugal.

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