Cana: el ‘Casillas kosovar’ que ayudó a Albania a hacer historia desde el banquillo

Albania sigue de fiesta gracias al histórico gol de Armando Sadiku a Rumanía, que supuso la primera victoria del combinado grana en una fase final de una gran competición de selecciones, en este caso la Eurocopa. Poco importa que aún no tengan la certeza de que vayan a superar esta primera manga del torneo. Lo que venían a hacer, lo han hecho. Y además con buena nota: dos grandes actuaciones ante Suiza y Francia, pese a caer derrotados, y un triunfo que sabe a gloria por ser frente a quien fue, un rival regional.

[Así vivimos el Rumanía-Albania]

Ese feliz desenlace, por el que aún están lanzando bengalas en la plaza Madre Teresa de Tirana, tuvo un protagonista muy especial: Lorik Cana. El jugador más carismático e influyente de los 23 convocados demostró su compromiso con su selección y con su país pese a quedarse fuera del once de salida frente a los rumanos, contra todo pronóstico. El capitán albanés y del Nantes francés había sido expulsado en el debut de ‘Las ‘Aguilas’ en esta Euro por una doble amarilla que dejó a su equipo en inferioridad numérica frente a los helvéticos antes de llegar al descanso. Gianni de Biasi, seleccionador albanés, lo reemplazó frente a los anfitriones por el zaguero del Frosinone Arlind Ajeti. El excelente partido que cuajó la línea de cuatro en retaguardia formada por Hysaj, Ajete, Mavraj y Agolli convenció plenamente al preparador italiano, a pesar de los dos tantos recibidos a ultimísima hora.

El ex técnico del Levante tenía ante sí un dilema de los gordos: devolver al once frente a Rumanía a su hombre récord en internacionalidades (94) para contar con su enorme experiencia (ex PSG, Lazio, Marsella, Sunderland o Galatasaray) en un encuentro decisivo, o dar continuidad a Ajeti y repetir el once del día de Francia, que era lo que le pedía el cuerpo. Al final se decantó por lo segundo. El propio De Biasi reconoció tras el choque que apuró hasta la misma mañana del duelo con los de Iordanescu para notificarle a Cana que iba a ser carne de banquillo por temor a que se lo tomara a mal.

Empero, el veterano defensor de 32 años asumió la suplencia con la misma naturalidad y compromiso con el grupo que ha hecho Iker Casillas con España. No sólo no puso pega alguna a De Biasi, sino que además estuvo dando ánimos y consejos a sus compañeros en las horas previas al encuentro en el que tanto había en juego.

“Era, sin duda, una decisión compleja. Le comuniqué que iba a ser suplente después de almorzar. No quería variar el equipo que había jugado contra Francia, salvo Basha por Kukeli, que estaba sancionado, y eso suponía sacrificar a Lorik. Su reacción fue la de un gran líder y una persona generosa. Es alguien que verdaderamente mira por los intereses del equipo”, dijo el seleccionador.

De Biasi consideraba que el papel que el rol que asumió Cana frente a Rumanía fue tan importante como el de los que estuvieron dentro del rectángulo de juego, por ese motivo no dudó en felicitarle públicamente. “Debo decir que su comportamiento fue de chapeau. Teníais que haber visto cómo motivaba a los chicos antes de salir al césped, cómo les animaba. Luego, durante el juego, más de lo mismo. Creo que es digno de alabar su actitud porque cuando dejas a un jugador importante en el banquillo, es fácil que ponga malas caras y empiece a quejarse delante del resto. Lorik, en cambio, continuó ejerciendo su papel de capitán”, concluyó el italiano.