El deportista a seguir | El niño que echó el Bayern e idolatra a CR7 amenaza al Madrid en Wembley

El Real Madrid jugará una nueva final de Champions. El conjunto madridista volvió a firmar una remontada épica en los instantes finales del partido de vuelta de las semis para lograr el pase al partido por el título que se jugará en Wembley. El equipo de Carlo Ancelotti tiene ante sí la posibilidad de levantar un nuevo título europeo y, para ello, su último escollo es un Borussia de Dortmund que llega como la gran revelación del torneo, pero con jugadores muy peligrosos.

El Dortmund quedó encuadrado en el grupo de la muerte, donde fue capaz de superar al PSG, al Milan y al Newcastle para clasificarse a octavos como primero. Y, en las eliminatorias, acabó con PSV, Atlético de Madrid y, de nuevo, PSG para lograr el pase a la final. El Madrid llega como gran favorito pues, a sus 14 Copas de Europa, hay que sumar las 11 ocasiones que ha alcanzado en los últimos 13 años, en las que se ha metido seis veces a la final... y, hasta ahora, las ganó todas.

Pero los alemanes buscan dar la gran sorpresa y sumar la segunda Champions de su historia. Curiosamente, el conjunto germano está firmando una de sus mejores temporadas después de vender a sus grandes estrellas: Jude Bellingham, precisamente al Real Madrid, y Erling Haaland, al City, hace dos temporadas. Y el dinero ha sido bien invertido en fichajes: Fullkrug, Sabitzer, Nmecha, Sancho, Maatsen, Haller, Schlotterbeck... y un joven que es capaz de marcar las diferencias.

Y es que Karim Adeyemi es un futbolista diferencial. Con solo 22 años, su desparpajo sobre el césped, calidad y descaro le convierten en el jugador capaz de cambiar los partidos con solo un gesto. Capaz de jugar en ambas bandas, como segunda punta o, incluso, con referencia del ataque, le costó varios meses adaptarse al estilo de juego, pero, una vez que lo ha conseguido, se ha convertido en un puñal para el Dortmund y en uno de esos futbolistas que no hay que perder de vista.

Adeyemi es un jugador que, para bien o para mal, destaca por su personalidad. La misma genialidad que es capaz de llevar en el terreno de juego gracias a su forma de ser irreverente es la que, en algunas ocasiones, le ha creado algunos problemas en su carrera. De padre nigeriano y de madre rumana, el joven futbolista nació en Múnich, en cuyas calles dio sus primeras patadas a un balón. Su buen hacer le permitió unirse con 7 años a la cantera del Bayern.

Sin embargo, su mal comportamiento hizo que le echaran, por lo que recaló en el TSV Forstenried, del que también salió de malas maneras. Su explosión llegaría en el SpVgg Unterhaching, donde batiría varios récords de precocidad en edad juvenil que le sirvieron para que FC Liefering austríaco se fijara en él. Siendo solo un crío, con 16 años, se convirtió en un indiscutible en el primer equipo, que jugaba en Segunda, lo que llevó a fichar por el Red Bull Salzburgo.

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Rubén Rodríguez

Con el equipo de la bebida energética lo ganó todo en Austria, con una última temporada brillante con 23 goles y 5 asistencias. La salida de Haaland le abrió las puertas del Borussia, firmando una primera campaña de adaptación con buenos números. Sin embargo, este curso no está siendo tan bueno, donde las lesiones se han multiplicado y donde le ha costado coger continuidad hasta este momento de la temporada. Precisamente, en el momento más importante del año.

Uno de sus grandes ídolos futbolísticos es Cristiano Ronaldo, un futbolista al que siempre ha confesado que le gusta copiar movimientos sobre el césped... y fuera de él: De hecho, en su llegada al Metropolitano para el partido de cuartos, una de las imágenes curiosas la dejó el internacional alemán cuando, consciente de que tenía una cámara delante, no dudó en hacer el famoso gesto de la celebración de CR7. Muchos lo tomaron como una provocación.

El Borussia cuenta con varios jugadores a los que el Madrid deberá de prestar especial atención si quiere levantar una nueva Champions, con Adeyemi como factor determinante. Completamente recuperado y en plena forma, es uno de esos jugadores desequilibrantes que no necesitan demasiada incidencia en los partidos para cambiarlos. Indetectable, rápido y con calidad, será un dolor de muelas para la defensa blanca. Pero nadie dijo que ganar (otra) Champions fuera sencillo.