La vuelta al pasado del Bernabéu: recuerdos de Mourinho, 'siuu' de Rodrygo y Pep de villano

Era una final anticipada y tanto Real Madrid como Manchester City demostraron que son los dos mejores equipos del mundo. Y con bastante diferencia. Fiesta del fútbol la vivida en el Santiago Bernabéu con el empate a tres en la ida de los cuartos de final de la Champions League. Bernardo Silva, Joško Gvardiol y Phil Foden fueron los goleadores del club inglés, mientras que el madridismo celebró los tantos de Camavinga, Rodrygo y Fede Valverde.

Errores tácticos, genialidades con el balón, recaditos ante la prensa y una noche de recuerdos, casi de flashbacks. Todo ello se vivió en un partido para la historia de la competición, que tendrá una segunda parte el próximo miércoles 17 de abril.

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Llámenlo genética, don, cita con la historia... Pero después de una temporada tibia, gris por momentos, Rodrygo empezó a dar síntomas de remontada según se acercaba la hora de la verdad, la hora de la Champions. En las noches europeas es donde el brasileño brilla, donde todas sus dudas sobre el césped se convierten en certezas en forma de goles trascendentales para la épica europea del Real Madrid. Nada puede gustarle más al público del Santiago Bernabéu que un ídolo tocado por la varita en los días grandes.

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Y eso es el brasileño. Ante el City, apostado en la izquierda (permutando posiciones con Vinícius Jr), el '11' tuvo una magnífica actuación con gol incluido. El contraataque fue feroz, en apenas dos zancadas, Rodrygo dejó seco a Akanji con un recorte de cadera y definió ante Stefan Ortega con maestría. La pelota entró casi a cámara lenta, en una cruel instantánea para los aficionados del City. Por muy lenta que fuera, como si de una bola de billar se tratase, el esférico caminó impasible hasta encontrarse con el gol. Rodrygo se permitió el lujo de celebrarlo a lo Cristiano Ronaldo, con el 'siuu' incluido. Éxtasis madridista.

Lo bueno | El mejor Madrid de Mou

Por momentos, el Santiago Bernabéu fue una máquina del tiempo. Una vuelta al pasado se vivió en la noche de Champions. Parecía el 2012, con dos caballos voraces como CR7 y Gareth Bale galopando por el césped en un constante frenesí. Esta vez, eran Rodrygo y Vinicíus los que corrían, volviendo loca a la defensa del City, mientras que Jude Bellingham, algo desentonado, ponía acento francés como si de Karim Benzema se tratara.

Fue el Madrid más mourinhista desde la marcha de José Mourinho hace más de diez años. Nunca renunció Ancelotti a las mieles del contraataque, pero pocos días se efectuó con más peligro, seriedad y perfección que ante el City en la fiesta de la ida de los cuartos de final.

Lo normal | Pep, un villano necesario y Ancelotti, un héroe tocado

"A mí me gusta ver el cielo, la verdad. El estadio ha quedado impresionante, pero ahora solo tienen que cuidar la hierba, solo tienen que mejorar esto. Florentino solo se tiene que preocupar de hacer un buen campo como siempre el Madrid lo había tenido". Imposible que Guardiola no deje un recadito para el madridismo. El entrenador catalán acepta, de buena gana, su papel de villano. Lo abraza, lo engulle, lo disfruta. No fue su mejor noche táctica, con su City resucitando con zambombazos de Phil Foden y Joško Gvardiol, más que por decisiones del banquillo. Pero si algo tiene Pep, es orgullo, y en el Etihad, en una semana, el combate se decidirá.

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Que Carlo Ancelotti es una leyenda viva del Real Madrid es innegable; que su planteamiento ante el City de inicio fue el correcto, más de lo mismo; que no supo tocar las teclas de sus cambios para acabar resucitando a los ingleses pasada la hora de partido, también. La falta de decisión condenó al italiano, quien había acertado colocando a Rodrygo en la izquierda, pese a sacrificar el vértigo de Vinícius.

Lo malo | La cantada de Lunin

Vaso medio lleno, vaso medio vacío. Genialidad de Bernardo Silva, cantada de Lunin. Cada uno elige su propia aventura, pero cada repetición del tanto inicial del Manchester City (una falta de 40 metros, bastante escorada y con un solo hombre en la barrera) colocaba en peor posición al portero madridista. Se planteaba a un Courtois de titular en la eliminatoria, pero la nueva lesión en su rodilla 'buena' impuso al ucraniano entre los tres palos.

La temporada de Lunin está siendo de altísimo nivel. Pero estos fallos, en días tan importantes, son de los que pesan. A su favor, juega que no se hundió tras el error y dejó rastros de personalidad. Todos los grandes porteros del Real Madrid han cantado alguna vez en Europa, esperemos que esta sea la última para el ucraniano.

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Esta temporada está siendo difícil para Erling Haaland, solo lleva 30 goles en 37 partidos. Solo. Es para reírse. Pero el mejor delantero centro del mundo, una máquina de hacer tantos, se atraganta en las grandes citas de la Champions League... y empieza a ser preocupante. Rudiger secó al noruego, que disputó los noventa minutos de partido y apenas dispuso de peligro en sus botas. El Santiago Bernabéu respiró aliviado ante la mala noche de Haaland.