Luis Enrique, los egos y una clasificación agónica: "Estamos todavía vivos y coleando"

Luis Enrique logró con mucho suspense la clasificación del París Saint Germain para los octavos de final de la Champions League. El asturiano asumió con ganas esta nueva etapa en Francia tras el abrupto final de su periplo en la Selección Española con aquella derrota ante Marruecos en penaltis (3-0) en los octavos del Mundial. Ahora se encuentra en un ambiente rico en talento, pero plagado de tensiones y complejidades.

La llegada de Luis Enrique al PSG se produjo en un contexto de transición. El equipo había dejado atrás la etapa de Leo Messi, que llegó a París en el verano de 2021 tras no continuar en el Barcelona. Asimismo, Neymar, el fichaje más caro de la historia del fútbol, fue traspasado a Arabia Saudí, al Al-Hilal, por 90 millones para que Kylian Mbappé quedara como el gran estandarte del equipo. A pesar de las salidas de gente presuntamente tóxica en el vestuario, nada ha cambiado.

El PSG siempre ha sido un club lleno de estrellas desde que Nasser Al-Khelaifi se convirtiera en el presidente. Allí han coexistido desde entonces altas expectativas y egos de igual envergadura. Gestionar ese vestuario, unido a las demandas de éxito inmediato de los dirigentes, es una tarea de numerosa dificultad para Luis Enrique a pesar de la experiencia que ya tiene de su paso por grandes equipos como el Barcelona.

Los franceses son líderes en su liga con cuatro puntos de ventaja sobre el Niza. La Ligue 1, sin embargo, es un caramelo para ellos dado que lo que realmente interesa en Qatar es la Champions. Para eso se ha traído a técnicos experimentados en el torneo. Y Luis Enrique lo es. El asturiano ya tiene ese bagaje tras ganarla en 2015 con el Barcelona. Los culés, de hecho, no ganan la Copa de Europa desde aquel año.

Impulso hasta febrero

El pase a los octavos de final de la Champions le ha dado mucho oxígeno a Luis Enrique. La eliminación en la fase de grupos hubiera encendido todas las alarmas, porque la Copa de Europa es lo único que le quita el sueño a Al-Khelaifi. A pesar de haber tenido a Neymar y a Messi en el equipo, los parisinos todavía no han sido capaces de añadirla a su palmarés.

El PSG sólo ganó dos de sus seis partidos de la fase de grupos. Si se tiene en cuenta, dado el nivel de la Ligue 1, que es en la Champions donde mide realmente las fuerzas el equipo, la prueba no ha sido aprobada. Luis Enrique, mientras tanto, toma algo de impulso hasta febrero, cuando llegarán los octavos y se verá en qué lugar están los parisinos. A los proyectos, eso sí, conviene darles tiempo.

Necesitan mejorar

Si se analiza el nivel actual del PSG, muchos lo querrán con rival en los octavos de final de la Champions. El problema, no obstante, es que la eliminatoria se disputará en febrero. Para ese momento, quizá hayan mejorado y se hayan convertido en un rival temible. No hay que olvidarse de que tienen a Mbappé. Mejor que no se crucen en el camino.