La hora de la verdad de España en el Mundial: las estrellas deben aparecer si quieren hacer historia

Llega la hora de la verdad. La Selección viajó al Mundial acompañada de la ilusión de todo un país. Pero tras el resultado del último partido de la fase de grupos, ante Japón, la decepción se adueñó de muchos aficionados. No solo el juego del conjunto nacional no fue el esperado, sino que la actuación de muchas jugadoras se quedó lejos de cumplir con las esperanzas depositadas en ellas.

Se echó en falta la cohesión de la que alardeó el seleccionador antes de que la expedición partiera a la cita mundial. El conjunto nipón sacó a relucir todas las carencias del equipo y puso en duda la candidatura de las internacionales para levantar la copa. Además, evitó que las españolas diesen un golpe de autoridad para demostrar su valía ante una selección de calidad.

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Laura García Peña

Los fantasmas de La Roja regresaron en Wellington, si es que se habían ido. España encajó cuatro goles por primera vez en su historia en un Mundial y Jorge Vilda asumió la derrota en rueda de prensa: "Yo soy el entrenador y me responsabilizo de esta derrota". En esos momentos, la ausencia de varias jugadoras importantes dentro del vestuario volvió a la mente de todos. Sin embargo, no es tiempo de reproches, sino de confiar en que el equipo se levantará con más garra.

Las estrellas escondidas

No está siendo el Mundial imaginado de Alexia Putellas, pero tampoco de otras jugadoras de élite como Aitana Bonmatí o Jenni Hermoso. Las jugadoras a las que tanto el entrenador como el país entero se encomendaron para que fuesen las guías del equipo en el campeonato no lo están siendo. España puede ser un equipo competitivo, pero la ausencia de estas grandes futbolistas es un obstáculo para el propio grupo.

La doble ganadora del Balón de Oro acaba de volver de una grave lesión y eso está influyendo en su rendimiento. Nadie duda de su calidad y liderazgo, pero no lo está mostrando. En el primer partido, apenas disputó diez minutos para coger rodaje y, aunque contra Costa Rica sacó su varita y dio dos asistencias, contra Japón no se sintió. Alexia no estuvo fina en la derrota. España la necesita no solo dentro del campo, sino también fuera.

"No estamos orgullosas de lo mostrado en el campo", aseguró Aitana Bonmatí al término el encuentro ante Japón. La jugadora firmó una temporada espectacular y consiguió el triplete con el FC Barcelona. Después de eso, todos los focos estaban puestos en la centrocampista, ya que el Mundial era la oportunidad perfecta para poner el broche final a la temporada. O mejor dicho, debía serlo. Bonmatí recibió el MVP en el primer encuentro del torneo y desapareció. La estrella en el debut cumplió ante Japón el medio centenar de internacionalidades, aunque con el sabor amargo de no atravesar su mejor etapa en la Selección.

Jenni Hermoso marcó un hat-trick y recibió el premio a mejor jugadora del partido frente a Zambia. En cambio, tampoco supo liderar a La Roja en el desastroso duelo contra las niponas. "La conexión que tengo con Alexia, Aitana o Mariona es de hace muchos años. Jugamos con los ojos cerrados y de memoria", afirmó la delantera ante los micrófonos días antes del encuentro. Pero en el terreno de juego no pudo mostrar ese talento del que presume la jugadora. El resto de compañeras las necesitan para hacer historia con la camiseta de la Selección porque, sin una unión y lucha conjunta, no es posible.

Otros inconvenientes

Además de la falta de conexión, las lesiones comenzaron a dar problemas dentro del vestuario muy pronto. La primera en caer fue Athenea del Castillo. La delantera solariega no pudo disputar ningún minuto en el último partido de la fase de grupo debido a molestias en el tobillo, aunque se espera que ocupe su lugar en el once titular frente a Suiza. "Estoy bien, ya al cien por cien", afirmó la propia jugadora en rueda de prensa. Quien se seguirá quedando fuera será Ivana Andrés. La central está descartada debido a problemas en el sóleo, aunque se desconoce la extensión de la lesión.

La próxima prueba de fuego es el partido contra Suiza. A priori, la Nati es un rival más asequible que la selección de Noruega, pero no hay que vender la piel del oso antes de cazarlo. La primera clasificada del grupo A tiene en sus filas jugadoras que son una gran amenaza como Ana Crnogorcevic, Ramona Bachmann y Lia Wälti. En este partido, los errores no están permitidos porque es el último tren para continuar en el camino del Mundial. No vale otro resultado que no sea ganar.

La derrota obligaría a hacer las maletas y regresar al país con un sabor de boca amargo. En cambio, si España consigue revertir la situación, el tropiezo ante las asiáticas pasaría a un segundo plano. Con la victoria, La Roja sacaría el billete a cuartos de final y conseguiría su mejor clasificación en la historia de un Mundial hasta el momento. Pero no solo eso, sería un chut de energía para lo que está por venir. Lo que no sea dejarse todo en el campo, es poco. Un país entero cree en ellas.