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El ocaso de Freddy Adu, el "sucesor de Pelé" que se apagó pese a cobrar un millón con 14 años
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A SUS 34 AÑOS

El ocaso de Freddy Adu, el "sucesor de Pelé" que se apagó pese a cobrar un millón con 14 años

De unos años a esta parte, los grandes clubes europeos han extendido sus tentáculos por medio mundo. Cada vez más, los equipos punteros aceleran sus operaciones

Foto: Freddy Adu, en un partido con la selección de EEUU. (Reuters/Mike Cronem)
Freddy Adu, en un partido con la selección de EEUU. (Reuters/Mike Cronem)

De unos años a esta parte, los grandes clubes europeos han extendido sus tentáculos por medio mundo. Cada vez más, los equipos punteros aceleran sus operaciones con los jóvenes talentos, tratando de hacerse con las grandes perlas del futuro antes que sus rivales. Es por ello que es habitual ver cómo muchos futbolistas de corta edad, casi siempre desconocidos para el gran público, son codiciados por los mejores equipos del mundo, donde sueldos altos y grandes ofertas forman una ecuación indivisible para tratar de convencerlos. Pero no siempre sale como se espera. El caso más claro tiene nombre propio: Freddy Adu.

El futbolista norteamericano es el típico caso del joven que apunta muy alto y termina por no llegar a ser lo que se esperaba de él. Nacido en Ghana, con solo 13 años fue llevado a Estados Unidos, donde firmaría el contrato más alto de la historia de la MLS, además de firmar un acuerdo por más de un millón de euros con Nike, con cifras tan espectaculares que por aquel entonces solo eran alcanzadas por Tiger Woods. Solo un año después debutaba en la liga, siendo el deportista más joven en jugar en una competición oficial en EEUU. Acababa de nacer un mito para un país en plena expansión deportiva que necesitaba futbolistas de primer nivel.

Foto: Marco Asensio ya es jugador del PSG. (EFE/Rodrigo Jiménez)

Tras su debut en 2004, solo necesitó dos años para jugar con la selección nacional. En aquel partido amistoso contra Canadá, Adu pasó a ser el jugador de menor edad en vestir la camiseta nacional. En sus primeros partidos no faltó a su cita con el gol, lo que provocó que EEUU pasara a ser considerado como el nuevo Pelé o el Michael Jordan del fútbol. Demasiados halagos para un jugador que, a tan corta edad, no había demostrado prácticamente nada: ser una estrella en Estados Unidos a tan corta edad pronto le empezó a pasar factura, comenzando el principio del fin de su carrera.

Después de tres temporadas en el DC United -en el que había jugado más de 84 partidos y había marcado 18 goles- su falta de progresión le hizo salir en dirección al Real Salt Lake. Solo 10 partidos después, la joven estrella daría su salto a Europa, concretamente hacia el Benfica que entonces entrenaba José Antonio Camacho. En el conjunto de las 'Águilas' jugaría 19 encuentros, marcando dos tantos. A partir de ese momento, su vida deportiva se convertiría en una sucesión de cesiones y traspasos a distintos equipos, donde no tendría continuidad y perdería definitivamente su vitola de estrella.

"Cuando estaba en el Benfica, tuve tres entrenadores diferentes en mi primer año allí. Pensé que sería mejor ir a jugar a un equipo diferente y, con suerte, eso me daría más estabilidad. Pero resultó que fue una decisión equivocada. Es lo que más he lamentado. No era lo bastante maduro para manejar todas las distracciones que había en Mónaco. Mi juego se resintió mucho. Ese fue básicamente el comienzo de mis cesiones a otros equipos, porque no jugaba lo suficientemente bien. No culpo a nadie. Me culpo a mí mismo porque tomé esa decisión. Nadie me obligó. Fui yo quien decidió marcharse", explicaba a Sport Bible hace unos años.

Mónaco, Os Belenenenses, Aris de Salónica o Rizespor serían algunos de los equipos por los que pasaría antes de regresar a Estados Unidos, en un periplo en que lograría cinco goles en algo menos de tres temporadas. En su vuelta a su país adoptivo, Adu recalaría en el Philadelphia Union, donde en los primeros partidos de la temporada retomaría su papel protagonista, con un puesto fijo en el once inicial. Pero su pobre bagaje le condenó a la suplencia, de la que no saldría en toda la temporada, participando en 17 encuentros y sumando unos pobres números, con solo dos tantos.

Un futbolista en caída libre

Consciente de que su carrera se estaba estancando y que necesitaba dar un salto cualitativo, llegó la oportunidad esperada: a Adu pudo entrenar quince días con el Rayo Vallecano. Con 22 años, tenía la ocasión de poder quedarse en un equipo de Primera División, siempre y cuando después de sus dos semanas a prueba convenciera al cuerpo técnico del conjunto madrileño. Nada más lejos de la realidad, su fútbol no gustó en Vallecas, por lo que tuvo que buscarse las habichuelas lejos de España. Pese a ello, la oportunidad que le surgió no fue nada mala: el Bahia brasileño

Pero en plena caída libre, Adu no fue capaz de demostrar absolutamente nada. En toda una temporada, tan solo jugó cuatro partidos en el campeonato brasileño para, un año después, tener que volver a buscar equipo. Su nuevo club de cara a la 2014-15 sería la Jagodina serbia, donde en media temporada saltó al campo en una ocasión; así, en el mercado de invierno, se marchaba al Kups finlandés, donde jugó dos partidos. O, lo que es lo mismo, en las tres últimas temporadas tan solo jugaba siete partidos en tres equipos diferentes. Con 25 años, estaba al borde del precipicio.

A sabiendas de que el primer nivel deportivo se había acabado para él, Adu decidió dar un paso atrás. Se acabó buscar equipos de primera división de lugares recónditos del planeta: era preferible jugar en segunda, pero en casa. Así, no se lo pensó cuando le salió la oportunidad de firmar por los Tampa Bay Rowdies de la NASL, pero más de lo mismo: tras una temporada, volvió a quedarse sin equipo... y, tras dos años en el paro, Las Vegas Lights le daban una nueva oportunidad. Solo duró unos meses en el equipo, para vivir otros dos años en el dique seco. El Österlen sueco era su última oportunidad... y volvió a salir rana.

A sus 34 años, la carrera de Adu ya no tiene demasiado recorrido. Ahora, en plena decadencia, incluso ha utilizado las redes sociales de vez en cuando para promocionar productos que nada tienen que ver con el deporte, como una aspiradora sin cable Hace menos de una década estaba llamado a ser una de las grandes estrellas del fútbol mundial y, Ahora, aquel chaval al que EEUU convirtió en ídolo de masas, sabe que no triunfará en el balompié: "Algunos no lo entenderán pero, para mí, haber podido formar parte de la historia del fútbol en este país y ayudar a elevar este deporte es increíble". Freddy Adu, la historia que nunca llegó a ser.

De unos años a esta parte, los grandes clubes europeos han extendido sus tentáculos por medio mundo. Cada vez más, los equipos punteros aceleran sus operaciones con los jóvenes talentos, tratando de hacerse con las grandes perlas del futuro antes que sus rivales. Es por ello que es habitual ver cómo muchos futbolistas de corta edad, casi siempre desconocidos para el gran público, son codiciados por los mejores equipos del mundo, donde sueldos altos y grandes ofertas forman una ecuación indivisible para tratar de convencerlos. Pero no siempre sale como se espera. El caso más claro tiene nombre propio: Freddy Adu.

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