No ganar a toda costa: el Barça y el partido de fútbol sala más bochornoso de la historia

Una de las anécdotas más surrealistas de la historia del fútbol sala, que se puede catalogar sin ningún impedimento como bochornosa, tuvo lugar en el año 1997. Concretamente, ocurrió durante la disputa de la Copa Intercontinental, en la que se reunían ocho equipos, siendo el Barcelona uno de ellos.

Después de haber ganado en sus dos primeros partidos, frente a Peñarol de Uruguay y al FP Houthalen Genk belga, a los blaugranas les tocaba verse las caras con el DiBufala SC estadounidense, un choque del que previsiblemente salían el primero y el segundo del grupo A, jugando contra segundo y primero del B respectivamente en semifinales. Y ahí surgió el problema.

Con el torneo celebrándose en Porto Alegre y siendo Internacional el más fuerte y el gran candidato a llevarse el torneo, ni Barça ni DiBufala querían ganar el partido para enfrentarse con los brasileños... y eso dejó situaciones esperpénticas durante el encuentro, con los dos equipos queriendo que fuera el Bunga Melati Tilburg, de Países Bajos, su rival en las semis.

El primer gol fue del DiBufala en un lanzamiento de falta en el que se puede observar cómo no hay mucha oposición por parte del portero, pero lo mejor estaba por llegar. El segundo de los estadounidenses llegó directamente de un jugador del Barça con un pase a la red de su propia portería, en la que no estaba el cancerbero culé, Juan Silva. El propio guardameta se encargó de meterse el balón justo después, en el saque de medio campo del equipo.

Pero ahí no había acabado todo. Con el DiBufala desesperado ante lo que estaba ocurriendo, los jugadores del equipo estadounidense y el propio portero, en varias ocasiones, trataron de meterse un gol, ante lo que los futbolistas del Barça reaccionaron defendiendo la portería rival como si fuera la suya, llegando incluso el propio Juan Silva a ponerse bajo los palos.

El Barça acabó logrando su objetivo y pasó a semifinales como segundo, ganando 7-5 al Bunga Melati Tilburg neerlandés. En el otro lado Internacional endosó un 11-0 al DiBufala, por lo que los culés se vieron las caras con los brasileños en el duelo por el título. La Intercontinental fue para los de Porto Alegre, que vencieron 4-2 en la final después de que el encuentro se decidiera en la prórroga.