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Mbappé se pone las botas en el debut de Messi con el PSG
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Estrella en la victoria ante el Reims

Mbappé se pone las botas en el debut de Messi con el PSG

Dos goles de un francés inspirado y en plena forma doblegan al Stade de Reims, cuya afición estuvo más pendiente del estreno de Leo Messi (sustituto de Neymar en el minuto 65) que del partido

Foto: Mbappé, tras el partido. (Reuters)
Mbappé, tras el partido. (Reuters)

Kylian Mbappé titular, Leo Messi en el banquillo. En un ejercicio de displicencia más propio de un emperador que de un negociador, el Paris Saint-Germain alineó este domingo en Reims al jugador que codician el Real Madrid y el fútbol español y postergó hasta el minuto 65 el esperado estreno del fichaje más espectacular del mercado veraniego más sorprendente en la historia del fútbol. Con una delantera que completaban Neymar y Ángel Di María, el conjunto presidido por el jeque Nasser Al-Khelaifi no solo guardaba a Messi en el banquillo. Jugó sin el aún renqueante Sergio Ramos o sin Donnaruma, otros fichajes recientes de un club situado en otra dimensión. De suplentes tenía a jugadores como Draxler, Paredes, Kimpembe o Ander Herrera, además de faltarle lesionados como Sarabia —titular con la Selección española— o Icardi.

Partido necesariamente extraño el celebrado en el estadio Auguste Delaune de Reims, donde el equipo local (entrenado por el español Óscar García-Junyent) plantó cara al poder central mientras sus aficionados se rendían al halo de Messi. Las cámaras enfocaron casi tanto el banquillo como el césped: ver a Leo sin la camiseta del Barça se había convertido en un acontecimiento de resonancia mundial. Más de 150 medios acreditados, récord absoluto del estadio, graderíos a reventar.

Mbappé fue el primero en ofrecer destellos de su clase (y ya no paró durante el resto de la noche): velocísimo y muy concentrado, jugó igual o mejor que en cualquier otro encuentro. El terreno empezó a desnivelarse progresivamente hacia la portería del serbio Predrag Rajković, por pura lógica económica, hacia el minuto 10. Verrati dirigía la orquesta, Neymar siempre tiene la lámpara encendida (aunque le falte ritmo competitivo tras las vacaciones). Poco después, en el minuto 16, Mbappé marcó de cabeza el primer gol (o el último, que también podría ser) en un alarde de agilidad polideportiva entre dos defensores. Lo celebró como si no quisiera cambiar de equipo.

placeholder Mbappé celebra el primer gol. (EFE)
Mbappé celebra el primer gol. (EFE)

El jugador francés cumplía con su deber profesional y sus jefes exhibían plumaje, arriesgándose a una lesión que frustraría inmediatamente la operación con Florentino Pérez. El cambio de ritmo del '7' daba miedo y el posible traspaso se encarecía cada cuarto de hora. Messi escondía los gestos en su mascarilla, preparándose para lucir, hablando en castellano con su amigo Paredes y con Herrera en el banquillo. Di María era el futbolista más activo del PSG. Cassama, el '7' del Reims, rozó un gol antológico de vaselina estática en el minuto 41, cuando los parisinos pensaban ya en el vestuario.

Por Neymar

Poco después de regresar al campo, el Reims marcó un gol que sería anulado por fuera de juego. Messi no miraba el partido, miraba a su entrenador. En el minuto 56, salió por fin a calentar. Miles de fotos en medio minuto. Gritos de los niños. Mbappé seguía en el campo, horas antes de la mañana decisiva, como si nada. En el minuto 58, marcó con la izquierda el segundo tras un centro quirúrgico de Achraf, justo cuando Messi (dorsal 30) escuchaba las directrices de Pochettino en la banda. El argentino tuvo que esperar al VAR mientras la grada coreaba su nombre, pero el gol le había quitado parte del foco. Entró finalmente en el minuto 65 por su amigo Neymar, correteando, aparentemente tranquilo. Las gradas, enloquecidas, veían compensada la derrota por la relevancia del partido en la historia del fútbol moderno.

placeholder Messi, durante el partido. (EFE)
Messi, durante el partido. (EFE)

Messi deambuló por el campo con bastante libertad, recibió tres faltas, asistió a los arreones de un Reims que había estado a punto de empatar y no aceptaba aún la derrota. Se entendió un par de veces con Mbappé, que mostró generosidad con el argentino, pero Messi se vio indudablemente superado por la trascendencia extradeportiva del evento y apenas incidió sobre el encuentro. Una falta de Ekitike a Mbappé en el minuto 83 debió de aumentar el pulso de toda la directiva del Real Madrid, pero el francés se recuperó. Tanto, que buscó el ‘hat-trick’ en el minuto 89. No sería reservado ni un solo minuto, y sus gestos solo indicaron compromiso con el PSG.

El fútbol europeo se cuece en París estos días, y el plazo expira el martes 31 a medianoche. El discreto debut de Messi atrajo la atención de todo el planeta, pero los titulares esta semana parecen definitivamente propiedad de Kylian Mbappé Lottin.

Kylian Mbappé titular, Leo Messi en el banquillo. En un ejercicio de displicencia más propio de un emperador que de un negociador, el Paris Saint-Germain alineó este domingo en Reims al jugador que codician el Real Madrid y el fútbol español y postergó hasta el minuto 65 el esperado estreno del fichaje más espectacular del mercado veraniego más sorprendente en la historia del fútbol. Con una delantera que completaban Neymar y Ángel Di María, el conjunto presidido por el jeque Nasser Al-Khelaifi no solo guardaba a Messi en el banquillo. Jugó sin el aún renqueante Sergio Ramos o sin Donnaruma, otros fichajes recientes de un club situado en otra dimensión. De suplentes tenía a jugadores como Draxler, Paredes, Kimpembe o Ander Herrera, además de faltarle lesionados como Sarabia —titular con la Selección española— o Icardi.

Kylian Mbappé Leo Messi
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