¿Qué pasa con Riqui Puig? El genio de la Masía divide a vestuario y afición culé

“Riqui Puig nos devuelve a la memoria ese fútbol que hemos vivido años atrás en Can Barça. Ese ADN tan particular de nuestro juego y que es tan complejo de encontrar en jugadores concretos”. Estas palabras las pronunció una voz autorizada del Barcelona, Xavi Hernández, en declaraciones para Mundo Deportivo en el 2018. Han pasado dos años desde el halago y la situación del joven jugador de 21 años está más enquistada que nunca, fuera de la rotación habitual y señalado por su conducta en el vestuario.

Puig comenzó la temporada deportiva conociendo la decisión de Ronald Koeman de que no contaba con él. “Le será muy difícil jugar aquí, hay que solucionarlo”, espetó el técnico holandés poco después de disputar el trofeo Joan Gamper, partido para el que Riqui ni siquiera fue convocado. El entorno del futbolista rápidamente se movilizó, deslizando que Puig no contemplaba ninguna opción deportiva que no fuera continuar y triunfar en el Barcelona. Koeman aceptó, lo tendría en consideración y le daría opciones para hacerse un hueco.

Si algo ha caracterizado los cuatro meses que apenas lleva el holandés en el cargo es su capacidad para dar oportunidades a los más jóvenes. De su confianza como titular indiscutible en Ansu Fati a la importancia de Pedri en la zona de la mediapunta pasando por los minutos que Aleñá sí se está mereciendo según la libreta del técnico culé. Puig, por su parte, solo ha participado en cuatro partidos en lo que va de temporada. En LaLiga saltó al césped cuatro minutos en la derrota frente al Getafe, como único bagaje.

A juzgar por la idea de fútbol que quiere plasmar en el campo Koeman, a Riqui Puig le falta solidez y desligue físico para jugar en el doble pivote. Pero hay más motivos que la pelota para la falta de confianza del entrenador en su mediocentro. El periódico El País desveló recientemente el tremendo enfado que Ronald Koeman expresó en el seno del vestuario con Puig. “Tú eres un filtrador”, gritó el míster, delante de todos sus compañeros. El motivo de este enfado no era otro que las tempranas informaciones, supuestamente facilitadas por Puig, que se publicaron sobre la negativa del holandés a la continuidad del jugador antes del Gamper.

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“Hay un cierto interés por parte de la prensa porque es un jugador de la casa, pero también hay otros jugadores que no juegan y buscan el apoyo del entrenador y de la prensa, somos una plantilla fuerte donde solo pueden jugar 11 y el entrenador decide sobre la actitud de un jugador”, respondió Koeman en la rueda de prensa previa al enfrentamiento con la Real Sociedad sobre el caso de Riqui Puig. Con una retórica e ironía propia de otros ilustres entrenadores que ocuparon su banquillo, el neerlandés apostilló que el español no es un caso aislado en el vestuario: “Hay más jugadores, pero no es mi problema porque yo no pregunto por estas cosas”.

No es la primera vez que la actitud de Riqui Puig causa división en el vestuario del Barça. Aunque antiguos iconos culés como Xavi Hernández -ídolo absoluto del canterano- lo han señalado como el futuro de la entidad, lo cierto es que sus primeros pasos con el primer equipo fueron de todo menos cálidos. En contraposición al caso de Ansu Fati, las sensaciones entre algunos pesos pesados de la plantilla y Puig no fueron las idóneas, incluyendo situaciones como un frívolo caño al mismísimo Leo Messi que sentó mal al argentino. Una tensión que, según fuentes cercanas al club consultadas por este periódico, fue percibida por Koeman y por ello aconsejó una cesión al joven centrocampista. Tres meses después de su fallida salida, su técnico vuelve a incidir en la “actitud” de Riqui como problema.

El cambio de sistema, un clavo ardiendo para Puig

Ni siquiera el último cambio de dibujo frente al Levante, cuando Koeman optó por el histórico 4-3-3 blaugrana, el español tuvo minutos de juego. Es precisamente en esa posición donde Puig debería mostrar sus dotes futbolísticas. Falta por conocer si esta nueva táctica será habitual para este Barcelona todavía en construcción o se volverá al 4-2-3-1, la apuesta de Koeman. Nadie duda de su talento con la pelota, pero son tres entrenadores diferentes a los que no ha convencido. Ernesto Valverde y el actual técnico, no le dieron demasiadas oportunidades. Sí lo hizo en un determinado momento Quique Setién, para luego quitarle protagonismo aludiendo a un “trabajo defensivo” que el español tenía que mejorar.

De complexión liviana (1,69 metros de altura y sin alcanzar los 60 kilos de peso), el de Matadepera es puro ADN Barça como interior. Un futbolista que se mueve entre los espacios de la defensa y centro del campo rival, con capacidad para combinar en pocos toques, girar sobre sí mismo y estar siempre perfectamente orientado para filtrar un pase entre líneas. Esta definición la llevó a su máxima expresión el propio Xavi Hernández, quien ha sido elegido como integrante del Mejor Once de la Historia del Fútbol para la revista France Football. La afición blaugrana ve en Puig aquel esplendor de La Masía de la que solo Leo Messi queda vigente, pero parte de esta hinchada comienza a dudar. ¿Qué le pasa a Riqui Puig? A día de hoy, a Koeman le pesa más su actitud que su talento.