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Enfermedad fue la depresión de Andrés Iniesta, no la 'recuperación' forzosa de Fali
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EL JUGADOR DEL CÁDIZ MEDITA REINCORPORARSE

Enfermedad fue la depresión de Andrés Iniesta, no la 'recuperación' forzosa de Fali

Tras aceptar someterse a los test del COVID-19 y recibir ayuda psicológica, el central del Cádiz podría volver este lunes a los entrenamientos, aunque su caso parece más moral que mental

Foto: Iniesta dedicó a Dani Jarque el gol que dio a España su primer Mundial, en Sudáfrica 2010. (Reuters)
Iniesta dedicó a Dani Jarque el gol que dio a España su primer Mundial, en Sudáfrica 2010. (Reuters)

Seguro que recuerdan el testimonio de Andrés Iniesta, quien, en otro gesto del futbolista mayúsculo y persona ejemplar que es, confesó que sufrió una depresión. Donde primero lo hizo fue en su autobiografía 'La jugada de mi vida’ escrita en 2016 por Ramon Besa y Marcos López. "Me dejé la vida para jugar la final de Roma (Champions 2009). La jugué lesionado y el peaje que pagué después fue muy duro. Se juntó que yo no salía de la muerte de Dani Jarque. Fue un cúmulo de cosas que me hizo entrar en un pozo sin salida. Me sentía vacío por dentro. Tuve un periodo muy difícil, pero gracias a los especialistas pude salir adelante".

Según desveló el propio Iniesta, leyenda del fútbol español y segundo jugador de la historia del FC Barcelona con más títulos (32), "estuve en tratamiento un periodo con una psicóloga. Siempre me acordaré de las ganas que tenía de ir a la consulta, por lo que llegaba hasta 15 minutos antes. Me llegué a encontrar muy mal. Necesitaba algo para salir de la situación en la que estaba. Deseaba que llegase la noche para tomarme una pastilla".

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Sí, el futbolista que tocó el cielo con aquel gol en la final del Mundial 2010 que dio a España su primera estrella y dedicó a su amigo Dani Jarque, también vivió un infierno. "A las personas nos mueve la ilusión y en una situación así no tienes nada, no sientes las cosas. Cuando sufres depresión, no eres tú. Cuando estás tan vulnerable es difícil controlar momentos de la vida y piensas en situaciones extremas", explicó el manchego con la naturalidad que le caracteriza, pero también con toda la crudeza.

Pues bien, precisamente porque lo de Iniesta sí fue una enfermedad, creo que es importante diferenciarlo del caso de Fali, el único futbolista profesional que se negó a volver a la actividad a causa del coronavirus. Después de descansar el fin de semana tras los primeros siete entrenamientos individualizados con los que LaLiga inició su particular y privilegiada desescalada, el Cádiz CF empieza este lunes a entrenarse en grupo y la noticia es la posible incorporación del mencionado Rafael Giménez (Valencia, 1993). "No voy a jugar, no voy a exponer a mi familia. Mientras exista el riesgo de contagiar a una persona o a mi familia, nada. Si me hacen jugar, no juego y dejo el fútbol con 26 años", aseguró el central cadista.

Sin embargo, la semana pasada Fali se hizo y superó las pruebas del COVID-19 y también el reconocimiento médico previo a regresar con su equipo, una decisión que deberá tomar él y solo él, por más que desde el club estén haciendo todo lo posible para que así sea. Nadie duda de que con buena intención, aunque evidentemente no solo pensando en él. "Está equivocado y se lo digo todos los días", reconoció el presidente del Cádiz CF. "Para nosotros, Fali está lesionado, queremos que se recupere y tenemos que ayudarle. Ojalá podamos tenerle con nosotros lo antes posible. No le va a caer ninguna multa", añadió Manolo Vizcaíno.

Según ha repetido hasta la saciedad el máximo dirigente del equipo amarillo, "Fali es un jugador con mucho miedo, por ejemplo, a viajar en avión y lo ha conseguido superar. Jamás se ha borrado. Es un futbolista que ha sufrido una fisura en el pie y a los ocho días estaba jugando. El club ha decidido estar a su lado y darle todo el apoyo, que se lo piense y ojalá podamos convencerle de que tiene menos peligro yendo a la Ciudad Deportiva que al supermercado". Pero, ¿por qué este empeño del club en atribuir una patología a su futbolista?

Es cierto que Fali está recibiendo una ayuda psicológica que ha aceptado y que a buen seguro le vendrá bien. Pero no porque él la pidiera e incluso considerara necesaria, sino porque desde su club creen que su único problema es que tiene miedo. Se ha llegado a decir que el jugador del Cádiz podría sufrir el llamado 'síndrome de la cabaña', un fenómeno psicológico por el que se tiene miedo a salir a la calle y realizar actividades fuera de casa que antes eran cotidianas. Aunque, según los expertos, es importante remarcar que no se trata de un trastorno psicológico, por lo que tampoco hay una definición oficial sobre ello.

placeholder Rafael Giménez Jarque, 'Fali', el día de su presentación como jugador del Cádiz. (EFE)
Rafael Giménez Jarque, 'Fali', el día de su presentación como jugador del Cádiz. (EFE)

"Volver es ganar, ¡titán!"

Tanto el cuerpo técnico como el vestuario han mostrado todo su apoyo a Fali, que está recibiendo la ayuda de un amigo psicólogo que conoció durante su estancia en Barcelona y que le ayudó a vencer el miedo a volar. Pero, sobre todo, lo que más ha podido animarle es ver a sus compañeros de vuelta a los entrenamientos. "Todo lo que deseas está al otro lado del miedo. Volver es ganar, ¡titán!". Así celebró su decisión el propio Cádiz CF a través de su cuenta de Twitter.

Lo comentaba hace unos días Iniesta en una de las entrevistas que concedió para promocionar el documental de Rakuten TV que lleva por título 'El héroe inesperado'. "El dinero y la fama no sirven de nada, pero... ¿sabes qué pasa? Que es difícil que alguien que no tiene todas esas cosas que yo tengo, comprenda que yo diga que no sirven de nada el dinero y la fama. Las personas, da igual el dinero, tenemos los mismos sentimientos, los mismos miedos, las mismas alegrías... Evidentemente, los que tenemos los privilegios tenemos que estar agradecidos, pero el trago que pasé lo pasé como persona, no lo pasé mejor o peor por tener más o menos dinero".

Como escribió Gemma Herrero, la confesión de Iniesta fue "un paso adelante para visibilizar un trastorno que, según datos de la OMS, sufren 350 millones de personas en el mundo y, sin embargo, la palabra depresión cuesta encontrarla ya no solo en el libro, sino en el tratamiento que han hecho los medios de comunicación de las revelaciones del jugador". Por eso es tan importante tratar el caso de Fali en su justa medida y no insinuar que sufre una enfermedad. Sí, quizás más que un trastorno psicológico de un futbolista, estemos ante un debate moral. Algo que por otro lado en el fútbol, y no digamos ya en la política, hace mucho que dejó de importar.

Seguro que recuerdan el testimonio de Andrés Iniesta, quien, en otro gesto del futbolista mayúsculo y persona ejemplar que es, confesó que sufrió una depresión. Donde primero lo hizo fue en su autobiografía 'La jugada de mi vida’ escrita en 2016 por Ramon Besa y Marcos López. "Me dejé la vida para jugar la final de Roma (Champions 2009). La jugué lesionado y el peaje que pagué después fue muy duro. Se juntó que yo no salía de la muerte de Dani Jarque. Fue un cúmulo de cosas que me hizo entrar en un pozo sin salida. Me sentía vacío por dentro. Tuve un periodo muy difícil, pero gracias a los especialistas pude salir adelante".

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