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El ambiente artificial de un Mestalla vacío en la eliminación del Valencia en Champions
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eliminado ante la atalanta (3-4)

El ambiente artificial de un Mestalla vacío en la eliminación del Valencia en Champions

El Valencia necesitaba ganar por tres goles para remontar el 4-1 de la ida, pero sus errores en defensa lo dejaron sin opciones. Ilicic marcó los cuatro goles de la Atalanta

Foto: Imagen de Mestalla vacío durante el Valencia-Atalanta de este martes en Champions League. (EFE)
Imagen de Mestalla vacío durante el Valencia-Atalanta de este martes en Champions League. (EFE)

El árbitro pita el final y, salvo los gritos de alegría de los jugadores del Atalanta, el silencio manda en Mestalla. No hay nadie en las gradas del estadio para criticar o apoyar al Valencia, que acaba de ser eliminado de la Champions League tras una eliminatoria desastrosa. Recibir ocho goles, por muy ofensivo que sea el rival, desacredita al Valencia, un equipo al que no se le puede reprochar su falta de voluntad, pero sí su escasa pericia defensiva (4-4).

El partido se jugó sin público... y sin defensas. El Valencia necesitaba al menos un 3-0 para remontar y pasar a cuartos de final. El objetivo no era tan inasequible. La Atalanta, un torrente en ataque, es muy débil en defensa. El Valencia marcó esos tres goles sin tener una gran presencia en ataque. Marcó dos Kevin Gameiro y uno Ferran Torres. Pero todo el acierto que tuvo en el área contraria le faltó en la propia.

Dos penaltis de Mouctar Diakhaby, uno por derribar a Josip Ilicic en el segundo minuto y otro por una mano poco antes del descanso, permitieron al delantero esloveno marcar dos goles en la primera parte. En el 71' marcó el tercero, justo después de que el gol de Ferran Torres elevara un poco el optimismo en el valencianismo: tenía que marcar tres goles en 25 minutos. Muy difícil, pero no imposible. No lo hizo y además Ilicic marcó el cuarto a diez minutos para el final.

placeholder Josip Ilicic marcó los cuatro goles de la Atalanta ante el Valencia. (Reuters)
Josip Ilicic marcó los cuatro goles de la Atalanta ante el Valencia. (Reuters)

No hubo épica. No podía haberla en un estadio sin público. No van a encontrar aquí una opinión sobre si es conveniente o no disputar competiciones deportivas en recintos vacíos o si es mejor suspenderlas. Lo que no admite discusión es que la imagen es extraña, lúgubre si se quiere. Sobre todo cuando hay en juego una clasificación y hace falta una remontada. Nadie sabe qué habría pasado este martes con un estadio lleno.

Cánticos grabados por megafonía

En uno de los laterales lucía una lona con el mensaje "Nuestros corazones y almas siempre están en Mestalla. Siempre arriba". Antes del partido, miles de aficionados recibieron al equipo junto a Mestalla, en una concentración en clara contradicción con las medidas tomadas dentro del estadio. Y durante el encuentro, la megafonía emitió cánticos grabados. Un ambiente artificial.

El Valencia se despide de la Champions de mala manera. Dando una mala imagen, recibiendo ocho goles en dos partidos y en un escenario vacío. Un final bastante triste.

El árbitro pita el final y, salvo los gritos de alegría de los jugadores del Atalanta, el silencio manda en Mestalla. No hay nadie en las gradas del estadio para criticar o apoyar al Valencia, que acaba de ser eliminado de la Champions League tras una eliminatoria desastrosa. Recibir ocho goles, por muy ofensivo que sea el rival, desacredita al Valencia, un equipo al que no se le puede reprochar su falta de voluntad, pero sí su escasa pericia defensiva (4-4).

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