La gestión de Isco (y su actitud impasible y apática) supera a Solari

La gestión del caso Isco supera a Solari. El entrenador del Real Madrid se ha metido en un callejón de difícil salida porque en el club ya dudan de si se extralimita con la suplencia de un jugador que, además de ser un activo importante, tiene algo diferente que aportar a un equipo que gana, pero que no convence. Isco no jugó ni un minuto en el partido contra el Rayo Vallecano. Si la situación podía ser peor, entre Solari e Isco la convirtieron en más grave. El malagueño no fue ninguno de los tres cambios ni tampoco salió a calentar a la banda. Al final del encuentro, un grupo de jugadores se quedaron en el césped para hacer carreras de activación e Isco tampoco estuvo con ellos.

La táctica de esconder a Isco no tiene más explicación que evitar exponerle a una pitada del Bernabéu después de que el malagueño se encarara con la grada norte en el partido de Champions ante el CSKA de Moscú. Escondido en el banquillo como si el partido no fuera con él. Así se comportó el jugador ante la indiferencia de Solari, que no tuvo la valentía de obligarle a calentar con el resto de compañeros por si era necesaria su participación en un partido con juego plano y aburrido. La imagen del futbolista era la del acomodamiento ante una situación que ya se toma a risa en los entrenamientos y en presencia de Florentino Pérez. Como se pudo comprobar en la escena difundida por los medios oficiales del club en la que el presidente se acerca a la mesa, en la comida navideña, en la que están Isco y Marco Asensio para representar la unión entre un jugador que no cuenta para el entrenador y el club.

Isco se subió al avión con destino a los Emiratos Árabes Unidos con la actitud que se puede tener cuando duda de su papel en el Mundial de Clubes. Impasible y apático. Posó en la foto, en un segundo plano y alejado de Solari, en la pista del aeropuerto, antes de subir al flamante avión que exhibe el club. Ha adoptado esta postura de silencio y desinterés con lo que sucede a su alrededor. Mientras los compañeros están activos en las redes sociales para enviar mensajes y dejar fotografías en las que exteriorizan su afán por ganar un nuevo Mundial de Clubes, Isco está desconectado. Escondido y esperando a comprobar si tendrá minutos en el Mundial.

"Con el Tito Floren"

Las sonrisas de los Sergio Ramos, Marcelo, Benzema, Bale, Modric e incluso Marco Asensio —titular contra el Rayo Vallecano para ocupar el puesto del galés— contrastan con un Isco que está oculto. A la espera de comprobar si Solari arriesgará con dos futbolistas con molestias como Benzema y Bale después de que a él se le exija estar en perfecto estado de forma. Un enfado que interioriza el malagueño porque considera que los dos partidos en los que ha sido titular —Melilla y CSKA de Moscú— han sido trampa. Tenía mucho que perder y poco que ganar. Quedó demostrado con el calentón y esa reacción a la grada y los consiguientes pitos del público.

La postura del club es la de restar importancia a un problema que trasciende lo deportivo y genera ruido mediático. Acabar el año con un título y empezar el siguiente con mejor pie y aprendiendo de los errores cometidos. Florentino cierra filas —con la complicidad de Sergio Ramos, que publicó una llamativa fotografía de la comida navideña con el presidente en la que ponía “con el Tito Floren”— y anima a Isco a que pelee y no se rinda. El apoyo institucional lo tiene para que no se desactive. Solari está cada vez más desconcertado con la gestión de un futbolista que está desaprovechado cuando el equipo juega mal al fútbol y tiene problemas para hacer goles.