El palco más incómodo para el Rey Felipe VI si aparece Cifuentes, y Colau, Torrent...

Está costando cuadrar el palco de autoridades que van a estar en la final de la Copa del Rey, en el Wanda Metropolitano, para la final que disputan el Barcelona y el Sevilla. La Casa Real ha confirmado la presencia de Felipe VI. De lo que todavía no se tiene constancia y se guarda en secreto por parte de la Federación es de la presencia de invitados que están en el centro de la polémica por diferentes asuntos. Cristina Cifuentes, habitual en este tipo de eventos, es una de las grandes incógnitas de las personalidades que van a estar en la zona noble. Existe la sospecha de que una fotografía de la todavía presidenta de la Comunidad de Madrid con el Rey pueda incomodar a Felipe VI. El caso máster tiene estas cosas. No conviene hacerse fotos con personas que están en una situación delicada. Veremos si finalmente acude Cifuentes que, por otro lado, es futbolera y muy madridista.

Pero también está el contexto político. Y no nos referimos ya a la más que probable pitada al himno. No confirman su presencia en el palco del Metropolitano ni Roger Torrent, presidente del Parlamento de Cataluña, ni Ada Colau, alcaldesa de Barcelona. ¿Evitarán estar cerca de Felipe VI? ¿No vendrán como símbolo de rechazo a las medidas políticas del Gobierno? La que no estará es la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, que se encuentra de viaje oficial en Costa Rica.

Los que sí estarán serán José Ramón Lete (presidente Consejo Superior del Deporte) que ha advertido que si se produce una manifestación que vulnere la Ley Antiviolencia provocará una actuación del Gobierno, Susana Díaz (presidenta de la Junta de Andalucía), Juan Espadas (alcalde de Sevilla), Íñigo Méndez de Vigo (ministro de Educación, Cultura y Deporte), Dolores de Cospedal (ministra de Defensa) y Juan Ignacio Zoido (ministro del Interior) para dar visibilidad al Gobierno. Con ellos los presidentes de ambos clubes, Josep María Bartomeu y José Castro. Además de otros cargos como el seleccionador Julen Lopetegui, con el que el Rey sí que seguro que tendrá una conversación más amena.

Un dispositivo de seguridad de 3.200 agentes

La final de Copa del Rey entre el Barcelona y el Sevilla tendrá el mayor dispositivo policial con cerca de 3.200 agentes de la seguridad. Partido de alto riesgo y en nivel de alerta 4 antiterrorista (no pueden circular camiones por las inmediaciones del estadio). Unas medidas fuertes de control en un partido en el que se ha confirmado que no se va a prohibir la introducción de esteladas. Pero en el que las entradas son nominativas, se tendrán que recoger en Madrid y cumplir con unos filtros de máxima seguridad. El ambiente en las gradas va a ser muy diverso por todo el contexto político y la experiencia de anteriores finales en las que se ha pitado el himno de España. Se cuenta con una crispación inicial por parte de algún sector de aficionados que vendrán a Madrid y al estadio a mostrar sus reivindicaciones. Aunque también se espera la presencia de Peñas del Barcelona de fuera de Cataluña contrarias a politizar el partido.

La otra mitad del estadio será sevillista y mostrará su rechazo a una posible pitada y politización de la final. El presidente del Sevilla, José Castro, ha anunciado que sus jugadores llevarán una camiseta con la bandera de España y la de Andalucía y que esperan llevar el trofeo a la Junta de Andalucía.

La final de Copa del Rey reportará a la ciudad de Madrid unos ingresos que superarán los 30 millones de euros, según fuentes de la Federación Española de Fútbol y la organización del partido. Más de 70.000 personas se desplazarán a la capital, con todo lo que supone para el sector servicios y con la confirmación de que todas las plazas hoteleras están ocupadas. El que también se llevará su pellizco económico es el Atlético de Madrid por el alquiler del estadio con un ingreso de un millón de euros.